EnglishA casi a un año de su celebración, el Mundial de Fútbol Brasil 2014 sigue generando dolores de cabeza al Gobierno del país amazónico. Al menos 4 de los 12 estadios construidos para el torneo sufren de profundos problemas financieros.
Los estadios, conocidos también como “elefantes blancos”, en relación al alto costo de su mantenimiento y la dificultad para privatizarlos, se encuentran abandonados o se han convertido en casa para algunos brasileños sin techo.
El estadio Mané Garrincha, ubicado en la capital, Brasilia, es el segundo estadio más costoso construido después de la finalización del Niuevo Wembley, en Londres. El megaestadio, que requirió para su construcción un presupuesto de US$550 millones, hoy se utiliza como estacionamiento para más de 400 colectivos locales.
El Mané Garrincha puede albergar a 72 mil personas. Sin embargo, el equipo más popular de la ciudad juega en la cuarta división y lleva no más de 5.000 hinchas a cada partido.
Hasta la banda norteamericana Kiss, de gira por Brasil, decidió rechazar la oferta de tocar en ese estadio por los altos costos operativos. Por lo tanto, tampoco reúne financiamiento de espectáculos no relacionados con el deporte.
Para mantener el estadio en funcionamiento, el Gobierno destina al menos US$200 mil por mes. Asimismo, para sacarle mayor uso al casi desértico edificio, el Gobierno ordenó empezar a utilizar el espacio debajo de las tribunas como oficina para 400 empleados públicos.
Por otro lado, el estadio de Cuiabá, en la capital del estado de Matto Grosso, sufre similares consecuencias. El estadio más grande de la ciudad está cerrado por problemas estructurales. Además, recientemente llegó a las portadas de los diarios, porque familias sin techo usurparon los vestuarios como su vivienda.
La ciudad que alberga el estadio —el cual tiene capacidad para 42 mil hinchas— carece de equipo profesional de fútbol.
Varias autoridades de Cuiabá, incluido el jefe local para la organización de la Copa del Mundo, están siendo investigadas por la justicia por el desarrollo de un tren que costó US$800 millones y que se suponía iba a estar listo para el Mundial de Brasil, pero nunca se llegó a completar.
Los esfuerzos para reunir recursos para mantener el estadio de Natal, al noreste de Brasil, incluyen por ejemplo, la organización de bodas o fiestas para niños.
La empresa constructora encargada del estadio Dunas de Natal está ahora vendiéndolo. El Grupo OAS, que invirtió para su construcción $132 millones, se vio envuelto en el escándalo de Petrobras y por tanto enfrentó problemas para recibir financiamiento.
Este mismo grupo está intentando deshacerse del estadio Arena de Amazonia que está ubicado en el estado selvático de Manaos. y al cual se le destinaron $300 millones para su construcción. Aparte del gasto inicial, este estadio cuesta $233 mil por mes en una ciudad sin gusto ni tradición por el fútbol.
En este sentido, el periodista de deportes Leanderson Lima le dijo a NPR que la mayoría de esos problemas vienen de que estos estados fueran construidos en lugares sin equipos conocidos que los puedan llegar a utilizar.
“La liga local de fútbol tiene muy poco público y cuesta muchísimo dinero poner a jugar a los equipos en el estadio”, expreso Lima. Añadió que “En Manaos, hoy, los partidos de la liga local tienen lugar en dos centros de entrenamiento y no en el estadio construido para la Copa del Mundo”.
Desde su apertura, en marzo de 2014, solo se jugaron allí cuatro partidos. Si se divide el costo de construir al estadio por la cantidad de partidos allí jugados (cuatro), cada partido costó $75 millones. Hasta existieron planes de convertir al estadio en una cárcel al finalizar el torneo mundial.
El Gobierno de Dilma Rousseff había calculado originalmente gastar $900 millones para la construcción de los 12 estadios mundialistas. Sin embargo, el gasto total terminó siendo de tres veces más.
Brasil aún tiene una fiesta más para afrontar en 2016: Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Expertos estiman que el Gobierno invertirá aún más recursos que los destinados para la Copa Mundial de Fútbol.