El plan para construir un Canal Interoceánico en Nicaragua sufre severos retrasos. Según el cronograma de trabajo establecido en el documento de Descripción del Proyecto, publicado por HKND Group en su página web en diciembre de 2014, las primeras pruebas de navegación del Canal serían en diciembre de 2019, algo que parece imposible dado el desfase entre lo que se prometió y lo que se ha hecho.
Según dicho plan, obras como los puertos temporales en el Caribe y el Pacífico, caminos de acceso y oficinas para el proyecto del Canal Interoceánico ya deberían estar construidas. Además, según el cronograma, para el segundo semestre de 2016 ya deberían estar en marcha procesos como la adquisición de tierras y el reasentamiento.
Obras del Canal de Nicaragua estarían retrasadas según cronograma de HKND https://t.co/greOHlyDHM pic.twitter.com/D85cc55bRf
— PortalPortuario (@PortalPortuario) July 19, 2016
El cronograma de HKND Group fue publicado solo tres días después de haber dado inicio a las obras del Canal. Hasta ahora solo se han realizado la ampliación de caminos ya existentes y estudios arqueológicos.
Para el sociólogo Cirilo Otero, director del Centro de Iniciativas de Políticas Ambientales de Nicaragua, “todo eso es pura fantasía, ese proyecto todavía no ha cuajado”.
Según Otero, que el proyecto no avance responde a tres problemas fundamentales: las protestas de la población, que el 2016 y 2017 son años electorales y la falta de recursos financieros.
“Hay que recordar que las protestas de la población de este sector son una situación constante, sistemática y de muy buena comunicación, es el sector campesino que se siente agredido. Además tenemos dos años de elecciones, este año elecciones presidenciales, el próximo las municipales, de tal manera que el gobierno no va a intentar meterle presión excesiva a la sociedad civil, y del tema financiero, lo que yo conozco hasta hoy es que los propietarios (de la concesión) no han conseguido suficientes recursos”, dijo.
Oposición al Canal Interoceánico de Nicaragua
Francisca Ramírez es la cara del movimiento campesino que se opone a la construcción de un canal interoceánico en Nicaragua. Ramírez se ha puesto a la cabeza de decenas de manifestaciones en las que los campesinos exigen la derogación de la ley que entregó la concesión a Wang y el respeto a sus propiedades y su forma de vida.
Ramírez —quien no llegó a aprobar el tercer grado de primaria— es una próspera agricultora, comerciante y ganadera. Cuenta con tres fincas en las que cultiva tubérculos, jengibre y granos, y cría ganado. Es también propietaria de dos camiones de carga en los que traslada el producto del campo a la ciudad. Son esas tierras las que ella defiende ante la amenaza de la expropiación.
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“El canal nos va a quitar la cultura de ser campesinos”, afirma Ramírez. “Aquí tenemos todo, producimos las tierras. Nos van a quitar los lazos familiares, van a hacer una zanja, van a destruir. Vemos que es este trópico húmedo el que quiere desbaratar el gobierno, sentimos que esto nos va a traer perjuicios a todos los nicaragüenses. ¿Qué va a pasar si aquí Ortega le da toda el agua a este chino Wang Jing? Quiere decir que a él, más adelante, hasta el agua le podemos comprar”, lamenta.
Proyecto controversial
El gobierno del exguerrillero sandinista Ortega impulsó la aprobación de la Ley 840, la que entrega por 100 años la concesión para la construcción del Canal Interoceánico al empresario chino Wang Jing. El inicio de la obra (valorada en 50.000 millones de dólares) se ha retrasado en dos ocasiones, en parte por la férrea oposición de los campesinos y organizaciones defensoras del medio ambiente, y porque aún no se conoce la lista de inversores dispuestos a participar en el proyecto.
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El canal tendría una extensión de 278 kilómetros, atravesaría el país desde el Caribe hasta el Pacífico y permitiría el paso de cargueros de enorme calado, que ahora no pueden atravesar el Canal de Panamá, recientemente ampliado. La obra de ingeniería requerirá de enormes trabajos de excavación y la expropiación de terrenos, lo que afectaría a miles de nicaragüenses que habitan en la ruta del proyecto. Además, se construirían puertos, aeropuertos y zonas de libre comercio.