“Aprende todo lo que puedas acerca de una sociedad libre. Lee a los grandes como Frederic Bastiat, Ludwig von Mises, y Murray Rothbard. Mientras profundizas en la literatura de libertad, comparte lo que estás leyendo y aprendiendo. Abre un blog. Crea un canal de YouTube. Organiza un grupo de lectura. Pero lo que sea que hagas, aprende, difunde lo que estás aprendiendo, y nunca te detengas.” —Lew Rockwell
El pasado 28 de julio se cumplía otro año del nacimiento de Hugo Chávez Frías. Se cumple otro año más desde que se dictó la sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia que permite la reelección indefinida. ¿Regalo de cumpleaños? Coincidencia o no, dicha decisión fue un aporte más de este Poder Judicial para llegar al estado de anomia actual.
¿A qué estado de anomia nos referimos? ¿Con qué nos encontramos los venezolanos hoy en día? Hagamos un breve repaso:
Antes existía respeto a la propiedad privada. Hoy en día es un objetivo su destrucción.
Venezuela no es el mejor caso de cultura de respeto a la propiedad privada, de ello da cuenta Ignacio de León en La propiedad privada como causa del progreso. Pero podría decirse que hoy en día su desconocimiento es una política sistemática aplicada desde el año 2001 y con mayor fuerza a partir del año 2007.
Las estadísticas que recoge el Observatorio de Derechos de Propiedad dan cuenta en lo que va del año de más de 700 violaciones a la propiedad privada.
Antes existían industrias, empresas. Hoy en día Venezuela es el país con menor densidad de empresas.
Venezuela tenía empresas privadas que surtían al mercado de productos básicos. No se dependía de las importaciones, de la forma grosera y grotesca en que ocurre hoy en día.
El profesor Víctor Maldonado, en el Conversatorio organizado por CEDICE titulado Friedman Legacy Day, destacó que Venezuela es uno de los países de la región con menor densidad de empresas.
Esta es una consecuencia inevitable de las regulaciones dictadas en los últimos años, que han entorpecido la actividad del empresario. A título de ejemplo, algunas medidas las podemos consultar en el trabajo País de Propietarios.
Antes existía actividad económica. Hoy en día hay “bachaqueo”.
Con las deficiencias propias de un país con la cultura del “país rico por el solo hecho del petróleo”, podríamos decir que existía una respetable actividad económica por parte del sector privado. También podíamos decir que había inversión extranjera.
Hoy en día, con la destrucción de la empresa privada, la principal actividad “económica” es la reventa de productos, o como vulgarmente (ya casi a modo de broma) se ha lo llaman todos, el bachaqueo. La reventa de productos consiste en comprar los que no se consiguen (por las formas que sean) y se revenden al público que no puede adquirirlos (por las razones que sean), a un precio mucho mayor.
Antes existía libre convertibilidad de moneda. Hoy en día existe un control de cambio, lejos de eliminarse.
Hasta el 2003, podíamos libremente cambiar una divisa extranjera por el valor en bolívar que determinara el mercado.
Hoy en día la compra y venta de divisas están monopolizadas por el Banco Central de Venezuela. Tenemos un control de cambio con más de 10 años de instaurado.
Reflexión final
Lo anterior no es producto de la incompetencia o ignorancia de este régimen. Lo anterior es absolutamente intencional porque se reconoce que la propiedad privada es la base para el ejercicio de otros derechos y libertades; que sin propiedad privada, los derechos son meras aspiraciones sin sustrato material para su ejercicio; que la función empresarial es absolutamente necesaria en una sociedad libre y que para que los ciudadanos sean el contrapeso natural del poder del Estado, deben ser independientes de él.
No podemos más que afirmar que el legado de Hugo Chávez Frías es la destrucción de una sociedad para ejercer absoluto control sobre ella. Pero está en cada uno de nosotros, desde nuestros espacios, no importa la magnitud del aporte (porque nunca será poco), que esto sea reversible.
En mi caso, lo hago desde el debate y la difusión de ideas por la libertad. Desde hace algún tiempo no puedo terminar mis artículos de otra forma, porque de lo contrario sentiré que ya la destrucción de la sociedad también comenzó en mí.
La reflexión con que inicia este artículo me permite cerrarlo destacando que a pesar de este “legado”, en contraposición existe todo un movimiento de cultura por la libertad, movimiento del que siempre ha formado parte CEDICE, pero al que ahora se suman jóvenes de Caracas y del interior.
Sin ánimos de ser exhaustivos, debo mencionar las iniciativas de la Cátedra Libre Carlos Rangel UCV, preocupada por difundir las ideas de este intelectual venezolano; CEDICE Joven, organizador de discusiones de lecturas de liberales, a través del programa Círculo Bastiat; Proyecto Faro dedicado a formar jóvenes en distintos temas con invitados de la talla de Martín Krause, y desde Maracay, un conjunto de jóvenes que divulgan las ideas de la moderna Escuela Austríaca en la línea de pensamiento de Rothbard, Hoppe y Huerta de Soto.