EnglishEn una sesión parlamentaria que duró más de 20 horas, el Senado de Chile aprobó este miércoles 14 una reforma al sistema electoral vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet. Se trata de una búsqueda por aumentar los diputados y senadores, y pasar de un sistema binominal a un sistema proporcional.
La iniciativa, aprobada con los votos del oficialismo y de dos miembros de la oposición en el Senado, debe ser ahora aprobada por la Cámara de Diputados para que se convierta en ley.
“Esto permite dar un salto tan importante para nuestra democracia. Después de 25 años se permite terminar con un sistema electoral único en el mundo y que, por supuesto, le ha hecho mucho daño a la democracia chilena”, indicó luego de finalizada la votación, Rodrigo Peñailillo, ministro del Interior.

El funcionario también expresó que el nuevo sistema electoral abre las puertas a nuevas fuerzas políticas. De esta manera “hay una mayoría clara, una mayoría que se expresa y una minoría que en toda democracia es necesaria”. También dijo que el actual sistema binominal “tiende al empate” en relación a que favorece la existencia de solo dos coaliciones.
Por su parte, la presidenta socialista Michelle Bachelet se entusiasmó con la aprobación de la reforma: “nos va a permitir una mejor representatividad, más y mejores ideas en el Parlamento”. Además precisó que esta iniciativa representaba un anhelo esperado y necesario “para renovar la política del país”.
El proyecto de ley elimina el sistema binominal por el cual se eligen dos cargos por distrito electoral. Estaba vigente en Chile desde 1989, cuando el país estaba gobernado por el régimen militar comandado por Pinochet, que según aseguran desde el oficialismo, ha excluido a los partidos políticos que estaban por fuera de las grandes coaliciones.
De esta manera, se reemplaza el sistema binominal por el proporcional, utilizando el método D’Hondt, sistema de coeficiente que evalúa, en proporción a los votos alcanzados, el número de cargos electos asignados a las candidaturas.
“Hoy volvemos a la tradición de este país, un sistema representativo, proporcional y ese logro, que costó mucho, es el inicio de una nueva etapa y a la vez el fin de una de las herencias más nefastas de la dictadura”, aseguro Juan Pablo Letelier, senador socialista.
Con el nuevo sistema proporcional, en las próximas elecciones aumentarían en 12 los escaños del Senado y en 35 los de diputados nacionales. En total, los chilenos elegirán 50 senadores y 155 diputados.
Los defensores del proyecto estiman que no va a haber dificultades para que diputados lo aprueben, porque es una cámara que esta conformada en su mayoría por el oficialismo.
“Nos sentimos tremendamente orgullosos de decir que hemos logrado algo histórico después de 25 años”,dijo Isabel Allende, presidenta del Senado.
Además del cambio en el mecanismo de elección a las autoridades y las vacantes en el Congreso, la ley impone un cuota mínima de género. “De la totalidad de declaraciones de candidaturas a diputado o senador declaradas por los partidos políticos, hayan o no pactado, ni los candidatos hombres ni las candidatas mujeres podrán superar el 60% del total respectivo”, establece el proyecto de ley.
La derecha paso 25 años defendiendo el Binominal. Hace de todo para alargar la discusión. Hoy nada impedirá decir #ChaoBinominal
— Ricardo Lagos Weber (@lagosweber) January 14, 2015
Una reforma anticonstitucional
Entre los mayores opositores a la reforma electoral estuvo Hernán Larraín, senador por la Unión Democrática Independiente (UDI), quien estimó que el proyecto es “injusto” ya que es “constitucionalmente inadmisible”.
Para el senador, además de creer que este cambio traerá mayor gasto fiscal, critica la “distribución de los escaños” que generará la nueva ley.
“Lamentablemente se ha perdido una enorme oportunidad para hacer un cambio por todos compartido, un acuerdo de todos los sectores políticos, el Gobierno se cerró a esa posibilidad y terminamos aprobando un proyecto mediocre, que va a debilitar nuestra institucionalidad. Es un proyecto que por la conformación de los distritos le regala a la Nueva Mayoría en el orden de 10 parlamentarios, y eso es grotesco”, indicó.
Andrés Barrientos, miembro de la ONG Ciudadano Austral, le comentó a PanAm Post que el nuevo sistema degradaría la igualdad de voto en el Parlamento, en el sentido de una correcta representación para que el voto de un diputado de un distrito no termine valiendo más que el de otro.
“Me parece preocupante, además, que aumenten de 120 a 154 los diputados, prácticamente es una cámara más, pagada por los contribuyentes. Creo que los sistemas mayoritarios favorecen los acuerdos, no así los proporcionales, como se está cambiando ahora, dado que serán unos pocos quienes tengan la llave de la negociación, además de que Chile tiene un sistema presidencialista”.