El congreso del estado de New Hampshire aprobó ayer en ambas cámaras y por unanimidad un proyecto de ley que prohíbe a funcionarios gubernamentales obtener información de artículos electrónicos —incluidos los celulares— sin la debida orden de allanamiento emitida y firmada por un juez. Para que la ley entre en vigencia solo faltaría la firma de la Gobernadora Maggie Hanssan.
La propuesta, que tiene como fin bloquear la invasión de la privacidad de los usuarios, prohíbe obtener información proveniente de un artículo electrónico sin una orden judicial previa.
“El proyecto de ley fue aprobado. No es perfecto, pero es lo mejor que pudimos conseguir teniendo en cuenta el clima político”, expresó el representante estatal John Hikel.
Respecto de si la gobernadora firmará o no el proyecto, Hinkel, el republicano promotor de la iniciativa, se mostró cauto. Adelantó que si los republicanos ganan la mayoría el año que viene, podrían cambiar mucho el proyecto.
La propuesta del congreso del estado de New Hampshire genera un conflicto legal con las leyes federales, que priman sobre las estatales.
El proyecto define como entidad gubernamental a toda agencia federal, estatal, de distrito y local, incluidas las agencias judiciales o los departamentos, comisiones o individuos actuando para cualquiera de estas agencias. Así, esta definición incluye también a entidades federales encargadas de las políticas de vigilancia masiva.
Mike Maharrey, director de Comunicación de la organización estadounidense Tenth Amendment Center, declaró que el gobierno no tiene el derecho de saber si las personas “no tienen nada que ocultar”.
En sintonía con el choque legal entre las leyes estatales y federales, Maharray manifestó que el hecho de haber incluido a las agencias federales en esta prohibición de obtener información genera dos efectos importantes. “Obligará a los tribunales federales a tomar una posición sobre la constitucionalidad de los programas federales de vigilancia masiva, ya que la ley federal no puede aplicarse si no es coherente con los principios declarados en la constitución, y también pone en primer plano el hecho de que cada estado tiene en efecto un papel que desempeñar en el rechazo de los programas inconstitucionales de espionaje, ya sean estatales o federales”.
Esta ley se implementaría en el contexto de la constante vigilancia las agencias federales estadounidenses realizan sobre millones de individuos sin ninguna orden judicial, y muchas veces sin siquiera evidencia de actividad criminal.
Agencias federales como la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) pueden ubicar celulares estadounidenses y extranjeros por igual, en donde se encuentren. Según un artículo publicado en el Washington Post en diciembre pasado, la NSA informó que rastrea y almacena 5 millardos de registros de celulares por día.
Esto no solo ayuda a identificar dónde están las personas sino con quién se relacionan. La NSA utiliza técnicas para mapear las relaciones entre los dueños de los celulares y miles de otros teléfonos, aun cuando estos no están siendo utilizados.
Organizaciones como Nullify NSA (“Detén a la NSA”) invitan a la ciudadanía a que apoye la flamante norma aprobada en el congreso de New Hampshire y que tomen acciones para defenderse de las agencias de vigilancia federales. En este sentido, invitan a llamar a la gobernadora y pedirle que firme la ley.
New Hampshire Alert: Help needed now to pass anti #spying bills @FreeStateNH Take action HERE: http://t.co/d0i1e1nK3W pic.twitter.com/LgmQrsKwM8
— OffNow.org (@OffNowProject) April 14, 2014
Shane Trejo, miembro de esta organización, escribió al respecto de la NSA: “La metadata cuenta la historia completa de la vida de una persona, y su colección es una medida altamente invasiva e ilegal según la Cuarta Enmienda de la Constitución [estadounidense]. Este intercambio de datos [de las agencias federales] clava una daga en el corazón de la Cuarta Enmienda”.
Sobre la ley aprobada en el congreso de New Hampshire, añadió que este proyecto permitirá impedir la recopilación de datos sin orden judicial y el que sean compartidos por las distintas agencias, y hará inadmisible esta información en los tribunales “deteniendo en la práctica la efectividad del espionaje federal”.
En 2007, la NSA lanzó el llamado proyecto Prism con el objeto de recopilar millones de fotos, correos electrónicos, llamadas telefónicas y otros datos a través del acceso directo a los servidores de Facebook, Yahoo, Google y Microsoft.