Registros de antecedentes salvan vidas
Por Jonathan Hutson
Diariamente, 89 personas son asesinadas con armas de fuego en Estados Unidos. La mayor parte de estas tragedias pueden ser prevenidas, quitándole las armas a las manos equivocadas, a través de soluciones de sentido común apoyadas por la gran mayoría de los estadounidenses.
Hoy en día, en la mayor parte de nuestra nación un criminal convicto, un abusador doméstico, un fugitivo, o alguien que ha sido juzgado con una peligrosa enfermedad mental, pueden entrar en una feria de armas o comprar un arma por Internet sin que se le hagan preguntas —sin una verificación de antecedentes, como establece la Ley Brady. Esto es inaceptable.
Desde que esta ley fue aprobada, con apoyo bipartidista, en 1994, 2,4 millones de personas consideradas peligrosas no han podido adquirir armas. Por tanto, una solución simple es que el Congreso de Estados Unidos amplíe la verificación de antecedentes a todas las ventas de armas en el país, con el fin de evitar que millones de armas de fuego terminen en las manos equivocadas.
Este es un tema de salud y seguridad pública en el que la gran mayoría de los estadounidenses están de acuerdo. El 90% de los estadounidenses, incluyendo 85% de los propietarios de armas, apoyan la expansión de los controles Brady a todas las ventas de armas, puesto que pueden salvar vidas.
Es por esto que ciudadanos de todos los estados de Estados Unidos y de distintos partidos políticos están firmando nuestra petición #IamCharleston: “Exijo un voto AHORA“, exigiendo al Congreso que “termine el trabajo” y vote de inmediato en apoyo de la legislación para expandir los controles de antecedentes de la Ley Brady a todas las ventas de armas a nivel nacional.
Cada día que el Congreso no actúa, más armas quedan en manos peligrosas —y cada día, más vidas se pierden, como resultado.
También tenemos que hacer más para detener a las “manzanas podridas” de los comerciantes de armas — 5% de los concesionarios que, a sabiendas o por negligencia, suministran el 90% de las armas usadas en crímenes en nuestra nación. A través de la organización de protestas en frente de las tiendas de este tipo de distribuidores de armas, y con asesoría legal, la Campaña Brady está presionando a las “manzanas podridas” a adoptar un código de conducta razonable y ético, o a cerrar sus negocios.
Pero las soluciones de políticas públicas no son nuestro único foco. Sabemos que cada día, en Estados Unidos, nueve niños son baleados sin intención. Así que a través de nuestra campaña ASK (Preguntar Salva a los Niños), estamos educando a los padres sobre los riesgos del acceso inseguro a armas de fuego en el hogar, y la forma de mitigar estos riesgos. En dos tercios de los tiroteos en las escuelas, la pistola viene de la casa del atacante o de un pariente —incluso en el tiroteo de diciembre de 2012 en Sandy Hook, Newtown, Connecticut.
Uno de cada tres hogares con niños en los EE.UU. tienen armas, muchas desbloqueadas y cargadas. Así que una simple pregunta, que puede salvar vidas y que cada padre debe hacer antes de que sus hijos vayan a jugar a otra casa, es si hay armas desbloqueadas en el lugar o no.
A través de soluciones simples y de sentido común, con el apoyo de casi todos los estadounidenses, incluyendo la gran mayoría de propietarios de armas, la Campaña Brady planea lograr la audaz pero alcanzable meta de reducir las muertes por armas a la mitad en el país para el 2025.
Jonathan Hutson, J.D. es un estratega de comunicación y experiodista de investigación. Trabaja como Gerente de Comunicaciones en Campaña Brady y Centro para Prevenir la Violencia con Armas, en Washington, D.C. Síguelo en Twitter @jonhutson.
El control no favorece a las víctimas
Por John Lott
EnglishCon sólo dos excepciones, al menos desde 1950 todos los tiroteos públicos masivos en Estados Unidos se han producido en las llamadas “zonas libres de armas”: lugares donde los ciudadanos no pueden tener armas para su protección. Las zonas libres de armas son poco comunes en EE.UU., pero son esos los lugares a los que estos asesinos van una y otra vez.
Hay una razón por la que cada ciudad o condado en todo el mundo que ha prohibido las armas ha visto elevarse sus índices de asesinatos. Los ciudadanos que respetan la ley obedecen estas prohibiciones; los criminales no. En lugar de hacer los lugares más seguros, dejar sin armas a aquellos que respetan la ley es convertirlos en el blanco perfecto.
La gran mayoría de los asesinos que cometen tiroteos en Estados Unidos matan a la gente para llamar la atención. Ellos quieren suicidarse, pero quieren hacerlo de una manera que llame la atención de los demás, para que la gente sepa que han estado aquí. Cuantas más personas puedan matar, más atención recibirán.
Estos asesinos hablan constantemente de encontrar lugares donde sus víctimas sean blancos fáciles. El asesino de este mes, que mató a nueve personas en una iglesia de Charleston, inicialmente consideró realizar el tiroteo en la Universidad de Charleston, pero decidió no hacerlo porque tenía dicha institución contaba con personal de seguridad.
En junio pasado, Elliot Rodger, quien mató a seis personas en Santa Barbara, California, explicó su decisión. En su “manifiesto” de 141 páginas, Rodger escribió que rechazó varios objetivos porque le preocupaba que alguien con una pistola detuviera su matanza.
Ese mismo mes, Justin Bourque, en Canadá, le disparó a tres personas, causando su muerte. En su página de Facebook se burlaba de la prohibición de poseer armas de fuego, con fotos de víctimas indefensas explicando a los asesinos que no se les permite tener armas.
El diario de James Holmes, asesino del cine de Aurora, Colorado, que realizó el tiroteo durante el estreno de Batman, fue publicado hace un mes. Él estaba considerando tanto atacar un aeropuerto como una sala de cine, pero rechazó la opción del aeropuerto debido a su “seguridad sustancial“. De las siete salas de cine en las que se estrenaría la película de Batman, ubicadas a 20 minutos del apartamento de Holmes, solo una prohibió la entrada de armas autorizadas. Él no fue a la más cercana, ni a la más grande, sino a la que prohibió la autodefensa.
Buscar un blanco fácil es comprensible. Hay una larga lista de tiroteos masivos públicos que han sido detenidos por ciudadanos con armas ocultas permitidas, aunque cuando la gente que logra parar estos ataques no recibe tanta atención de los medios.
Con una planificación para estos ataques de al menos 6 meses de antelación, los atacantes tienen un montón de tiempo para encontrar la manera de obtener un arma. Las verificaciones de antecedentes rara vez funcionan. Los terroristas que atacaron Francia en enero pasado estaban armados con numerosas pistolas semiautomáticas, rifles automáticos Kalashnikov, un lanzacohetes M42, 10 cócteles molotov, 10 granadas de humo, una granada de mano y 15 cartuchos de dinamita. Todos ellos son elementos prohibidos.
A pesar de un estricto control de armas, siete países europeos tienen una tasa de mortalidad por tiroteos públicos masivos mayor que EE.UU.
Pregúntese a usted mismo: ¿Se sentiría más seguro con un cartel en su casa diciendo “esta casa es una zona libre de armas”? Si usted no pone estos letreros en su casa, ¿por qué ponerlos en otro lugar?
John Lott es el presidente del Centro de Investigación para la Prevención de Crímenes, y el autor de “More Guns, Less Crime”. Síguelo en Twitter @JohnRLottJr