EnglishMientras la prestigiosa revista Foreign Policy premia a las mentes más brillantes del año en su listado de 100 Pensadores Globales de 2014, otros observan desde afuera con aspiraciones de reconocimiento intelectual.
Son personalidades que brindan conferencias y declaraciones como si fuesen grandes luminarias y no son otra cosa más que repetidores de clichés y falsedades. Al hacer una mirada retrospectiva a 2014, nuestra lista preliminar se hizo tan larga que decidí con mi colega Adam Dubove hacer un filtro y elegir a los seudointelectuales de América. Elaboramos un listado con lo 10 “no-pensadores” más relevantes del año, porque ellos también merecen un reconocimiento.
1. Axel Kicillof
El actual ministro de Economía de Argentina, niño mimado de la presidente Cristina Kirchner, mejor promedio de su camada universitaria y con un doctorado en Economía, aseguró en mayo pasado que “el movimiento de los precios es mucho más complejo que esa palabra inflación, que es absurda” —en un pais con 40% de inflación anual. Es que para Kicillof “la inflación no es del 40%”, sostuvo en el último mes del año. “Lo usan para machacar con la cadena del desánimo, de la mala onda, del fracaso pero el fracaso es de ellos”, señaló.
Para Kicilloff, el incontrolable aumento de precios en Argentina no es una realidad sino una conspiración de la mano de los fondos buitre. “La gente está pensando en el arbolito y van a seguir machacando que en enero va a haber una hecatombe, una bomba atómica, para generar un clima propicio a un ajuste económico”, afirmó recientemente.
2. Dick Cheney
El exvicepresidente de Estados Unidos y líder del ala neoconservadora del Partido Republicano tuvo el desliz de decir que la investigación realizada por el Senado de ese país sobre las torturas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a supuestos terroristas estaba “lleno de mierda”. Los derechos humanos parecerían no tener lugar dentro del pensamiento del político de Cheney; los fines “absolutamente” justifican los medios, a pesar de que el informe reveló que las técnicas brutales eran muchas veces ineficaces y fueron practicadas a personas que resultaron ser inocentes.
3. René Perez (Residente)
El cantante de la agrupación puertorriqueña Calle 13 se presenta a sí mismo como un rebelde y mediante sus canciones pretende transmitir un mensaje antisistema. Lejos de ello, Rene Pérez, también conocido como Residente, se alinea con los sistemas más autoritarios y represivos de América Latina. En una entrevista en 2014, mientras se desarrollaban las protestas antigubernamentales en Venezuela, el cantante afirmó que en ese país “se manipula en muchos medios” y consideró que por ese motivo desde “fuera del país, sin entender qué se vive ahí” sería “irresponsable” opinar sobre el tema.
De todas formas, para Residente la necesidad de vivir en un país parece solo un requisito a la hora de criticar. Mientras miles de venezolanos reclamaban poner un punto final al régimen chavista violador de derechos humanos, Pérez consideró que el “legado (de Chávez), es de unidad, de unificar países, esta unidad latinoamericana que se siente tiene que ver mucho con su trabajo, con lo que hizo. Se siente. Eso yo no lo sentí nunca antes y la fuerza que hay y esas ganas de colaborar entre países que puede existir —que antes eran menos—, es gracias al trabajo que él hizo, fue fundamental, importante”.
4. Danny Glover
Admirar al socialismo del siglo XXI desde la cómoda y reconfortante vida de Hollywood podría resultar contradictorio para muchos. No es el caso de Danny Glover. El actor estadounidense, aseguró que el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez “dio su último aliento por una Venezuela libre, democrática y con autodeterminación”.
Cuando se trata de dar argumentos absurdos, Glover pertenece a una categoría aparte: en 2011, acusó al contratista de la USAID Alan Gross —recientemente liberado de su cautiverio de cinco años en una cárcel cubana por el “crimen” de proveer software de telecomunicación a una remota comunidad judía de la isla— de tratar de “desacreditar al Gobierno cubano”.
5. Thomas Donahue
El presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, Thomas Donahue, tras arribar a La Habana en mayo pasado manifestó que estaba allí “debido a la evidencia de que estamos viendo en Cuba de una extraordinaria expansión de la libre empresa, la reducción de los puestos en el Gobierno, y la contratación más privado, todo lo cual se está moviendo en la dirección correcta”. Le faltó mencionar el hecho de que ninguna corporación en la isla tiene mayoría de participación privada y la única solución para muchos cubanos sigue siendo el mercado negro.
