English Durante la ceremonia de los Premios Óscar del pasado domingo, Laura Poitras se llevó a casa el premio, por su documental Citizenfour. El filme, de 114 minutos de duración, nos da una idea de lo que el denunciante de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) Edward Snowden soportó mientras hacía sus revelaciones públicas, con la ayuda de Glenn Greenwald, exreportero de The Guardian.
Edward Snowden ha sido a menudo el blanco tanto de alabanzas como de duras críticas por habernos dado la oportunidad de aprender más acerca de los programas de vigilancia que afectan, por igual, a ciudadanos estadounidenses y extranjeros. Pero los informes sobre el impacto negativo que sus revelaciones han tenido en la política nacional fuera de Estados Unidos rara vez salen a la luz.
Brasil tiene a internet como rehén
En la película, se muestra a Greenwald dando un discurso ante el Senado brasileño sobre lo que significaban las revelaciones para los usuarios brasileños de internet y teléfono.
Al dirigirse a una audiencia que incluía a legisladores, periodistas, y brasileños de a pie utilizando máscaras con la cara de Snowden, Greenwald advirtió acerca de la vulnerabilidad de Brasil. El carácter generalizado e invasivo del programa de la NSA, afirmó Greenwald, podría exponer datos relativos a brasileños inocentes, poniendo su privacidad en peligro.
Para los ciudadanos brasileños, sin embargo, los acontecimientos que ocurrieron después de este discurso tuvieron, por desgracia, el efecto contrario al que muchos esperaban, sobre todo para las personas cercanas a Snowden, como el mismo Greenwald.
Por ejemplo, el caso del Marco de Derechos Civiles para Internet (Marco Civil da Internet). Cuando Greenwald habló a la nación, los senadores ya estaban presionando a sus colegas para que votaran a favor del proyecto de ley.
En medio de críticas, integrantes socialdemócratas del Congreso introdujeron cambios en la propuesta. Para los críticos, sin embargo, la aprobación de la ley bajo un escrutinio más riguroso sólo logró que la norma sea aún peor. Pero, ¿qué tan malo era, en principio? Según Andrei Moreira, de Liberzone.com, muy malo. En un artículo que escribió el 25 de marzo de 2014 afirmó:
El texto de la ley, y quizás hasta quienes la redactaron y defienden, tienen buenas intenciones sobre las regulaciones que pretenden implementar. Pero, ¿garantizan las buenas intenciones que los resultados vayan a beneficiar al ciudadano brasileño, o tal vez asegurar que el control sobre internet sea “justo”? Eso es muy poco probable.
Según Moreira, el Marco Civil determina que solo el Gobierno brasileño tiene la autoridad para decidir que un servicio en línea está actuando de manera justa. Para los defensores de la ley, de eso se trata la neutralidad de la red.
La ley establece que los participantes extranjeros también tienen prohibido bloquear, prohibir, o espiar a los usuarios brasileños de internet. Pero, ¿cómo es que el Gobierno va a garantizar eso? Afirmando que solo el Gobierno brasileño tiene el conocimiento y la autoridad para determinar si un determinado prestador de servicios no está poniendo en riesgo la privacidad del usuario.
Con razón, los críticos señalan que este enfoque abre la puerta para el favoritismo.
Bajo amenaza la libertad en Internet
En lugar de dejar la normativa sobre el mercado de internet al consumidor, el Gobierno brasileño utilizó la información facilitada por Greenwald y Snowden para aumentar el apoyo público a un mayor control estatal de la red de redes.
A pesar de las advertencias, la gran mayoría de los brasileños apoyan la legislación. Pero, por desgracia para los consumidores, los resultados de la “Constitución de internet” que la presidente de Brasil, Dilma Rousseff, promulgó el 23 de abril de 2014, ya se están haciendo sentir.
Según Spotniks.com, por ejemplo, el Marco Civil prohíbe a las compañías privadas ofrecer acceso libre y gratuito a Internet. Como resultado, un proyecto que ofrecería acceso gratuito a los contenidos de Wikipedia a través de una aplicación de teléfono inteligente, podría nunca salir a la luz. El “Proyecto Wikipedia Zero” va en contra del nuevo código de Internet, simplemente porque los clientes no pueden tener libre acceso a las redes sociales.
Para la legislatura brasileña, el acceso abierto, así sea solo a Wikipedia, contradice la idea de una red neutral.
Edward Snowden ofreció a los ciudadanos estadounidenses una gran oportunidad para aprender hasta qué punto llegarán las agencias para socavar la privacidad ciudadana. Pero también, inadvertidamente, proporcionó a la máquina de propaganda del Estado brasileño suficientes municiones para promover su propia toma hostil del internet.
Esperemos que los críticos continúen la lucha para dar de baja el Marco Civil en el futuro.
Traducido por Rebeca Morla. Editado por Adam Dubove y Pedro García Otero.