El Departamento de Estado de Estados Unidos creó hace cinco años, según reveló ayer la agencia de noticias AP, ZunZuneo, una aplicación conocida como el “Twitter cubano” con el objetivo de crear audiencia e incentivar a los cubanos a revelarse contra el régimen de los Castro.
ZunZuneo, que se relaciona con zunzún, como se conoce al colibrí en Cuba, apareció en la isla luego de que el gobierno cubano arrestara al estadounidense Alan Gross en el 2009. Gross era contratista de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y viajaba a la isla frecuentemente, como parte de un programa que tenía como fin proveer el acceso a Internet a la comunidad judía cubana.
La red social, que llegó a tener más de 40 mil suscriptores, eludía las restricciones cubanas que el gobierno impone sobre Internet. Según el informe de más de mil páginas, USAID se manejó a través de empresas de España e Islas Caimán para evitar sospechas en sus transacciones y contrató a altos ejecutivos sin mencionarles el origen del dinero. Mismo los cubanos desconocían que la app venía del Departamento de Estado de Norteamérica liderado en ese entonces por Hilary Clinton.
La compañía de telecomunicaciones española Lleida.net, especializada en SMS, figura entre las empresas involucradas en el proyecto y como la encargada de desarrollar la plataforma de mensajes de la red social. Sin embargo, la empresa aseguró que “bajo ningún caso Lleida.net ha participado de forma activa en los acontecimientos mencionados en los medios de comunicación”.
De acuerdo al contenido del informe, Estados Unidos pretendía crear con esta red social una lista de suscriptores quienes recibían “contenido no controversial”, como noticias sobre béisbol, música y el clima. Una vez obtenidos una cantidad significativa de suscriptores, la red social serviría para enviar contenido político e incentivar manifestaciones masivas que desencadenarían un quiebre del régimen comunista.
No obstante, el objetivo no se cumplió y ZunZuneo dejó de funcionar, según USAID, en septiembre de 2012, cuando se terminaron los fondos donados por el gobierno de Estados Unidos.
La justificación de Estados Unidos
Inmediatamente después de de la publicación de esta noticia por AP, USAID sacó un comunicado en el cual informa que efectivamente sí tuvieron una participación y que están “orgullosos de ello”. “La USAID se enorgullece de su trabajo en Cuba para proporcionar asistencia humanitaria básica, promover los derechos humanos y las libertades universales, y para ayudar a la información fluya más libremente al pueblo cubano”, expresó el vocero de la organización Matt Herrick.
La ley estadounidense establece que cualquier acción encubierta de una entidad federal necesita de la autorización del Presidente y una notificación al Congreso. USAID aseguró que su trabajo se realizó en concordancia con “las leyes estadounidenses”.
El secretario de Prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, reconoció la participación del gobierno estadounidense detrás de la red, pero negó que fuera una acción encubierta. “No era un programa de inteligencia” afirmó el secretario, “sugerencias de que éste era un programa secreto son erróneas”. Según Carney, el fin de la red siempre fue “promover el libre flujo de información, promover la participación de ciudadanos, especialmente en sociedades que no son permisivas”.
Marie Harf, portavoz adjunta del Departamento de Estado, aseguró que el gobierno de Obama nunca se propuso utilizar la red para promover inestabilidad política en Cuba. Nunca divulgamos contenido político”, aseveró Harf. La funcionaria afirmó que el intercambio de información a través de la red no podía ser controlada por ellos, “incluso, podían expresar sentimientos contrarios a Estados Unidos”.
La respuesta de Cuba
“Ilegales y encubiertas” fueron las palabras utilizadas por el gobierno de los Castro para describir las acciones de USAID en la isla. A través de un comunicado de prensa, firmado por Josefina Vidal directora general de EE.UU. del Ministerio de Relaciones Exteriores de la isla, la Cancillería cubana exhorta a Estados Unidos a respetar el Derecho Internacional y los principios de la Carta de las Naciones Unidas.
“Se demuestra una vez más que el Gobierno de Estados Unidos no ha renunciado a sus planes subversivos contra Cuba, que tienen como propósito crear situaciones de desestabilización para provocar cambios en nuestro ordenamiento político y a lo cual continúa dedicando presupuestos multimillonarios cada año”, expresa el comunicado.
Internet en la isla
Datos de Google sugieren que la conexión de Internet en la isla es la más lenta de Latinoamérica y estaría en los mismos niveles como países como Liberia y Sudán. Según Michel Ibarra, cubano exiliado en Buenos Aires, sólo los extranjeros residentes o las empresas podían utilizar Internet, los cubanos no podrían por ley tener cuentas.
La situación mejoró, cuenta él, superficialmente: “Ahora hicieron unos cyber-café y permitieron a los cubanos tener cuentas para Internet en su casa, pero los precios son abrumadores, impagables, y no estoy seguro de la velocidad que tengan. Cuando yo me fui ver un video de Youtube era imposible. Además seguirán bloqueando los sitios que a ellos les parezcan anti-cubanos, que aún así se pueden ver entrando desde sitios que te ocultan la IP, pero eso hace incluso más lenta la navegación”.