EnglishOradores de 20 países dijeron presente el 26 y 27 de mayo en una nueva edición del Foro de Oslo por la Libertad 2015 para alzar la voz contra el totalitarismo, a favor del respeto de los derechos humanos y para pedir por la liberación de los presos políticos en el mundo, incluido el venezolano Leopoldo López.
El lema de la propuesta de este año fue “Viviendo en la Verdad” y los organizadores apuntaron a mostrar a través de ejemplos y experiencias de los invitados cómo hasta ciudadanos de a pie pueden forzar las caídas de regímenes autoritarios.
En un auditorio con más de 300 invitados y con la posibilidad de seguir las conferencias en línea, comediantes, periodistas, refugiados, caricaturistas, políticos, expertos en tecnología, activistas por los derechos humanos, cineastas, economistas y otros, compartieron sus historias con público de todas partes del mundo.
Entre las figuras destacadas mundialmente estuvieron el vicepresidente de Twitter, Clin Crowell; la comediante de Irán Kambiz Hosseini; y Zineb el Rhazoiu, columnista de la revista francesa Charile Hebdo. Además, estuvieron el profesor de la Universidad de Stanford Larry Diamond y el activista por los derechos de los gays Abdellah Taia.
América Latina tuvo sus representantes en la caricaturista Rayma Suprani y en el economista y exministro de Finanzas chileno Andrés Velasco. También, al final de la jornada se premiará con el galardón de disidencia creativa al artista grafitero cubano Danilo “El Sexto” Maldonado.
Su arte crítico al régimen comunista lo ha llevado a ser blanco de ataques de la policía cubana. Hoy se encuentra en prisión por el delito de intentar presentar la obra “Rebelión en la Granja” en un espacio público. El artista liberó a dos cerdos con los nombres de Fidel y Raúl, por el expresidente y el actual mandatario de la isla.
“El Sexto” no podrá recibir el premio porque desde diciembre de 2014 permanece detenido en espera de un juicio por desacato.
En el #OsloFF de Fundación d los DDHH. Enormes testimonios d quienes defienden libertad en Rusia, Irán, Libia y Vzla pic.twitter.com/gaS1iflDWR
— Andrés Velasco (@AndresVelasco) May 26, 2015
El alto precio de la libertad
La venezolana Rayma Suprani, quien tiene más de medio millón de seguidores en Twitter, fue una de los cuatro conferencistas en cerrar la jornada del martes 26 sobre el “Derecho a Ofender” y una de las pocas —sino la única— mujer caricaturista en su país.
Le comentó al público sobre las consecuencias que puede traerle el hecho de estar allí parada hablando frente a la audiencia a su regreso a Venezuela. Dijo que al político opositor Leopoldo López, orador de este mismo foro en 2010, lo arrestaron poco después de volver de un viaje al exterior.
La caricaturista de #Venezuela @raymacaricatura pide en #OsloFF que #LiberenALeopoldo @leopoldolopez pic.twitter.com/VRVrjj7Rh4
— Mica Hierro ن (@micahierro) May 26, 2015
“Desde este podio universal digo, ¡liberen a Leopoldo!”, dijo.
Su experiencia profesional, explica, se vio truncada abruptamente luego de 19 años, tras la compra del diario donde trabajaba por parte de empresarios afines al Gobierno socialista.
“Luego de que el periódico se vendió, mi trabajo se convirtió en algo muy incómodo para sus páginas. Cambió la línea editorial”, argumentó. A continuación, dijo que expresar la opinión en la Venezuela actual “puede costar un precio muy alto”.
Fue y es el foco de criticas de programas transmitidos en la televisión pública, recibe constantemente ataques a su nombre y a su integridad como profesional. Tuvo que afrontar, asimismo, varias demandas legales. “Pasé de ser una víctima a una victimaria”, sentencia.
Indicó también que recibió llamadas anónimas ofensivas e, inclusive, amenazas de muerte.
“Pero la defensa de la libertad no es un saco que llevamos puesto y nos lo podemos sacar en cualquier momento, la libertad y la defensa de los derechos humanos es una parte inseparable de la profesión. Sin duda, una forma de vida”, sostuvo, optimista.
Para ella, las caricaturas son una forma de ver el mundo y los que las crean son intérpretes de la realidad de una sociedad. Se considera, por ello, una librepensadora, una filosofa que intenta, a través de sus dibujos, prever hacia donde se dirige una sociedad.
“Las historietas son un termómetro que mide las libertades de una nación. Dibujos críticos versus la tolerancia del Gobierno. El mejor ejercicio para revelar la fuerza o debilidades de una democracia”, precisó.
Suprani califica al gobierno de Nicolás Maduro una “dictadura contemporánea” en la cual no se respetan los derechos humanos, se arresta a disidentes políticos y a estudiantes, y se gastan millones de dólares en lavar la imagen del Gobierno y hacer lobby en el exterior para “ocultar la corrupción y sus intereses verdaderos”.
La libertad de expresión, afirma “es ilimitada” o no puede calificarse como tal.
Cómo evitar las dictaduras
Andrés Velasco, por su parte, compartió su experiencia como adolescente durante la dictadura de Augusto Pinochet en Chile. Se preguntó por qué Chile sufrió un golpe de Estado y qué se puede hacer, como sociedad, para asegurarnos que no vuelva a pasar.
“Cuando llego el golpe no fue una sorpresa… la sociedad estaba dividida ideológicamente. La gente que no pensaba como vos se convirtió no es un opositor sino en un enemigo”, expresó.
Los chilenos, precisó Velasco, no anticiparon, sin embargo, la violencia profunda que vino con el golpe.
En su momento, confiesa, intentó contarle a sus compañeros lo que sabía que estaba pasando, pero la gente no quiera escucharlo. “Incluso en una dictadura a veces la verdad es muy desconcertante. La gente se casa, tiene hijos, se preocupa por sus cuentas, su vida continua. Eso hace lo que la las dictaduras duren tanto”, concluyó.