EnglishMientras el mundo mira horrorizado a México, en el norte de Brasil 10 personas presuntamente ultimadas por policías militares despiertan sospechas de otro caso de violencia policial.
En un confuso episodio en la ciudad norteña de Belén, Estado de Pará, en la madrugada del miércoles, supuestos policías militares habrían asesinado a 10 personas. La Policía Civil de ese Estado confirmó el hallazgo del décimo cuerpo, aunque aún no se ha establecido la responsabilidad de dichos crímenes. Sin embargo, todo apunta a que los asesinatos habrían sido una venganza de los compañeros del cabo de la Policía Militar Antônio Marcos da Silva Figueiredo, de 43 años, quien fue asesinado el pasado 4 de noviembre mientras se encontraba fuera del horario laboral.
Informaciones divulgadas por residentes y medios locales informaron que la supuesta redada de venganza se realizó en los barrios de Guamá, Terra Firme, Marco, Jurunas y Sidera, en Belén, entre la noche del martes y la madrugada del miércoles.

La organización de derechos humanos Amnistía Internacional informó en su sitio web que los residentes de esa ciudad creen que las víctimas ascienden a 20. Por ahora, seis cuerpos presentan señales de haber sido ejecutados.
“Después de la muerte del policía militar, comenzó a circular en Tierra Firme [un barrio de Belén] información para que la gente se resguarde, [advirtiendo] que ocurriría una matanza”, relató un familiar de una de las víctimas que recibió cinco disparos desde un motorizado encapuchado.
Las autoridades de la División de Homicidios de la Policía Civil aún están investigando el autor, los detalles y las circunstancias del asesinato del cabo Figueiredo, presumiblemente ejecutado por un pandillero de la ciudad.
Un grupo comando especial de la Policía Militar llamado Ronda Ostensiva Táctica Metropolitana (ROTAM) estaría detrás del acto de venganza organizado a través de las redes sociales.
“La caza comenzó…!!! Te llama vagabundo… La Rotam está con sangre en los ojos”, publicaron en su página de Facebook en la misma noche del asesinato de su colega.
Luego de este mensaje, otros audios y videos de disparos empezaron a circular por las distintas redes sociales. También apareció un audio que fue compartido por la plataforma de comunicación WhatsApp que sugería a los vecinos del barrio de Guamá no salir de sus casas porque la Policía Militar haría una “limpieza” en esa zona luego de la muerte del cabo Figuereido.
Según Amnistía Internacional, locales informaron que este aparente grupo militar en busca de venganza cortó las calles cruzando en ellas sus autos para impedir la entrada y salida de otros automóviles o de peatones.
Además, vecinos confirmaron haber visto dos automóviles y al menos cinco motos, todos con personas armadas y utilizando máscaras que cubrían sus caras.
Gobierno se lanza a la búsqueda de culpables
La Secretaría de Seguridad Pública desmintió las informaciones, y horas posteriores a que comenzaran a circular los rumores aseguró que solo se debe tomar en cuenta lo publicado por el Gobierno y no lo publicado en las redes sociales.
La Policía Civil prometió incrementar la cantidad de efectivos policiales dedicados al caso pero descartó la posibilidad de enviar agentes federales a esa ciudad.
“La gente no debe entrar en pánico. Hay muchas personas que se aprovechan de la situación y la difusión de rumores en Internet, tratando de crear una situación de caos “, dijo el fiscal Armando Teixeira.

La Comisión de Derechos Humanos del Senado Federal de Brasil también expresó su preocupación en una carta publicada el 6 de noviembre.
“Ya han sido enviadas cartas de parte del Consejo de Derechos Humanos a los órganos públicos del Estado de Pará, solicitando una investigación inmediata e independiente de los crímenes, y que se castigue con rigor a los involucrados y a los autores de los bárbaros asesinatos”, cita el documento.
Editado por Elisa Vásquez y Adam Dubove.