EnglishEl pasado fin de semana, el valle de Shenandoah, Virginia, fue el escenario del primer Festival de Libertad Alimentaria (FFF por sus siglas en inglés), organizado por el Fondo de Defensa Legal del Agricultor al Consumidor (FTCLDF), para celebrar la libertad de elección en la agricultura y la nutrición.
Aproximadamente 200 activistas se unieron para el evento educacional, donde abarcaron un sinfín de regulaciones que existen en Estados Unidos para la producción y comercio de productos agrícolas, así como las formas de eludirlas.
Liz Reitzig, fundadora y vocera de NourishingLiberty.com (Libertad de nutrición), fue una de las asistentes, y compartió su entusiasmo con el PanAm Post.
Reitzig es una aliada cercana al Fondo, ha trabajado en sus relaciones públicas, y quiere que la gente pueda “pacíficamente obtener la comida de su elección, del productor de su elección, a través del intercambio voluntario con otros seres humanos” —causa a la cual le dedica su blog.
El Festival de la Libertad Alimentaria fue pensado para “traer atención y conciencia a los retos regulatorios y legales que nuestros agricultores están enfrentando y recaudar los fondos para su defensa legal”, dice Reitzig.
The greatest thing that ever happened to small farmers! @NourishLiberty @FTCLDF #FFF #foodfreedomfestival pic.twitter.com/KC9jSbG6Fp
— Melissa Henig (@RawPaleoMelissa) September 5, 2014
El FTCLDF es una organización sin fines de lucro cuyos miembros buscan proteger a entidades vulnerables, como familias agricultoras y productores de alimentos artesanales, que quieren proveer alimentos tanto procesados como no procesados directamente al consumidor, pero se hallan criminalizados por el Estado. El Fondo también asiste a los consumidores, ya que así como los productores, también enfrentan el acoso y la interferencia de los funcionarios del Gobierno.
El congresista republicano Thomas Massie, del cuarto distrito de Kentucky en el Congreso, fue uno de los principales conferencistas. Se ganó algunos titulares a principios de año cuando introdujo dos proyectos de ley a favor de la libertad de comerciar leche cruda, inclusive de un Estado a otro, y tiene más proyectos de libertad alimentaria en el camino.
Sin embargo, de acuerdo al también conferencista David Gumpert, “Massie fue pesimista en cuanto a la oportunidad de aprobar realmente alguno de estos proyectos en la Cámara de Representantes. De hecho, ni siquiera hay probabilidades de que la ley se lleve a discusión”.
“La industria lechera quedó apopléjica cuando introdujimos la legislación”, declaró Massie. “Mi esposa dijo que no sabía que la industria láctica fuera tan intolerante”.
Listening to Joel Salatin our country's most innovative farmer at Food Freedom Weekend! Staunton, VA #foodfreedom pic.twitter.com/idp9dTUMEj
— Thomas Massie (@RepThomasMassie) September 5, 2014
Un gran éxito del festival fue Joel Salatin, quien se describe a sí mismo como “un granjero cristiano, libertario, ambientalista, capitalista y lunático”. Hizo un llamado a los activistas a adecuarse para que sus ideas fueran tomadas más en serio por los medios de comunicación tradicionales.
En particular, promovió una visión de la seguridad distinta a la de los reguladores y compañías corporativas de alimentos, para contrarrestar la idea de que “las bebidas gasificadas son más seguras que la leche cruda”. Y a los productores de alimentos sustentables les dijo: “Sean el margen lúnatico de la innovación”.
Durante el evento, la ciudad anfitriona de Staunton confirió un premio de liderazgo a Salatin por sus importantes esfuerzos para promover y enseñar la agricultura local y sustentable.
Un largo camino para la libertad alimentaria en Estados Unidos
Reitzig, madre y jardinera a la vez que activista, explica que “las regulaciones en Estados Unidos sobre los agricultores son demasiado onerosas. Son desproporcionadamente costosas para los pequeños productores. Además, muchas regulaciones están allí para dejar fuera del alcance de pequeños productores unos ingresos viables. Así que esencialmente, son para proteger a la gran industria”.
Gary Cox, uno de los cofundadores del FTCLDF, reseñó en el evento los siete años de historia de la organización. Como su abogado en jefe, dijo que la aplicación de las regulaciones ha cambiado el énfasis sobre la leche cruda a la zonificación: “Ya es raro ver casos de lácteos crudos. Es interesante cómo los casos de zonificación local son más importantes para el Gobierno hoy día”.
Cox sólo ve que la batalla se vuele más feroz, con enfrentamientos sobre la soberanía de la carne y la comida producida localmente “en toda la nación”. Aludió a la ley de Modernización de la Seguridad Alimentaria como la mayor fuente de polémicas, mientras que la Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos (FDA) refuerza su control sobre el comercio dentro de los Estados. “La FDA está metiendo su mano en todo”.