En Europa algunos movimientos independentistas han alcanzado cierta visibilidad. El caso catalán y vasco en España, el escocés en el Reino Unido y el de Padania en Italia han alcanzado cierta visibilidad. Sin embargo, en el caso americano, con la excepción de los separatistas de Québec, este tipo de organizaciones no son tan visibles.
Tras la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, el movimiento Calexit recibió una relativa atención. El propósito de este grupo político es la independencia del Estado de California con respecto a los Estados Unidos.
En el PanAam Post le contamos cuáles son las organizaciones separatistas más importantes de América.
En Canadá: Québec
La región francófona de Québec tiene diversos movimientos que propugnan por la independencia. Una de las principales organizaciones es el Parti Québécois—Partido Quebequés—. Este partido político promueve la implementación de dos referendos por la separación de Québec de Canadá.
El primer referendum ocurrió en 1980, y el segundo en 1995. En ambos, la opción por la independencia resultó derrotada, aunque en el último por un estrecho margen.
Desde 2014, Québec está gobernada por el Partido Liberal de Québec, un partido federalista que no apoya la independencia de la región francófona.
Estados Unidos: Calexit y la independencia de Texas
Texas y California son dos de los Estados más prósperos y poblados de Estados Unidos. Sin embargo, ambos Estados suelen votar por opciones políticas muy diferentes. Mientras Texas suele ser un bastión del Partido Republicano, California es un bastión demócrata. Aunque ninguno de los dos partidos tradicionales de Estados Unidos apoya la independencia, algunos de sus votantes sí lo hacen.
En este sentido, con el ascenso de Obama al poder, algunos ciudadanos texanos propusieron la ruptura con respecto a Estados Unidos. En 2009, el entonces gobernador republicano de Texas, Rick Perry, hizo declaraciones defendiendo posturas separatistas, aunque luego se rectractaría. En 2012, con la reelección de Obama, de popularizó la venta de un sticker que promovía la secesión de Texas.
Además de conservadores descontentos, en el Estado sureño hay movimientos independientes que exigen la secesión como el Texas Nationalist Movement.
En el caso californiano, el movimiento más visible por la independencia de este estado occidental de los Estados Unidos es el California National Party. Louis Marinelli, líder del mencionado movimiento creó el comité “Yes California”. Este comité busca que para 2019, los californianos acudan a las urnas para votar sobre la posible independencia de su Estado.
Aunque el separatista “Yes California” surgió en agosto de 2015, el movimiento alcanzó visibilidad luego de la elección de Donald Trump. Demócratas y otros opositores de Trump en California han anunciado su apoyo a esta iniciativa.
Estados Unidos: ¿Puerto Rico independiente?
Desde 1898 Puerto Rico pasó a hacer parte de Estados Unidos. En la isla caribeña se han efectuado varios referendos en los que los puertorriqueños han votado sobre el estatus de su territorio. En los procesos electorales de 1967, 1993, 1998 y 2002 los boricuas rechazaron por amplio margen la independencia de la isla.
El Partido Independentista de Puerto Rico (PIP) es el principal defensor por la separación de la isla. Este partido es el tercer más importante de Puerto Rico, sin embargo, el sistema político boricua tiende al bipartidismo. El Partido Independentista pocas veces alcanza posiciones de poder.
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Brasil: ¿hacia la separación de São Paulo?
Brasil ha tenido diferentes movimientos separatistas a lo largo de su historia. São Paulo, Pernambuco y Rio Grande do Sul han tenido importantes movimientos independentistas. No obstante, en la actualidad la organización separatista más notoria de Brasil es el movimiento São Paulo Livre (SPL)
En 2013, São Paulo representaba cerca del 32 % del PIB de Brasil. El estado paulista es el más rico de Brasil. Por esta razón, los líderes del movimiento São Paulo Livre consideran que la creación de un São Paulo independiente. Mientras que algunos defensores del movimiento demuestran hostilidad frente a ciudadanos de otras partes de Brasil, especialmente hacia los nordestinos, otros simplemente buscan crear un Estado nuevo e independiente. Incluso, algunos de sus líderes, consideran que la única forma de reducir la burocracia estatal es creando un estado paulista independiente.
La victoria de Dilma Rousseff produjo indignación entre algunos paulistas. Razón por la cual, el movimiento São Paulo Livre se hizo más visibles y alcanzó más apoyo entre los ciudadanos. En octubre de 2016, el SPL impulsó la creación de un referendum por la independencia.
Los miembros del SPL denominaron a este evento Sampadeus (‘Sampa vai dar adeus ao Brasil-Sampa va a dar un adiós a Brasil). Voluntarios del SPL ubicaron puestos de votación en 80 municipios del Estado paulista. Del total de 48.912 votantes, un 54,2 % se manifestó en favor de un Estado independiente.
La Media Luna boliviana
Santa Cruz es el departamento más próspero de Bolivia, en 2014 aportaba el 28 % del PIB del país. Para algunos cruceños, el departamento conseguiría una riqueza superior con la separación de Bolivia. Para otros, el tema económico es secundario, y la cuestión separatista es una cuestión identitaria. Este último es el caso del Movimiento Nación Camba cuyo propósito fundamental es la separación de la llamada “Media Luna” de Bolivia. La “Media Luna” incluye los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija.
Hasta el momento, el proyecto separatista del Oriente boliviano no ha logrado gran acogida. No obstante, los movimientos por la autonomía de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija lograron tomar fuerza en 2008. Los hechos violentos ocurridos durante ese año, en los que resultaron asesinados varios indígenas bolivianos, restaron apoyo al movimiento.
Nacionalismo étnico y separatismo económico en América
Mientras gran parte de los movimientos separatistas en Europa tienen un carácter étnico, en América no parece ser así. En Québec, la cuestión es lingüística. En California y Texas la división parece ser mucho más política que étnica o lingüística. En Puerto Rico, los independentistas alegan factores históricos y lingüísticos pero no étnicos. De la misma forma, en Brasil, una gran proporción de quienes apoyan al SPL no parecen defender razones étnicas.
Tal vez la excepción es el caso boliviano, donde algunos cruceños rechazan formar parte de una nación de mayoría aimara.
Propugnar por la independencia de un territorio no necesariamente implica nacionalismo étnico. Sin embargo, puede desembocar en racismo, xenofobia, proteccionismo y hostilidad al diferente. Ojalá, los movimientos separatistas de América no sigan este camino de negación de la libertad.