Por Nelson Rodríguez Chartrand
A los dictadores cubanos, encabezados hoy por el general-presidente Raúl Castro Ruz, no les gusta perder ni un segundo cuando de apagar cualquier rayito de libertad se trata, aunque en sus hipócritas discursos traten de vender a la isla como un paraíso libertario.
Una de las tantas mentiras de Fidel Castro Ruz, principal artífice de la dictadura cubana, la pronunció en una entrevista que le realizara la cadena estadounidense NBC en 1988: “¡No hay revolución en el mundo, no hay país en el mundo que haya sido más estricto en el respeto a los derechos humanos que nuestro país!”
Pero la realidad diaria del pueblo cubano demuestra lo contrario.
El 24 de diciembre pasado, un grupo cubanos amantes de las ideas libertarias acordamos inaugurar un espacio educativo donde difundirlas y así incentivar el debate, el estudio y el razonamiento.
En medio de un pueblo brutalmente monoadoctrinado por más de medio siglo con una ideología impuesta y excluyente, la comunista, fundamos en La Habana la Biblioteca Libertaria Benjamín Franklin, única en el país.
¿Ve usted algo deshonesto, inmoral o perjudicial en que un grupo de ciudadanos decentes, con deseos de cultivarse y de conocer nuevos horizontes del saber, funden un espacio donde se les permita al pueblo acceder a bibliografías ausentes en las librerías y bibliotecas del país, y que cada mes se reúnan pacíficamente a debatir temas tan nobles y necesarios como la libertad?
Cualquier presidente de un país “estricto en el respeto a los derechos humanos” debería sentirse orgulloso de contar con ciudadanos que impulsen tales iniciativas, pero no el dictador cubano.
Poco más de un mes de haberse fundado este hermoso proyecto, el pasado 2 de febrero, los dardos envenenados de los expertos francotiradores gobernantes alcanzaron a los libertarios cubanos Ubaldo Herrera Hernández (fundador de la biblioteca) y Manuel Velázquez Visea, involucrándolos, indistinta y descaradamente, en varios delitos fabricados, tales como atentado, propaganda enemiga y resistencia.
A pesar de las denuncias realizadas fuera y dentro de Cuba, aún permanecen privados de su libertad en la prisión de Melena del Sur en espera de ser juzgados (sin cometer delito) por jueces marionetas de los dictadores que los reprimen e incriminan.
Al ver el régimen cubano que a pesar de tal injusticia los libertarios cubanos persistían en su empeño, el 24 de marzo, poco más de un mes de haberse perpetrado tal injusticia, fue detenido el también libertario Armando Narciso Novoa al salir de la sede de la biblioteca, después de haber participado de una conferencia.
Narciso Novoa fue detenido y conducido hacia la unidad policial conocida como “Aguilera”, en el municipio 10 de octubre, en la que permaneció en un calabozo por 24 horas. ¿Cuál fue el motivo de dicha detención? Pues según su testimonio, fue interrogado por agentes de la seguridad del Estado que lo amenazaron con ir a prisión si seguía participando de las conferencias de la biblioteca.
Más recientemente, el día 5 de abril, dos agentes de la seguridad del Estado aparecieron en la sede de la biblioteca en busca del libertario Heriberto Pons Ruiz, quien no se encontraba en el lugar.
Según vecinos, dos personas vestidas de civil se apearon de un carro patrulla policial y al ver que no había nadie en la sede, preguntaron por Pons Ruiz a los vecinos que allí se encontraban. Esta también es una práctica común del régimen para atemorizar a la población y crear un estado de opinión negativo de los que no comparten sus ideales e intereses.
Finalmente, el pasado día 25 de abril el libertario cubano y fundador de la biblioteca, Eduardo Ramos Balaguer, fue detenido al salir de su casa en horas tempranas de la mañana por agentes de la seguridad del Estado acompañados por agentes policiales.
Fue conducido a la estación policial conocida como “La Construcción”, donde fue interrogado y amenazado por agentes de la seguridad del Estado, alertándolo de que no acudiera más a la visita de Ubaldo Herrera y Manuel Velázquez, libertarios que se encuentran prisioneros injustamente en la prisión de Melena, así como que no siguiera asistiendo a las actividades de la biblioteca, indicando que duraría en funcionamiento el tiempo que el régimen lo permita.
Súmese a esto las constantes llamadas telefónicas amenazantes, anónimas e irrespetuosas recibidas en la biblioteca, lo que nos mantiene en un estado constante de estrés.
Los fundadores de la Biblioteca Libertaria Benjamín Franklin alertamos a la comunidad internacional sobre todas estas amenazas y detenciones arbitrarias a las que están siendo objeto los libertarios cubanos fundadores y simpatizantes de este noble proyecto, y responsabilizamos a los gobernantes cubanos de lo que nos pueda suceder, tanto a sus fundadores y simpatizantes, en particular, como al proyecto en general.
Óiganlo bien dictadores: ¡Haremos todo lo que sea posible por seguir llevando adelante este proyecto de libertad!
Nelson Rodríguez Chartrand es conferencista, cofundador de la Biblioteca Libertaria Benjamín Franklin, y abogado graduado pero impedido de ejercer por el régimen en Cuba.