Hay situaciones que solo le pueden pasar a un bitcoiner, el usuario (y muchas veces activista) de la criptomoneda más famosa del mundo.
El bitcoiner es un optimista nato. Un adelantado a su época. Un incomprendido.
Ahora sí, estas son las cosas que le pasan a la mayoría de los bitcoiners:
1. Quedarse sin efectivo en una cita y pedirle a la mujer que pague: “solo tengo bitcoins, ¿podrías pagar tu?”
2. Preguntar en un restaurante o negocio si aceptan bitcoins: “¡¿Si acepto bit qué?!”
3. Que te respondan “pero eso no es dinero, no existe, no lo ves”
4. Olvidarse la clave de tu wallet (billetera digital) y perder todo el dinero. (Al menos en algunas).
5. Que te confundan con un narcotraficante o que andas en “cosas turbias”. Los que te preguntan eso en realidad no entienden que los turbios son los bancos centrales y la Reserva Federal de Estados Unidos.
6. Ir a un meetup (reunión) y ver que el 90 por ciento son hombres (ver situación número 1, sería muy raro que a la que no le acepten bitcoins sea una mujer, y más aún, una relación entre bitcoiners).
7. Convertirse en el “chico o chica bitcoin” y que tus amigos y familiares te manden todas las noticias que vean de la criptodivisa y te etiqueten en todas las publicaciones.
8. Volverse loco calculando el precio de algo en la moneda local porque debes preguntar qué tasa de cambio utilizan, y a cuánto está el precio del bitcoin ese día.
9. Convertirse en un evangelizador (casi sin quererlo) e ir por la vida diciéndole a la gente que se descargue billeteras virtuales o dejando propina a los mozos con un código QR.
10. Que no funcione el 3G, 4G o quedarse sin electricidad especialmente si vives o viajas por Argentina, Venezuela o Honduras.
11. Encontrarse (aún no queriendo) con los amigos de siempre en los cafés y bares que aceptan bitcoins. “Ah, hola”.
12. Que tus amigos te digan que el bitcoin es ciencia ficción.
13. Soñar que mañana la cotización del bitcoin amanezca a US$10.000.
14. Maldecirse porque no haber comprado bitcoins a principios de 2013 y maldecirse de nuevo por comprar cuando se cotizaban en US$1.100.
15. Mirar para el cielo en busca de paciencia cuando alguien te pregunta, ¿y quién es Satoshi Nakamoto?