El juez federal Norberto Oyarbide fue denunciado al admitir públicamente que frenó un allanamiento por una causa penal a una financiera en diciembre pasado porque recibió un llamado de un magistrado de la Casa de Gobierno.
Además de ser ahora investigado por la justicia a raíz de la denuncia presentada por incumplimiento del deber, el juez Oyarbide debe, ademas, dar cuenta a las acusaciones del jefe del operativo policial quien lo acusó de haber pedido US$300 mil en concepto de coima durante los primeros minutos del operativo a la empresa Propymes. Mientras tanto, Oyarbide se defendió: “Estaban utilizando mi nombre para cometer tropelías”.
Según las palabras de Norberto Mario Oyarbide, fue Carlos Liuzzi, segundo de Carlos Zannini en la secretaría Legal y Técnica, quien lo telefoneó para que suspenda el operativo en la financiera del 19 de diciembre pasado. Esta no es la primera vez para Liuzzi en la mira de la Justicia. El magistrado fue investigado en el 2012 por enriquecimiento ilícito al aumentar 38 veces su patrimonio desde 2003.
“Envié a la Cámara Federal un oficio en el cual informaba con todo cuidado de la forma en que yo me había anoticiado de [estos] hechos. En ese oficio que envié, con detalles y circunstancias, [explicaba] que había recibido un llamado telefónico directamente de la Secretaría Legal y Técnica, donde la persona que se anunció dijo que se trataba del señor Carlos Liuzzi”, declaró el polémico juez argentino.
A través de una serie de videos de las cámaras de seguridad de la financiera el juez Luis Rodriguez, a cargo de la investigación, tratará de dictaminar si realmente existió el pedido de coima a nombre de Norberto Oyarbide. La otra opción que maneja el juez Rodriguez es que hayan sido los policías por cuenta propia los que pidieron el soborno.
Pero el rompecabezas no termina aquí. Cual efecto domingo (cae uno, caen todos) el jefe policial Fabio Ascona,que aparece en el video, también acusado de pedir coima, involucró a dos personas más: a Zannini, Secretario de Legal y Técnica muy cercano al despecho presidencial y a Hugo Moyano, líder sindical.
Ascona aseguró que cuando entró a la financiera procediendo con el allanamiento, el dueño de la empresa allanada, Guillermo Greppi le “contó” que era “socio” del funcionario Zannini y del dirigente gremial. El jefe policial le contó al juez Rodriguez que cuando llegó Greppi a Propymes éste les dijo: “Ustedes no saben quién soy yo. Yo la tengo más larga que cualquiera. No saben con quién se metieron. Si a mí me pasa algo, ustedes se van conmigo”.
“Es mentira. Pueden decir lo que quieran para defenderse, tirarme con un misil Exocet, pero yo no vi en toda mi vida a Moyano ni a Zannini. Te invito a que pidan las llamadas de mi Movistar. Es imposible que Zannini me llame, si no debe hablar ni con la madre”, se excusó Greppi ante una consulta del diario argentino La Nación.
Denuncias
El juez federal ya está afrontando una denuncia penal por el ya famoso llamado que reconoció de oficio y tres acusaciones en el Consejo de la Magistratura. Dos de ellas fueron realizadas por Manuel Garrido, el ala mas dura de la oposicion y la otra por Mario Cimadevilla.
“A mi juicio, nos encontramos aquí con el incumplimiento y la afectación, por parte de Oyarbide, de los deberes de independencia e imparcialidad que conforman dos premisas básicas de la posición institucional del juez, con la consiguiente consternación social y debilitamiento de la imagen de la calidad del servicio de justicia”, obervó Cimadevilla, senador radical por la provincia de Chubut.
Con el reglamento que pocas veces deciden seguir bajo el brazo, el oficialismo se negó a tratar el caso del juez en el recinto general y logró postergar la resolución; se tratará el próximo jueves en la comisión de disciplina.
Corrupción en Argentina
No es el primer caso de jueces influenciados, presionados o amigos del poder político. La organización Transparencia International que lucha contra la corrupción y mide el grado de transparencia en el mundo, advierte la poca que hay en este país en comparación con el resto del mundo al ocupar el puesto 106 sobre 177 países consultados.
Con respecto a la foto actual, el 62% de los argentinos cree que existe más corrupción ahora que en los años anteriores.