El libro La segunda muerte de Bolivar y el renacer de Venezuela escrito por José Luis Cordeiro y publicado por CEDICE Libertad es clave para entender cómo Venezuela llegó a sufrir la crisis política y económica en la que está sumida.
Muchas personas exclaman: “cómo es posible que Venezuela estando sentada sobre las reservas más grandes de petróleo del mundo no tenga dinero para poder comprar papel higiénico”. Lo que se ignora al decir ese comentario es que el génesis de la crisis socialista en Venezuela no surgió de un día para otro. Aunque suene paradójico, para Cordeiro, su crisis tiene su origen en el mayor insumo que tiene ese país: el petróleo. Lo que parece ser una bendición es la maldición de Venezuela.
Los Petroestados
La mayor parte de los Gobiernos del mundo están financiados por los impuestos que los individuos tributan al estado. En cambio, los ingresos del Gobierno de Venezuela provienen en su gran mayoría por la venta de petróleo.
El petróleo de Venezuela está controlado por Petróleos de Venezuela S.A (PDVSA), la compañía estatal. Nació en 1976 al ser nacionalizada la producción de aceite. Desde ese entonces el Estado maneja el ingreso de dinero por la venta del aceite. Entonces, ¿por qué hay pobreza en Venezuela?
Tal como señala Cordeiro en su libro, el problema radica en que Venezuela se convirtió en un Petroestado, que ve al aceite como la vaca a la que hay que ordeñar para que rinda frutos. Esos frutos los maneja a su antojo el Estado, este no depende de impuestos para mantenerse.
Siguiendo la coloquial frase, “quién paga el mariachi, escoge las canciones”, el estado se convierte al mismo tiempo en el mariachi y el patrocinador, escogiendo el tono con el que se baila en la fiesta. Al ser esto así, la población cuenta con menos recursos para controlar el gasto gubernamental, por lo tanto, incidir en las políticas públicas de su nación.
La inflación, hija de una mala y prolongada fiesta
Las fiestas tienen su tiempo de vida y después de cada baile siempre viene el momento de ver las condiciones en las que quedó la casa en la que se bailó y comió sin preocuparse por las consecuencias.
En La segunda muerte de Bolivar y el renacer de Venezuela, Cordeiro explica magistralmente cómo Venezuela pagó una larga fiesta sin preocuparse por las consecuencias. Patrocinando subsidios a diestra y siniestra y recientemente, hasta ha intentado pagar la fiesta de los países pertenecientes a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
Entonces, Venezuela cayó en un pecado mortal incluso peor que ser un Petroestado, para pagar sus cuentas comenzó a imprimir billetes generando inflación.
José Luis Cordeiro su libro "La segunda muerte de Bolívar… y renacer d Venezuela" predice dolarizacion en Venezuela. El Bolivar desaparecerá
— Carlos Peñaloza (@GenPenaloza) September 13, 2016
Cordeiro explica los mitos alrededor de la inflación —entre ellos cómo se simplifica a la inflación como el aumento generalizado de los precios. Él va un paso más allá, explica que la inflación puede ser el cáncer de una sociedad.
La inflación es esencialmente un incremento en la emisión de dinero por arriba del aumento en la producción de bienes y servicios. Este dinero adicional es generalmente utilizado por el gobierno para cubrir su déficit presupuestario o para aumentar sus gastos.
La corrupción, la falta de fiscalización de la sociedad al Gobierno hacen que este haga y deshaga con la economía venezolana. Generando inestabilidad económica e inflación que son sufridas por todos los venezolanos.
Este incremento inorgánico de dinero junto a la corrupción gubernamental es lo que crea metástasis en una sociedad.
Dolarización, la cura para la fiesta en exceso
Cordeiro ve a la dolarización como una solución a la inflación en Venezuela. De esta manera el Gobierno ya no podría imprimir más papel moneda.
Daniel Fernández, director de UFM Market Trends coincide con la visión de Cordeiro. Fernández escribió un artículo llamado “La única salida de Venezuela es la dolarización”. En su escrito el economista español resalta que la última fase de toda hiperinflación es la estabilización monetaria, que llega por cambios impulsados desde el Gobierno o el rechazo de una población hacia la moneda.
Actualmente el dólar de EE.UU. ya hace las funciones de depósito de valor para los venezolanos y en menor medida la función de unidad de cuenta. La única función monetaria que queda intacta para el bolívar es la de ser medio de pago. Esta última función es cuestión de tiempo que el bolívar la pierda. Como el dólar ya hace varias funciones monetarias en el país, es el más que posible sucesor no deseado del bolívar.
En definitiva, Venezuela se encuentra en una hiperinflación ante la cual sólo hay dos salidas; reducir drásticamente el gasto y déficit público y realizar una reforma monetaria o perder el bolívar y adoptar el dólar. Ambas son igualmente impopulares para el actual gobierno venezolano, la gran diferencia es que si evitan la primera (déficit), la segunda (dólar) será inevitable.
Uno de los gobiernos más antinorteamericanos del mundo tendrá que aceptar el dólar como única vía para remediar la hiperinflación. Explica Fernández.
Además de una posible dolarización Cordeiro resalta que para controlar la inflación se debe de exigir al Gobierno de Venezuela cuentas fiscales claras. Que la ciudadanía fiscalice las cuentas gubernamentales, así como las amas de casa controlan el presupuesto de un hogar.
Esta práctica ciudadana choca contra los intereses de muchos gobernantes, que si ven que los individuos quieren controlar la factura de la fiesta es probable que empiecen a exigir que se baile con otras canciones.
Sobre el autor de “La segunda muerte de Bolivar y el renacer de Venezuela”
José Cordeiro es un trotamundos venezolano, fue educado en Europa y América del Norte y ha trabajado en los cinco continentes, especializado en exploración petrolera. Se graduó el Massachusetts Institute of Technology, Georgetown University y en el Institut Eropéen d’Administration des Affaires.
Cordeiro ha escrito cinco libros y actualmente es director e investigador del Nodo Venezolano del Millennium Project, investigador asociado del Institute of Development IDE-JETRO en Japón y profesor y asesor en energía de Singularity University en Nasa Ames.