EnglishCualquier actividad empresarial altamente exitosa suele llamar la atención de una amplia variedad de actores sociales, incluyendo la de funcionarios públicos ansiosos de hacer cumplir la ley a rajatabla. Así, en Estados Unidos, el fiscal general del estado de Nueva York, Eric Schneiderman, acusó al portal Airbnb –que ofrece casas, apartamentos y habitaciones en alquiler de corto plazo en más de 192 países‒ de varias irregularidades, y el 21 de abril presentó una declaración jurada a la Corte Suprema de Justicia de Albany solicitando información detallada a los dueños de la empresa sobre los datos concretos de sus operaciones en Nueva York. Hasta el día de hoy, la empresa se ha negado sistemáticamente a brindar la información solicitada por el fiscal.
La oficina de Schneiderman había empezado sus investigaciones el año pasado, al detectar que los usuarios que ofertan casas, apartamentos o habitaciones en Airbnb no pagan impuestos por los alquileres que cobran.
Además, según informó la oficina del fiscal en noviembre del año pasado ante el intento de Airbnb de anular la citación, “es ilegal que los residentes de los edificios de Clase A [casas de vecindad] alquilen sus departamentos por un período de tiempo inferior a 30 días al menos que ellos estén presentes en el apartamento”.
El 21 de abril de este año, un día antes del día de la citación en la corte, Airbnb retiró 2 mil anuncios de hospedaje en Nueva York. En un artículo de opinión publicado el 22 de abril en el diario The New York Times, Schneiderman hizo énfasis en que “proteger al consumidor es el deber de los agentes reguladores”, y dijo que el hecho de que la empresa haya quitado de su sitio web esos anuncios sugiere que sus preocupaciones no carecen de fundamento.
“Los cíber-libertarios argumentan que los reguladores a menudo carecen de las herramientas o conocimientos para aplicar la ley correctamente. Y no es que estén del todo equivocados. Pero eso no significa que la regulación sea innecesaria. Ni tampoco excusa el que ellos se nieguen a trabajar con las agencias del gobierno para desarrollar esas herramientas”, manifestó el fiscal.
“Todo tiene un límite”
Por su parte, Airbnb se defendió a través de un comunicado en su página web: “La conclusión es clara: Airbnb hace a Nueva York más asequible para los neoyorquinos y nuestra comunidad genera beneficios reales para todos en Nueva York. La comunidad Airbnb generará US$768 millones en actividad económica en Nueva York en 2014, y sostiene 6.600 puestos de trabajo. Los viajeros tendrán la oportunidad de permanecer en espacios únicos y gastarán su dinero en negocios locales… y la comunidad Airbnb pagará más de US$36 millones en impuestos sobre las ventas”.
En otro comunicado, la empresa expresó de manera muy asertiva su desacuerdo con las acusaciones dirigidas por la fiscalía de Nueva York: “Todos en la comunidad Airbnb, personas que se preocupan por la privacidad, e innumerables neoyorquinos, dijimos que todo tiene un límite. Este ataque a miles de ciudadanos que ocasionalmente alquilan sus casas es una pérdida de tiempo y de recursos judiciales. No lo íbamos a tolerar”, continua el documento.
Nick Papas, vocero de Airbnb, en declaraciones para el New York Post, dijo que “Schneiderman esta dirigiendo sus reclamos a miles de neoyorquinos que lo único que buscan es tratar de llegar a fin de mes”.
El mismo artículo cita a Schneiderman durante una conferencia con líderes políticos y empresariales en el Club Atlético de Nueva York diciendo que protegería a la “extraordinariamente exitosa” industria hotelera.
El fiscal fue determinante al decir que el problema no son aquellos que alquilan ocasionalmente un cuarto de su propiedad, sino aquellos que usan el servicio para alquilar múltiples propiedades, lo que en la práctica los convertiría en empresarios hoteleros. “Lo que es ilegal es el servicio de hoteles clandestinos”, concluyó.
Por último, manifestó que “lo que está haciendo Airbnb es, por un lado, decirle a los inversionistas que son una red de hoteles, y por el otro, le dicen al público que no lo son”.
https://twitter.com/AGSchneiderman/status/459319424554893314
Declarando para el diario Daily News, Shcneiderman argumentó que también estaba en juego la seguridad de los usuarios de Airbnb, ya que los hoteles implementan medidas de seguridad contra incendios y otras medidas sanitarias que Airbnb no impone a los dueños de casas y apartamentos. Y recalcó que la mitad de la ganancia de Aribnb es generada por operadores de hoteles ilegales que no pagan impuestos.
https://twitter.com/AGSchneiderman/status/458763891125014530
La petición a favor de Airbnb
La estadounidense Evelyn Badia creó una petición online para juntar 25 mil firmas que entregará a la oficina del fiscal general. Su objetivo es pedir que éste desista en lo que ella cree que es una defensa de los intereses de la industria hotelera y que proteja “a todos los neoyorquinos”. Explica que “muchas personas tienen dificultades económicas, necesitan ayuda para pagar la hipoteca y mantener las luces encendidas”. También instó a “apoyar la ‘economía del compartir’ y a Airbnb”.
Badia coincide con Airbnb en la opinión de que este tipo de plataformas de Internet traen cuantiosos beneficios para la economía.