EnglishHilario Ramírez Villanueva, el excéntrico alcalde de la ciudad de San Blas, en el estado mexicano de Nayarit (noroeste), festejó el sábado 28 su cumpleaños número 44 con una monumental fiesta que, costó MEX$15 millones (US$1 millón) y a la que asistieron más de 25 mil personas.
Según estimó el propio alcalde, amigos y seguidores de él donaron las 50 mil cervezas, 50 reses para la preparación de la “birria”, tradicional plato mexicano preparado con salsas y distintos chiles, y colaboraron para un concierto en vivo de la banda El Recodo.
Ramírez Villanueva, quien ganó las elecciones de su localidad el pasado 7 de julio con el 40.32% de intención de voto, había abierto la invitación a la fiesta al público en general.

“Quiero que venga toda la gente, sin distinción alguna: millonarios, ricos y jodidos como yo. El 28 de febrero los espero en (la localidad de) Huaristemba. A la 1:00 de la tarde. Todo mundo está invitado”, expresó en los medios locales.
Además, indicó: “Están invitados todos mis amigos, y también mis enemigos, de todo el estado, de toda la república, viene la banda El Recodo, para que vayan a disfrutar de una bonita fiesta, porque ustedes saben que su amigo ‘el Layín’ atiende bien, un traguito, un ruidito y un taquito”, prometió.
En el medio de los festejos por su natalicio, el funcionario precisó que “casi todo” se los regalaron unos amigos. “Nada gasté de la presidencia [alcaldía municipal], porque se sabe que los municipios están jodidos”, manifestó.
En comparación, se gastó en el festejo casi la misma cantidad del presupuesto anual del municipio en seguridad (MEX$15.9 millones).
En términos de organización, se montaron sillas para 10 mil invitados y se le pidió apoyo a la policía del municipio, a la del Estado de Nayarit y a los agentes de Protección Civil.
“Layín tiene muchos amigos y muchas regalías, la presidencia [el municipio] no pagó nada. Es una administración ciudadana y este festejo es a mi gusto”, dice mientras habla de sí mismo en tercera persona.
“Mañana van a salir chingaderas [mentiras] en redes sociales, pero no hagan caso. Yo soy un agricultor. De cada dos pesos que gano, uno es para la gente y otro para mí, y a veces los dos son para la gente, porque a mí me gusta ayudar, yo nací para ayudar”, expresó.
Durante la celebración en Huaristemba, su pueblo natal, el polémico funcionario bailó con una joven en el escenario y protagonizó un escándalo: al ritmo de la música le levanto el vestido en dos ocasiones y dejó al descubierto la ropa interior de la mujer frente a un ardiente público que aplaudía.
La joven mujer —de la que se desconoce su identidad— siguió bailando con el alcalde, si bien se apresuró a acomodar su vestido.
Sobre esto se pronunció José Trinidad Espinoza Vargas, secretario General de Gobierno de Nayarit, quién condenó la actitud de “Layin” Ramírez. El funcionario advirtió que “el respeto es un valor fundamental que debe regir nuestro comportamiento social. La política no debe ensuciarse con acciones que denigran, que vulneran, que ofenden”.
Además, manifestó que la mujer es sinónimo de lealtad y honor. “Quien las violenta nos vulnera a todos. Nos lastima a todos. No a este tipo de acciones”, exhortó en su página de Facebook.
“Robé solo un poquito”
Ramírez Villanueva admitió, frente a los micrófonos y una multitud que lo estaba escuchando durante su campaña electoral por la reelección de la alcaldía, que robó pero que solo fue “poquito”, una “rasuradita”. También confesó que si bien con una mano robaba, con la otra entregó el dinero a sus “pobres compañeros”.
“A mí me gusta el dinero, como a ustedes y como a ellos, y como a todos, pero me gusta mucho trabajar. ¿Que le robé a la presidencia [municipal]? Sí le robé, sí le robé, poquito, porque está bien pobre”, expresó el alcalde que también es conocido como “Layín” en junio de 2014.
La primera administración del alcalde (quién asumió por primera vez en 2008) fue cuestionada, según asegura El Universal de México, por la desaparición de US$1.5 millones.
Además de esto, el alcalde del tradicional Partido Acción Nacional (PAN) siguió dando que hablar. En 2008 llegó a un acto oficial montado en un caballo negro purasangre, que costaba unos US$250 mil; y lanzó billetes al público asistente.
Editado por Pedro García Otero