Sí. Hay un error de cálculo en la solución que da el gobierno Chileno en su intento por suavizar los efectos de la ola feminista.
Las protestas se dieron en torno al abuso y por supuesto, se incluyeron toda clase de consignas, algunas muy ideologizadas al lado de otras bastante razonables. La respuesta de la autoridad no se hizo esperar y así se comunicó la flamante “agenda pro mujer” con la que el presente gobierno de centro derecha, esperablemente liberal, transformaría las demandas en soluciones.
Los puntos del plan fueron específicos, realizables y bien presentados con su logística a excepción de uno: La reducción del costo de planes de salud para las mujeres.
Hoy en día las mujeres en edad fértil, pagan en la salud privada, un porcentaje más alto que los hombres pues se asume que los costos de la maternidad son altos y estos deben ser financiados de alguna manera. La realidad es que la mujer chilena en promedio, tiene 1,5 hijos y paga casi 30 años de cotización en las aseguradoras privadas de salud.
También es una realidad que no todas las mujeres desean ser madres, que existe la adopción, que la paternidad también es una realidad, pero que al varón no se le castiga financieramente por ello. Entonces, el anuncio del gobierno, que ha opacado casi por completo el resto de la agenda, ¿qué impacto real tendría?
Gonzalo Blumel, ministro de la segpres, declaró que si la sociedad quería que los planes de salud se nivelaran y no hubiese discriminación por sexo, los varones y las aseguradoras tendrían que poner de su parte. Es decir, lo que se dejará de cobrar a las mujeres, se traspasará a los hombres.
Con relación a este tema, el presidente Sebastián Piñera también aclaró que se implantaría un sistema más solidario en las aseguradoras ya que los hombres asumirían, junto con las instituciones, el costo rebajado a las mujeres, todo esto para crear un sistema más “justo” y ”solidario”.
¿Será que el gobierno que se esperaba fuera de corte más liberal, está cediendo ante el furioso progresismo?- Error de cálculo, dicen algunos expertos. En La Moneda se percataron ayer “del ruido” que estaba generando el tema y salieron a aclarar que el proyecto también “tocará a las ISAPRES”.
El primero en explicar el punto fue el titular de Salud. A primera hora, por Twitter, Santelices dijo: “El foco de la agenda mujer es eliminar la discriminación por sexo. Para eso, las ISAPRES como los hombres tendrán que apretarse el cinturón”. El Mandatario aseguró: “También les vamos a pedir a las isapres un esfuerzo (…). Vamos a establecer un observatorio ciudadano para que todos podamos comparar y esa mayor competencia va a bajar los precios”.
Observaciones:
- El respeto por la libertad de los individuos siempre termina por repercutir favorablemente en la sociedad como conjunto. Esto implica considerar que cada persona tiene un plan de vida distinto y no es ni ético ni moral, achacarle a otros los planes que sus prójimos puedan tener. En este sentido, si alguna mujer no desea ser madre o un hombre no quiere ser padre, ¿debe de igual manera costar la maternidad y paternidad de otros?
- La solidaridad, en una sociedad abierta, libre y democrática es un atributo personal, no estatal. Impulsarla por ley en contra de los deseos de las personas que no quieren ni tienen por qué querer subsidiar el plan de vida de otro, sería un error que acercaría a este gobierno al totalitarismo.
- Las ISAPRES (aseguradoras de salud) son un elemento acompañante en este momento, pues solo el 20% de la población utiliza este sistema, el resto está en el sector público que es donde se concentran los problemas.
- Las ganancias de las ISAPRES son jutas mientras el sistema sea voluntario y las personas elijan libremente adscribirse a él aceptando de esta manera los precios, comisiones y beneficios establecidos.
- Si hay molestias por las ganancias de las ISAPRES, entonces abran la competencia para que haya aún más aseguradoras que compitan con precio y calidad.
- Si los hombres ven que su plan es aumentado por causas injustas, pueden emigrar al sistema público y esto podría colapsar aún más un sistema que funciona con dificultad.
- El foco debería estar en hacer de FONASA (Fondo Nacional de Salud) que sí es público, un sistema envidiable que tuviera posibilidades reales de competir con las ISAPRES en rapidez y eficiencia y que no dependa donde esté ubicado el centro de salud para que este funcione sino que su sus procesos sean estándares y de excelencia. Por último FONASA no discrimina y cobra el mismo 7% a todos sus usuarios.
Entonces, ¿cómo tomar el anuncio de gobierno? Las respuestas a asuntos complejos puede ser sencilla a veces y compleja en otros casos. Me parece que en honor a la liberta en esta ocasión es una respuesta corta y eficaz.
Que quienes deseen la maternidad o paternidad, paguen un seguro complementario equivalente al sobrecosto que hoy pagan todas las mujeres en edad fértil. Quienes no quieran ser cubiertos por este seguro, se asume no están interesados en ser padres y así no necesitan subsidiar a quienes sí deseen serlo.
¿Qué pasa con la maternidad accidental o no planificada? La responsabilidad individual también se puede cultivar cosechando los resultados de nuestras elecciones. Quien no esté cubierto por el seguro complementario, asumirá en su totalidad los costos del proceso de maternidad/paternidad.
Lo difícil es que una solución aparentemente tan simple, haga felices a quienes aman estandarizar todo, a los igualitaristas que creen en la gratuidad absoluta como si la calidad se pagara sola. Si esto es lo que pretende el gobierno, dejar contentos a estos grupos, se equivocó de camino, y olvidó que quienes lo votaron con gran mayoría lo hicieron precisamente para evadir ese camino.