Chile repite un año más como el país de América Latina que mejor protege los derechos de propiedad. Así lo acredita el último Índice de Derechos de Propiedad que publica cada año la Alianza en Defensa de los Derechos de Propiedad, una entidad que agrupa a decenas de instituciones y centros de estudio repartidos por los cinco continentes.
El informe mide el entorno político, institucional y judicial de dos centenares de países, así como las garantías de protección ofrecidas a las propiedades físicas y los resguardos legales que blindan la propiedad intelectual.
El análisis de estos tres pilares permite calcular una nota final que, en escala de 0 a 10, aclara la situación general de la propiedad en cada país.
De acuerdo con la última edición del informe, Chile recibe una calificación cercana a los 7 puntos, por delante de Costa Rica y de Uruguay. No es casualidad que los tres países que lideran el listado regional se sitúen también a la cabeza de América Latina en numerosos indicadores de desarrollo socioeconómico. Y es que existe una estrecha relación entre la protección de la propiedad y la prosperidad de las naciones.
En el extremo opuesto figuran aquellos países que no llegan siquiera al aprobado. Es el caso de República Dominicana, El Salvador, Honduras, Ecuador, Paraguay o Nicaragua, todos por encima de los 4 puntos pero por debajo de los 5. Sin embargo, la palma se la llevan Venezuela y Haití, que aparecen en las posiciones de cola y ni siquiera llegan a los 3 puntos sobre 10.
En ambos casos vemos el escenario opuesto al observado en Chile, Costa Rica o Uruguay: hablamos de países en los que no se garantizan los derechos de propiedad y, como consecuencia, la economía de mercado se ve atenazada y maniatada, lo que redunda en un empobrecimiento generalizado.
En términos interanuales, los países que más han mejorado su nota entre 2017 y 2018 son Costa Rica y Argentina, mientras que Honduras y Uruguay han sufrido el mayor retroceso de la región.
Por su historia y tamaño, es una gran noticia que Argentina esté remontando el vuelo en este tipo de indicadores, puesto que su posición en la tabla acumuló importantes retrocesos en la Era Kirchner.
Si analizamos el estudio según el tamaño de la población de cada país vemos que el 3,75% de los latinoamericanos vive en países que logran una nota comprendida entre 6,5 y 7,4. Son, por tanto, una minoría privilegiada.
Por el contrario, el 44,17% de la población regional habita economías que solo reciben una calificación de entre 5,5 y 6,4 puntos, mientras que el 44,12% lo hace en naciones que obtienen entre 4,5 y 5,4 puntos. La peor situación, eso sí, es la del 7,97% de latinoamericanos que reside en países donde la nota alcanzada se sitúa por debajo de los 4,4 puntos.