En Argentina suceden cosas de las más insólitas. La última fue el miércoles 17, cuando el Senado transformó en ley un proyecto que conmemora el 7 de octubre como el Día Nacional de la Identidad Villera. Lo hicieron en homenaje al aniversario del nacimiento de un cura católico que hizo mucho labor de caridad en la Villa 31 de Buenos Aires.
Pero, ¿qué es la Identidad Villera? La palabra villero no se encuentra en el diccionario de la Real Academia Española, sin embargo, en este país define a un individuo que habita en una villa de emergencia.
Un villa es, entonces, una zona residencial que sufre por lo general de bajos recursos, indigencia, hacinamiento, falta de cloacas, calles de tierra, falta de gas natural, precariedad, adicciones, violencia y otras tantas características.
La iniciativa oficialista fue aprobada por 36 votos a favor y 27 en contra. El jefe de la bancada del Frente para la Victoria (el partido de la presidente Cristina Kirchner) aseguró que a este tema hay que “abordarlo sin prejuicios”.
Con esto, expresó el legislador, apuntan a “hacer un homenaje al padre Carlos Mugica, un cura que asumió su sacerdocio con un fuerte compromiso con los más pobres en la villa 31”.
Por su parte, la opositora Gabriela Michetti indicó: “Creo que el padre Mugica no quería que la gente viviera en las villas miserias, las villas de emergencia”, por eso consideró contradictorio que se votara “por consolidar la identidad villera”.
En este mismo sentido, el Ministerio de Educación de la Nación establecerá la incorporación en el calendario escolar del siete de octubre en conmemoración del padre Mugica. Asimismo, el organismo estatal “implementará actividades tendientes a difundir entre los alumnos el conocimiento y el significado de la conmemoración resaltando los valores” que “componen la identidad villera como la solidaridad, optimismo, esperanza, generosidad, humildad y el valor por lo colectivo”.
Dicen que el peor error político es confundirse de enemigo. Yo creo que no, creo que el peor error político es confundirse de amigo. ¿Quién en su sano juicio reivindicará la pobreza y el estancamiento social? Lo que ha hecho el oficialismo argentino es un chiste sin gracia.
Más allá de la implicación de que se otorgue un día del año a reivindicar una cultura en particular, el problema es de fondo, y es creer que es un mérito vivir en una villa, en donde ni siquiera existen títulos de propiedad de los terrenos.
El Gobierno de Kirchner buscaría entonces a través de este proyecto, utilizar esta herramienta para diferenciar un ellos de un nosotros. Ellos son los que no entienden la cultura villera, versus nosotros que los defendemos, les entregamos subsidios, planes asistenciales, y comprendemos su situación.
Sin embargo, los que asignan el día de la cultura villera no son villeros. ¿Qué estará pensando una persona que vive en estas condiciones?, “Celebran mi pobreza, pero ¿qué saben de lo que vivo yo a diario?”
Esto no deja de ser un hecho político. Un abrazo más de parte de los políticos populistas a los que menos tienen; una vil manera de hacerlos sentir parte de un modelo que no deja de excluirlos.