6. Robert Reich
El exsecretario de Trabajo de la presidencia de Bill Clinton realizó una petición en MoveOn.org exhortando a McDonald’s y a Walmart a aumentar los salarios de sus trabajadores. “Su empleado típico está ganando entre US$8,25 y $8,80 por hora”, escribió. “Walmart y McDonald’s pueden permitirse el lujo de pagarles $15 la hora, sin causar despidos o aumentar los precios”. Reich ignora que los salarios no dependen de la generosidad de los empresarios sino de la productividad del trabajador. Una política de este tipo generará un mayor desempleo e inversión en máquinas que reemplacen la encarecida mano de obra.
7. David Frum
El inmigrante canadiense y hoy ciudadano de Estados Unidos que trabajó como escritor de discursos para el expresidente Georoge W. Bush quiere aplicar leyes más estrictas contra los inmigrantes. No tiene importancia, aparentemente, el hecho de que él alguna vez fue uno de ellos. “Hay gente que tiene que afrontar terribles opciones, las cuales se han tornado peores por la laxitud de las leyes de inmigración estadounidenses. Si la actual ola no es detenida y revertida, estás opciones se volverán aún peores”, escribió en la revista The Atlantic.
Además es un opositor a la legalización de la marihuana en Estados Unidos. Si bien cree que la prohibición no es la mejor solución, cree que legalizar el cannabis magnificará los problemas asociados que ya existen con el uso de la marihuana recreativa —a pesar de que los resultados del experimento en Colorado apuntan a todo lo contrario.
8. David Suzuki
El es uno de los fans más importantes de los hermanos Castro en la actualidad. El científico canadiense afirmó en diversas oportunidades que cree que “Cuba es un modelo” de sustentabilidad. A pesar de la centralizada economía que decide cuántos gramos de pollo o arroz le corresponden a cada ciudadano, el 80% de la comida disponible en Cuba es importada.
9. Oliver Stone
El director de cine estadounidense Oliver Stone nunca pierde la oportunidad para ensalzar a los regímenes más represivos de América Latina, siempre y cuando estos denuncien a EE.UU. En su película Al sur de la frontera (reseña) hace una apología a todos ellos: Fidel Castro, Hugo Chávez, Evo Morales, y Néstor y Cristina Kirchner.
Stone lo hizo de nuevo, y este año se quejó que los “medios occidentales han estado muy en contra de Venezuela, Bolivia y Ecuador”. Sin embargo, no todos permanecieron pasivos ante las posturas del director que chocan con la realidad. En una carta abierta que recibió durante un evento a comienzos de 2014, los líderes de Estudiantes por la Libertad intentaron hacerlo reflexionar:
“Es muy sencillo hablar de las bondades del populismo cuando uno no tiene que padecerlo día tras día. Es muy sencillo hablar de estas ideas cuando uno no padece las políticas de Estado que fomentan la impunidad y la violencia sistemática, mientras se ataca y desampara a las víctimas de tales crímenes. Es muy fácil defender el socialismo cuando uno no tiene que mendigar para obtener comida, ni hacer largas filas en los mercados, sufrir las inflaciones más elevadas del mundo y padecer todo tipo de humillaciones para poner el pan en la mesa de su hogar”, increparon los jóvenes latinoamericanos.
10. Alex Freyre
Alex Freyre saltó a la fama en Argentina por liderar manifestaciones reclamando el matrimonio homosexual. Por ese motivo fue premiado con un puesto en el Gobierno como director del Archivo de la Memoria de la Diversidad Sexual.
Sin embargo, su figura adquirió aún más notoriedad cuando en octubre de 2014 aseguró que si el diputado y candidato presidencial opositor Sergio Massa obtiene una victoria en las elecciones del próximo año y paga la deuda a los denominados fondos buitre, muchos enfermos de Sida morirían. “Massa se expresó sobre las decisiones económicas que tomaría, que va a pagarle a los fondos buitres. La consecuencia es que no va a haber medicamentos. No es algo que quiero ni lo digo con alegría. ¿Cómo voy a desear que alguien muera? No, van a morir un montón de amigos míos. Yo también puedo morir. También tengo VIH”, dijo en una radio.
Más tarde, en diciembre, durante el Día Internacional de la Lucha contra el Sida aseguró que la enfermedad “llegó [al país] a partir del neoliberalismo”.
Créditos de las imágenes: 1. Ministerio de Economía de Argentina; 2. Wikimedia; 3. Wikimedia; 4. Wikimedia; 5. Carl Malamud; 6. Wikipedia; 7. Howard County Library System; 8. Wikipedia; 9. Wikimedia; 10. Télam.
Con la contribución de Adam Dubove. Editado por Daniel Duarte