
EnglishPor Gian De Biase
Desde que Venezuela comenzó a irrumpir casi diariamente en los diarios más importantes del mundo debido a la profunda crisis que está atravesando, han surgido diversas versiones sobre el desenlace final que podría tener.
Llama profundamente la atención que en la entelequia de la izquierda internacional haya surgido la tesis de que el país se acerca a una guerra civil, supongo que sustentado en la dialéctica hegeliana adoptada por Marx.
Si analizamos desde una óptica marxista lo que ocurre en Venezuela, es decir, una tesis (el régimen socialista) y una antítesis (la oposición), frente a una crisis política, económica y por ende, social, da como resultado una síntesis, que como dicta esta teoría, tiene que ser por medio de la violencia. Este sería un análisis muy simplista de la situación que atraviesa el país, y también, bastante errado.
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Los grupos y las armas
En Venezuela existen tres grandes grupos que en conjunto constituirán el oligopolio de las armas. El primero es el Estado, conformado por las Fuerza Armada Nacional (Ejército, aviación, marina y la Guardia Nacional) y por otro lado, los cuerpos de coercitivos y represivos que son la Policía Nacional, Regional y Municipal, el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC), y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), este último vendría a ser la versión venezolana de la KGB.
El segundo grupo está conformado por los paramilitares, conocidos popularmente como ¨colectivos¨, parte de la retórica de Hugo Chávez para encubrir la verdadera naturaleza de estos movimientos que no son más que organizaciones violentas y delictivas formadas para ¨defender la revolución¨, y que el mismo Chávez se encargó de entregarles las armas.
El tercer actor, último pero no menos importante, vendría a ser el hampa común, que en Venezuela se encuentra fuertemente organizada y jerarquizada, y le han llamado “pranatocracia”, debido a que los jefes delincuentes de las cárceles son conocidos como ¨pran¨. En el país, las cárceles están controladas por los mismos delincuentes. Este último grupo sería el que concentra el mayor número de armas ilegales.
La sociedad civil, en su gran mayoría carece de armas de fuego para su protección personal, excluyendo a una pequeña minoría dedicada al campo, por lo tanto, no podrían clasificar como un actor de peso, porque además ni siquiera están organizados en torno a la violencia.
Explica el abogado penalista, profesor jubilado de la UCV y excomisario, Víctor Aranguren, que en Venezuela existen aproximadamente 7 millones de armas ilegales. Esto, para un país con 30 millones de habitantes, debería ser una cifra alarmante.
La pregunta sigue vigente: ¿cuál sería la viabilidad de una guerra civil en Venezuela? La naturaleza del régimen venezolano es represiva, siempre hace muestra y uso de sus armas. Los colectivos, fueron armados por el Gobierno, pero ya no son tan fieles. Esto quedó demostrado cuando renunció el ministro de Defensa, Miguel Rodríguez Torres, por comenzar a combatirlos, los paramilitares ejercieron presión y el ministro, simplemente renunció.
El hampa organizada negocia con el Gobierno. De hecho existen pruebas fotográficas de la ministra Iris Varela y del exministro Antonio ¨El Potro¨ Álvarez sentados junto a los más reconocidos pranes del país, pero también está demostrado que no se someten al Gobierno, y puntualizado con dos ejemplos, el retén del Marite y la famosa cárcel de Tocorón, controladas totalmente por la delincuencia organizada, como todas las demás cárceles del país.
Por lo tanto, la viabilidad de la una guerra civil en Venezuela es posible siempre que haya un enfrentamiento entre el Gobierno, los paramilitares y el hampa organizada.
Si hablamos de una manifestación espontánea de parte de la sociedad venezolana, que en este momento se encuentra con hambre y enferma, con el fin de deponer al Gobierno, eso sólo conllevaría a un exterminio premeditado de la población por razones políticas de parte del régimen socialista venezolano, es decir, un genocidio como nunca se ha visto en la historia de América.
Gian De Biase es politólogo de la Universidad Rafael Urdaneta. Trabajó en la Asamblea Nacional de Venezuela. Fue coordinador de formación de la juventud de Vente Venezuela, coordinador local de EsLibertad y colaborador de CEDICE Libertad en Maracaibo. Actualmente es miembro del Movimiento Libertario de Colombia.