Por José Rafael Avendaño
Buck Anell famoso cronista y narrador deportivo norteamericano, nacido en Argentina, perteneciente al equipo de la recordada Cabalgata Deportiva Gillette, fallecido el siglo pasado, acuñó una frase que lo distinguió; tanto en la radio, como en la incipiente televisión. Casi como una divisa: “No se vayan que esto se pone bueno”. La sugestiva frase, plagiándola, podríamos utilizarla para fijar de manera apropiada las características del sainete puesto en escena, no menos dramático, por los actores principales de la Crisis Nacional que padecemos los venezolanos.
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Capitis Deminuto
El vetusto derecho romano lo definió como una especie de incapacidad de derecho absoluta en la persona. Veinte siglos después los capitostes más emblemáticos de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), creyéndose ungidos por mantos imperiales, se han arrogado facultades para nada republicanas y menos aún democráticas.
Así ha acontecido con la infeliz, pero esclarecedora, frase pronunciada por el señor Enrique Márquez, alto dirigente de Un nuevo tiempo (partido de cetro izquierda UNT), al verse descubiertas las encerronas clandestinas realizadas con el gobierno: Dijo: “le informaremos los detalles oportunamente” a la plebe, digo “a los venezolanos, cuando sea conveniente” -¿Para quién?- lo tratado en las reuniones efectuadas a hurtadillas, casi a calzón quitado, entre el gobierno (hermanos Rodríguez, Elías Jaua y Roy Chaderton –PSUV-) con la MUD (Carlos Ocariz -PJ-, Timoteo Zambrano –UNT-, Fredy Guevara -VP- y Luis Aquiles Moreno de AD).
El desprecio del cuarteto mudista, por mudo, tramposo y corporativo, dirigido a la opinión pública, no pudo ser más ostensible, demagógico y vulgar. La trapacería y el cinismo demostrado no tienen parangón alguno. Se trata simplemente del uso reiterado de la inadecuada aplicación de políticas de gabinete; silvestre y demodé en la época actual.
¿Qué piensan los demás partidos, convidados de piedra, pertenecientes al órgano multipartidista? De igual manera obvian los sentimientos de la ciudadanía en general, aquellos que no militamos en partidos, y nos consideramos nariceados y manipulados por dirigentes incapaces y timoratos, fruto de auto cogollos; impuestos a dedo y de ingrata recordación. ¡Cada día nos acercamos más a la hora de las definiciones cruciales!
Estado de sitio
Los margariteños han hecho honor a su gentilicio como neoespartanos. No fue por azar ni por capricho que al territorio insular se le bautizara como Nueva Esparta; luego de la desigual Batalla de Matasiete, donde las fuerzas expedicionarias realistas comandadas por los generales Morillo y La Torre conocieron el polvo de la derrota.
La expedición estaba formaba por 15.000 españoles; otorgándole, a la entonces guerra civil, la condición de guerra internacional. Modificando sustancialmente el ciclo iniciado el 5 de julio de 1811.
En septiembre de 2016 los originarios “ñeros” y los habitantes sobrevenidos han padecido de un verdadero Estado de Sitio para nada metafórico. ¡Han respondido con la dignidad acostumbrada! La prohibición para ingresar por vía aérea y marítima la isla les está vedada a los venezolanos en general. Solamente pueden acceder los extranjeros invitados al acto bufo y dispendioso organizado por el gobierno nacional. También se les permite, a los milicos regulares de la fuerza armada en un despliegue de tropas desproporcionado. Acompañados por los “tombos” del SEBIN y de la contrainteligencia militar.
Por supuesto, ¡no podían faltar! los colectivos armados agavillados. Estos últimos acantonados en el terreno ubicado frente al Hotel 5 estrellas, sede oficial de la llamada Cumbre de Países no Alineados. Las gráficas del novedoso campamento (con multicolores tiendas de campaña, baños portátiles y decenas de autobuses importados) circulan profusamente por las redes sociales desde el pasado miércoles. Los mercenarios, bien remunerados con generosos viáticos, turisteando gozan del bello paisaje caribeño como premio a sus indignidades.
Corriendo la arruga
La MUD había establecido el miércoles 14 para marchar nuevamente; luego del negado, sedicente e infructuoso, anuncio prometido por el ministerio de elecciones gubernamental. Pospusieron la protesta para el viernes 16 con caceroleo en la calle (en pleno desarrollo a la hora de concluir este escrito) y en espera, con encomiable fe de carbonarios, de que las cuatro arpías cumplan, a destiempo, con lo mañosamente ofrecido.
Nuevamente el gobierno cerró las instalaciones del CNE sin cumplir con su deber, prosiguiendo con el reiterado procedimiento lúdico. ¡Veremos las resultas!
