English Durante la Semana de la Elección Escolar, el Franklin Center, ubicado en el Estado de Virginia, Estados Unidos, convocó a periodistas de todo el país a escuchar a expertos en educación, visitar escuelas, y hablar con estudiantes.
Representantes de diferentes grupos dedicados a ampliar las opciones educativas fueron invitados a hablar. Mientras que algunos exponentes representaron a organizaciones conservadoras y liberales, otros venían de tradiciones políticas diferentes. Fue inspirador observar a tantas personas diferentes uniéndose para defender la libertad.
Ben Scafidi, investigador senior de la Fundación Friedman para la Opción Educativa, abordó la eficacia de la elección escolar. Algunos de sus puntos sirvieron como un importante recordatorio de que la libertad siempre funciona, elevando la calidad para los padres y los estudiantes, y ofreciendo mejoras educativas en todo el país.
Elección escolar: Nivel 1
Los niños son en general asignados a una escuela estatal según la dirección de su residencia, pasando por alto en el proceso las necesidades especiales o preferencias personales de algunos de ellos. Esto ocurre porque la mayoría de los padres no pueden costear escuelas que cumplan con las necesidades de sus hijos.
Cuando los institutos estatales no son suficientes, no hay mucho más que las familias de bajos recursos puedan hacer. El resultado es que los niños de menores recursos sufren más desventajas, debido a una mala educación.
Por otro lado, las familias con mayores ingresos pueden costear enviar a sus hijos a instituciones privadas. Sus hijos avanzan para alcanzar mucho más, no necesariamente porque sean más brillantes que sus contrapartes, sino porque sus padres han sido capaces de escoger las instituciones que mejor se adaptan a su aprendizaje.
Ofrecer alternativas a las familias que provienen de diversas condiciones financieras es la base de lo que representa el movimiento de elección de escuela. En otras palabras: quiere que todos los niños tengan una oportunidad justa.
Reprobando a la crítica
Activistas defensores de la elección de escuela se oponen a mantener a los niños atados a su código postal, en lugar de permitirles a los padres recuperar el derecho de tomar sus propias decisiones sobre sus familias.
Lamentablemente para los padres, los sindicatos de maestros tienen aún un gran dominio sobre el sector educativo de EE.UU. Su influencia alienta a los Gobiernos locales y federales para mantener el estricto dominio sobre la educación. Su mantra —se necesita una aldea para criar a un niño—, es exactamente la clase de abordaje que impide que los niños busquen su propio camino.
Esta cultura colectivizadora elimina cualquier oportunidad para proveer un enfoque diferenciado. necesario para garantizar lo más apropiado para los niños. Aún los defensores de la libre elección son atacados regularmente por los fanáticos de escuelas estatales, quienes erróneamente creen que la elección afectará a las instituciones del Gobierno. De hecho, la libertad de escoger hace exactamente lo opuesto.
Estudios han demostrado que la competencia entre escuelas ayuda a todos los niños. Aquellos que permanecen en el sector público también se ven beneficiados cuando otros deciden seguir distintos caminos. El tamaño de las clases se reduce, la competencia impulsa al sector público, y los niños tienen algo por qué luchar.
Ningún estudio ha demostrado que los niños se ven perjudicados por escoger escuelas. Entonces ¿por qué hay aún padres que les cuesta tanto apoyar el derecho a escoger?
Intereses creados: Cero puntos
Milton Friedman observó que “las personas no reconocen cuan poderosos son los sindicatos de maestros”. Esta situación solo se ha incrementado con los sindicatos gastando una inmensa cantidad de dinero en presión política.
Ni ellos mismos siguen los procedimientos democráticos: los jefes gastan millones de dólares engatusando a los miembros para que voten como quieren los líderes.
Las escuelas chárter, en contraste, están con frecuencia abiertas a contratar maestros calificados que no sean miembros del sindicato. Esas escuelas tienen la libertad de despedir a profesionales con un bajo rendimiento. Sin embargo, los trabajadores de escuelas públicas con sindicatos, son difíciles de despedir, aún cuando sean negligentes, lo cual les otorga pocos incentivos para trabajar con esfuerzo.
Cuando los maestros fallan en esforzarse lo suficiente, son sus alumnos quienes sufren, y especialmente aquellos que no puede costear escuelas independientes y se terminan llevando a la peor parte del fracaso.
De acuerdo con Scafidi, todos los estudios apuntan a la misma conclusión: la libertad en la educación beneficia a todos. Entonces, legisladores, maestros y padres están frente a una decisión: seguir la evidencia empírica de la libertad de escoger, o adherir a los intereses creados de los sindicatos antielección.
¿Cuál es la mejor salida a la caída de nivel de las escuelas públicas y del limitado poder de elección de los padres? A mi parecer, la libertad es la respuesta correcta.
Traducido por Johanna Villasmil. Editado por Adam Dubove.