EnglishEl resultado de las elecciones en Chile no alteró las percepciones de los analistas de Wall Street sobre esa economía, de acuerdo a Mauricio Rodríguez Kogan, periodista del diario chileno La Tercera. Tampoco parece probable que haya cambios profundos luego de la victoria de Bachelet. El Director de Moody’s Analytics, Alfredo Coutiño, está de acuerdo con su posición, sosteniendo que ambos candidatas eran figuras positivas para la industria financiera: la de Bachelet, en tanto ha sido la cabeza del gobierno previamente y ha dejado en claro que sabe cómo manejar un país; y la de Matthei, dado que se esperaba que en caso de ganar siguiera la línea del gobierno actual.
Kogan entrevistó a Coutiño junto a otros cinco expertos en finanzas, y todos sugirieron que algunas políticas propuestas por Bachelet generarían incertidumbre en los mercados: es el caso de la posible reforma tributaria planteada por la candidata de Nueva Mayoría, así como un sistema de pensiones (AFP) estatal, la posibilidad de una nueva Constitución y la eliminación de beneficios a la Inversión Extranjera Directa (IED). Todas estas propuestas, vinculadas al problema de la equidad social, han sido centrales en la campaña de Bachelet. En este sentido, el director ejecutivo de JP Morgan, Vladimir Werning, asegura que “la demanda por abordar este tema no la ha impuesto la coalición de izquierda, sino que proviene de un reclamo social que obligaría a cualquier partido político enfrentarlo”.
Alonso Cervera, de Credit Suisse, se refirió a la incertidumbre en este contexto: “En el margen puede estar subiendo la incertidumbre, pero desde niveles muy bajos, porque Chile es simplemente muy estable. No es nada radical ni descomunal: en el fondo, cuando las aguas son calmadas puede subir la marea, pero eso no quiere decir que sea un tsunami”.
Por su parte, Luis Arcentales de Morgan Stanley expresó que “la incertidumbre sobre las políticas del nuevo gobierno puede afectar la confianza de empresas y hogares; que mayores impuestos podrían enfriar el crecimiento del consumo y la inversión, y que las empresas pueden incurrir en más altos costos para cumplir con nuevas regulaciones”.
Francisco Klapp, Magíster en Macroeconomía aplicada de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Director del Programa Económico de la Fundación Libertad y Desarrollo, afirmó a PanAm Post que los resultados de la elección del pasado domingo eran en efecto bastante esperados: en este sentido la victoria de la candidata progresista ya había tenido impacto en el mercado financiero, a partir de las expectativas de cambio generadas, que condicionaron comportamientos incluso antes de la elección.
Asimismo, Klapp asegura que la reforma tributaria es un hecho, dado que la nueva presidenta estará en posesión del quórum necesario en ambas cámaras del Congreso para aprobarla. En palabras del investigador, “la incertidumbre está afectando desde ya a la inversión, en tanto las expectativas tienen un rol fundamental para el mercado y actualmente los proyectos se postergan hasta que haya más claridad. Las expectativas de los privados han ido bajando y esto deja bastante para pensar acerca del impacto de la elección”.
Lo que se espera por parte de los inversores es que el Estado siga un camino más progresista, de acuerdo a las medidas propuestas por la candidata. Werning destaca en este sentido que “efectivamente habrá un giro a la izquierda si por ello se entiende el énfasis en aumentar el tamaño del presupuesto y las responsabilidades del Estado Benefactor”… “Pero Estado Benefactor tienen todas las economías desarrolladas. La clave está en diseñarlo de manera que los beneficios sean amplios y orientados al largo plazo y que los recursos no se diluyan a favor de grupos reducidos que pueden intentar adueñarse de la agenda”.
Si bien se estima que los mercados no reflejarán situaciones de tensión vinculadas a la elección, sí resulta inquietante el desconocimiento acerca de quién será el líder del equipo económico de la nueva presidenta. Según los analistas, resulta poco probable que Bachelet seleccione a un economista proveniente de la elite más tradicional, hecho que genera incertidumbre acerca de las tendencias de la nueva figura que asuma el cargo.
Más allá de esto, un efecto contrarrestante se vincula con los cambios concretos propuestos por Bachelet durante su campaña. Los analistas del mercado valoran sin lugar a dudas el discurso pragmático que ha sostenido la nueva presidenta a lo largo del período electoral, proponiendo medidas concretas con fines establecidos, en lugar de construir discursos ideológicos. Alonso Cervera se refirió a esto al decir que “los compromisos de campaña son muy puntuales, y sobre todo la reforma fiscal tiene un objetivo bien identificado, que es financiar los planes en educación”.