El Gobierno de Mauricio Macri ha lanzado un plan para controlar el crecimiento de los precios en Argentina, el país con la tercera mayor inflación del mundo según el Fondo Monetario Internacional. El ministerio de Producción argentino creará un sistema de información de precios “en tiempo real” y “estrictamente controlado”, el cual incluirá multas para los supermercados que incumplan enviar sus precios al ente estatal.
Aseguran desde el Gobierno que será para el beneficio de los consumidores, quienes podrán comparar precios por internet. El Gobierno justifica esta política al aludir a las estimaciones privadas de que, lejos de que los precios se estén reduciendo con el nuevo Gobierno de Macri, están subiendo a ritmo constante. Solo para febrero, se estima que la inflación se incremente en 4%.
Con este nuevo sistema, los grandes supermercados deberán informar sus precios de forma obligatoria en una página web que estará actualizada en todo momento. Para los pequeños y medianos comerciantes, la normativa será de carácter optativo.
El Ministerio de Producción, liderado por Francisco Cabrera, intentó alejarse del concepto de control para precisar que, en realidad, es el consumidor quien estará impulsando la competencia con el acceso a la información. Explicaron desde el ministerio que implica “darle el poder al ciudadano”.
Sube todo y también la carne
“¿Carne? Estás loca! Compro recién mañana que hay 30% de descuento”. Estas son una de las frases que es escuchan hoy en los supermercados de Buenos Aires.
Más allá del pedido expreso del Gobierno para que los consumidores dejen de comprar y el precio disminuya, los precios continúan en alza.
Alberto Williams, vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de Capital Federal, tampoco auguró buenas noticias: explicó que, con el aumento de las tarifas de luz en esta localidad, la situación sería más delicada. Precisó que todo lo que las carnicerías paguen de más “va a ir al consumidor”.
El Ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, sostuvo que los comerciantes están aumentando excesivamente el precio de la carne. Según él, un corte popular como el asado debería ofrecerse en las carnicerías a AR$90 (US$6,50) y no a AR$115 (US$8,30) o AR$130 (US$9,40) como lo están ofreciendo en Buenos Aires.
“Uno no puede hacer milagros. Nosotros no queremos vender caro, queremos que baje el precio en el mercado porque así vendemos más. Pero a medida que sigan viniendo gastos, la carne será más cara”, expresó.
El ministro detalló que, si bien el precio de la carne bajó un 20%, se sigue vendiendo con un sobreprecio. Le dijo a Radio La Red que “todavía sigue siendo alto porque el precio de salida de industria de la costilla es de 65 pesos”.
Para explicar el comportamiento de la baja de este 20%, Buryaile explicó que la lógica es que si la gente “analiza los precios… va a dejar de consumir si (la carne) está cara”.
Buryaile cree que podrá atacar el incremento de los precios poniendo en marcha la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, cuya creación había anticipado el Presidente Macri.
Si bien este Gobierno tiene la intención de frenar el incremento en los precios con ayuda de políticas públicas, el ministro aseguró que no lo harán “a lo patotero” (prepotentemente) como lo hacía el Gobierno de Cristina Kirchner.
“Yo creo que lo que hay que hacer es transparentar la comercialización, transparentar los precios, pero no a lo patotero”, destacó, añadiendo que “cuando una sociedad está informada es una sociedad que puede tomar decisiones”.
Si bien el funcionario espera que aumenten las exportaciones (y eso hará subir el precio en el mercado interno), no cree que eso haya sido la causa de este aumento de precios en el ultimo mes.
Para él, “la política ganadera durante los últimos diez años”, cuando se establecieron precios máximos, produjo “un exterminio del rodeo argentino”. De 60 millones de cabezas de ganado que poseía Argentina, durante el kirchnerismo la cifra bajó a 48 millones. Por eso dijo que “materialmente no tenemos animales para exportar”.
“Va a ser un proceso lento, pero de recuperación de los mercados internacionales””, concluyó el ministro.
Hay que hablar con cada sector involucrado en la cadena productiva para que los alimentos tengan un precio justo para todos @maximmontenegro
— Ricardo Buryaile (@BuryaileRicardo) February 5, 2016
Por otro lado, Alberto Samid, vicepresidente del Mercado Central, apuntó directamente a los supermercados por haber subido los precios. Dijo que “nos roban a todos” y que ningún corte de carne puede costar más de AR$90 (US$6,50)”.
Alberto Prat Gay, ministro de Hacienda y Finanzas, se alineó a esta denuncia el pasado 2 de febrero. Dijo que el precio al que ofrecen la carne los supermercados es “excesivo”.
Añadió en una conferencia de prensa: “estuve el sábado en el supermercado constatando algunos de estos precios, porque los funcionarios también vamos al supermercado”. Precisó que desde el Gobierno “nos parece que ese precio es excesivo”.
Para él, los incrementos en los precios se relacionan a “rigideces de la cadena de la comercialización que desemboca en los supermercados, pero que también hay que verlo a lo largo de toda la línea”.
Por su parte, Héctor Polino, representante de Consumidores Libres, dijo que esta baja temporal del precio se debe al boicot al consumo de carne que impulsan hasta el jueves.
“Las bajas en los precios son una consecuencia de los consumidores que se plegaron al boicot ya sea porque no tienen la capacidad económica para pagar los nuevos valores o porque entienden que exageraron con los precios. Lo que contribuye es que la gente deje de comprar porque los comerciantes tienen que bajar los precios para vender”, explicó.
El presidente de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere, también impulsó el boicot al consumo, solicitando a los consumidores que “no se dejen robar” por las “conductas abusivas” de las carnicerías y supermercados.