Chile ha estado creciendo en estos últimos meses y eso es innegable. Falta mucho por hacer y por mejorar, pues el Estado debe disminuir entre otras cosas, pero el rumbo parece estarse enmendando.
Pese a todo esto y siendo conscientes de que aún puede y debe mejorar muchísimo, la izquierda en Chile, apoyada y envalentonada por medios y comunicadores militantes, insiste en crear una foto de un Chile en ruinas por causa del modelo económico. Quieren vender la idea de que dicho modelo fracasó pues no puede evitar la desigualdad ni las brechas económicas que marcan la dinámica del país.
Odian al capitalismo o libre mercado porque en su reduccionista interpretación de la realidad, este es el que genera las diferencias y como dijo una de sus más vociferantes adeptas, Eugenia Lorenzini, miembro del Frente Amplio, “los ricos existen porque hay pobres, para que alguien sea rico, alguien debe ser pobre.” Ellos realmente creen que la vida en sociedad es un juego de suma cero.
Aquellos que detestan la idea de que exista gente pobre, deberían ser los más acérrimos defensores del CAPITALISMO o del “modelo” como desean llamarlo.
El porcentaje de personas viviendo en la desnutrición, el hambre y la pobreza extrema, ha disminuido un 80% desde 1970, antes de eso, más de 4 de 5 personas en el mundo vivía con menos de un dólar al día, pero hoy, solo es 1 de cada 20.
Esto es el mayor logro antipobreza alcanzado por el mundo en toda la historia. ¿Cómo llegó a ocurrir este fabuloso suceso? ¿Será la excelente gestión de las Naciones Unidas? ¿La generosidad de la ayuda internacional? ¿La oportuna ayuda del Fondo Monetario Internacional? ¿Estímulo al gasto? ¿Redistribución por parte del gobierno? No. Billones de personas alrededor del mundo se han sacado a sí mismas de la pobreza gracias al capitalismo y 5 grandes innovaciones que este implica y que son las siguientes:
- Globalización. Esto significa tener la cada día creciente capacidad de mover bienes, personas e ideas desde una localidad distante a otra.
- Libre Mercado, es acceso abierto a mercados y gente de todo el mundo con pocas o nulas barreras.
- Los derechos de Propiedad se aseguran de que aquello que nos pertenece individualmente no nos pueda ser arrebatado por el estado en un antojo del gobierno.
- El Estado de derecho, salvaguarda los contratos asegurando que serán respetados y cumplidos sin importar que el trato se haga en Chile o Dinamarca.
- El emprendimiento. Esta es la creatividad de personas libres que se atreven a soñar con nuevos bienes y servicios que antes no hubiésemos imaginado que podrían existir y no que ni siquiera creíamos que queríamos o necesitábamos.
Es interesante notar cómo esto fue posible en tan poco tiempo y como la cultura occidental, que hoy por hoy es tan cuestionada, ha sido la gran impulsora de tan tremendo avance. Al considerar los hechos, tenderíamos a creer que las exitosas políticas capitalistas serían amadas en todo el mundo y su popularidad no estaría sometida a discusión, sino que serían defendidas por los medios, los idealistas, los migrantes, las minorías y las caridades potenciando los fundamentos del capitalismo en favor de los más vulnerables, pero no es así.
De hecho un estudio en Harvard demostró que solo un 42% de americanos entre 18 y 29 años tenía una visión favorable del capitalismo. En Chile, la historia seguramente es aún más desalentadora dado el gran analfabetismo financiero que hay.
No es fácil explicar la discrepancia entre los resultados del capitalismo y su mala fama, pero podemos intentar ofrecer ciertas ideas.
Una de las razones puede ser que el sector que comprende el milagro que significa sacar a más de un billón de personas de la pobreza, lo trata como secreto de estado y tiene pésimas aptitudes comunicacionales. Lamentablemente la gente también busca una historia con la cual emocionarse y quienes deberían contarla no han sabido hacerlo.
Esto le da espacio a la ignorancia para hacer gala de sí misma y mostrarnos que el dicho más recurrente entre las personas es que el mundo va empeorando, que el pobre es más pobre y el rico es más rico, sin tener idea de los avances hechos en favor de los más necesitados.
Esta ignorancia tiene malas consecuencias porque no hay sustituto para el capitalismo y las 5 innovaciones que lo hacen funcionar. Años de investigación y no hay sistema que se le pueda comparar y mucho menos reemplazarlo. Ciertamente el socialismo no ofrece ninguna solución y ya está probado su fracaso.
Es que necesitamos un sistema que funcione mientras dormimos, uno que cree los fundamentos de la prosperidad humana sin planificación centralizada o burócratas benevolentes. Más capitalismo es igual a más crecimiento y aunque pueda parecer demasiado simple, funciona.
Entonces la pregunta que surge es ¿Cómo sacamos al siguiente billón de personas de la pobreza? La respuesta debiera ser sencilla. Si sentimos simpatía y compasión por el pobre, debiéramos defender el capitalismo sin complejos y dejar que actúe en favor de quien lo necesita en vez de oponernos a él solo porque no es perfecto o porque no suena tan bien como el dulce socialismo.
Es lo que funciona y no lo que suena bien lo que ha logrado el milagro de la prosperidad y retrasar al capitalismo por aprensiones estéticas solo eterniza el problema de la pobreza haciéndole un flaco favor a quien más lo necesita. Si te gusta que la gente prospere, deberías amar el capitalismo.