En diversas oportunidades me he referido a que la MUD carece de iniciativas y asertividad. Inexplicablemente se circunscriben, solamente, a ripostar las ejecutorias (dichos y arbitrarios hechos) gubernamentales.
La réplica opositora oficial se reduce exclusivamente a marchar, cacerolear, comparecer ante la Fiscalía General de República y el SEBIN. Además de ejercitar “boxeo de sombra” diariamente; mediante inocuas, repetitivas, insulsas y fastidiosas declaraciones de prensa para así estar en la pomada.
Maduro y su combo disfrutan a cabalidad la torpeza de los dirigentes mudistas. Como no golpean ollas, (puesto que las de ellos si están llenas de comida hasta las tapas), ni visitan la fiscalía, ni los tribunales, ni la policía; porque les basta hacer una simple llamada telefónica para ordenarles a esos indignos órganos subalternos lo que caprichosamente les venga en ganas.
Simplemente movilizan a sus obsecuentes conmilitones (empleados públicos coaccionados y a los asalariados sin oficio conocido pertenecientes a los colectivos) en las cercanías de Miraflores, cada vez que los cuatro partidos hegemónicos mudistas llaman a la ciudadanía (crédulos e incrédulos) para practicar el deportivo ejercicio aeróbico de rigor. Consolidando un maléfico círculo vicioso.
Negociación y diálogo
Constituyen términos y conceptos distintos. Aunque en ocasiones son complementarios e indivisibles entre sí. No se puede establecer una negociación sin diálogo. Pero es factible dialogar de diversas maneras, informalmente, sin que ello constituya un compromiso de resultados. Este diálogo a secas pudiera constituir el inicio de una negociación si las partes realmente están resueltas a dirimir sus diferencias de manera consensuada.
De tal manera que se puede dialogar de manera pública o privada sin ocultar nada a la opinión pública, salvo que prevalezcan asuntos turbios y escabrosos. Establecida la premisa en sus justos términos; adecuándolos a la realidad venezolana, diríamos que la negociación es remota, aunque factible. Procedería la designación de nuevos mediadores calificados para facilitar el proceso.
Luego, es menester elaborar una agenda contentiva de los temas controvertidos. Establecer las modalidades, tales como el sitio, reglamento de debate, definir el carácter público o privado de las sesiones, el término de la conclusión del proceso –fecha cierta- para anunciar el resultado; si las condiciones imperantes así lo determinan.
Finalizando el periplo a través del acuerdo debidamente transcrito y firmado para garantizar, de modo fehaciente, que la negociación formalmente emprendida reúne las necesarias e ineludibles características de seriedad; con la férrea disposición anímica entre las partes para llegar al acuerdo satisfactorio.
De tal manera de que el compromiso en ciernes (no se concibe una negociación sin convenio conclusivo) obtenga el fin deseado. De no ser posible llegar a un acuerdo satisfactorio, lo correcto es romper la negociación de manera pública (informándole a la ciudadanía) para no crear nocivas falsas expectativas.
Establecida la delimitación semántica y política, no existiría contradicción alguna para emprender una negociación entre Maduro y la MUD.
El escollo es el tiempo apremiante y lo sustantivo: revocatorio y elecciones regionales, sin más dilaciones este año. Superado el obstáculo, se ampliarían los facilitadores y/o mediadores conocidos (Rodríguez Zapatero, Torrijos y Fernández) con otros como (por ejemplo) Luis Almagro (OEA), los expresidentes Pastrana, Arias y González. Actuando como vocero el representante de Su Santidad, quien ha hecho pública su generosa disposición de mediar en el conflicto. Establecer sin subterfugios la agenda diáfana: fecha del revocatorio y de las elecciones regionales.
Todo enmarcado en el texto de la Constitución Nacional. Además de rotar y/o ampliar la delegación de la MUD, con otros representantes calificados de los sectores de la sociedad civil organizada. Lo demás viene por añadidura.
El lapso se acorta día a día para que se efectúe a cabalidad la Negociación Política -esperada por la gran mayoría de los compatriotas evitando las expectativas cruentas que nos amenazan- para solucionar la Crisis Nacional.
Hablar a la ligera de un diálogo espurio para establecer un mero ejercicio diletante constituye un contrasentido. Un vil engaño manipulador y pernicioso que solamente beneficia a quienes desean la entronización indefinida del actual régimen a través del nocivo continuismo presidencial hasta el año 2019.
José Rafael Avendaño Timaury es un abogado venezolano, fue Consejero Político en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela (1984-1987) y Director General de Política Interior en el Ministerio de Relaciones Interiores.