EnglishLa organización Cubanos Unidos de Puerto Rico organizó, este 13 y el 14 de agosto en San Juan, el primer Encuentro Nacional Cubano “Uniendo Las Dos Orillas”: una iniciativa que juntó por primera vez a unos 200 disidentes de 23 organizaciones de la sociedad civil cubana y 32 del exilio.
El resultado de esta iniciativa fue la puesta en marcha, a través de una estrategia en común, de la organización de un plebiscito vinculante a favor de elecciones libres, justas y plurales.
Los organizadores dividieron a los dirigentes de todas las organizaciones al azar en mesas de trabajo y cada mesa debió elegir un representante para compartir las estrategias de cómo poner en práctica planes reales que busquen restaurar la soberanía de los ciudadanos cubanos, al igual que todos sus derechos fundamentales.
Todos los presentes estuvieron de acuerdo en que para lograr la libertad plena del pueblo cubano y un estado de Derecho, no negociarán jamás los siguientes principios: La libertad de los presos políticos y la derogación de todas las leyes que atentan contra las libertades fundamentales; las libertades de expresión, prensa, de asociación, de asamblea u de religión; la manifestación política y la participación del pueblo en toda decisión; y la legalización de todos los partidos políticos en pos de elecciones libres y pluripartidistas.
Una vez establecidos los puntos en común, los coordinadores decidieron que trabajarán en una campaña por el plebiscito a través de una lucha no violenta, “educando y capacitando a líderes pro-democráticos en las metodologías de la desobediencia civil”.
Asimismo, acordaron trabajar para derrumbar el muro cibernético en Cuba y buscar la forma para que la oposición dentro de la isla tenga los recursos tecnológicos necesarios para continuar la movilización ciudadana.
El ente encargado de hacer un seguimiento de estos objetivos será la Comisión Coordinadora de Enlace, quienes en un término de seis meses deberán ir comunicando los avances a todas las organizaciones participantes.
Orlando Luis Pardo Lazo, miembro de Cuba Decide, la iniciativa impulsada por Rosa María Payá y otros colaboradores que prevé la organización de un plebiscito, comentó a PanAm Post que la propuesta de Payá fue una entre varias que se presentaron, pero se transformó en una de las propuestas principales.
“Queremos un nuevo marco donde, por primera vez, se atreva el Gobierno a preguntarle al pueblo una pregunta de orden. La pregunta del plebiscito aun no se decidió pero podría ser: Raúl Castro: ¿Sí o no?; pero también podría ser ¿Comunistas: Sí o no?”, sostuvo Pardo Lazo.
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El activista destacó que la Constitución cubana hoy obliga a los ciudadanos a ser regidos por un único partido, “aunque usted sea socialista, social demócrata o liberal”.
“La única salida es la debida insurrección armada o un plebiscito, una consulta que se le hace al pueblo. Todos estuvimos de acuerdo que en que estamos a favor de la vía no violenta”, precisó.
Buscan, entonces, que el “Gobierno se legitime preguntándole al pueblo que es lo que quiere”.
El disidente expresó que “El plebiscito es la pregunta por la libertad. Tenemos derecho a una pregunta legal, a la cara del mundo”.
La Constitución de la discordia
La Carta Magna de Cuba fue modificada por última vez en 2002; en esa reforma, se estableció en el artículo 3 del Capítulo I que el socialismo “es irrevocable”.
“El socialismo y el sistema político y social revolucionario establecido en esta Constitución, probado por años de heroica resistencia frente a las agresiones de todo tipo y la guerra económica de los Gobiernos de la potencia imperialista más poderosa que ha existido y habiendo demostrado su capacidad de transformar el país y crear una sociedad enteramente nueva y justa, es irrevocable, y Cuba no volverá jamás al capitalismo”, establece el artículo 3 de la Constitución.
Más aún, el artículo 137 del Capítulo XV evita cualquier intento de reforma constitucional en lo que “se refiere al sistema político, social y económico, cuyo carácter irrevocable lo establece el artículo 3 del Capítulo I”.
La constitución no prohíbe los plebiscitos, una herramienta de democracia participativa. Estos pueden ser convocados, organizados y llevados a cabo por y desde la ciudadanía.