Por Leandro Fleischer*
Johan Norberg es un reconocido y galardonado escritor e historiador sueco, autor de numerosos libros, artículos, documentales y conferencias en defensa del libre mercado y las libertades individuales. En diálogo con PanAm Post Norberg desmitificó la popular creencia de que en Suecia rige una economía socialista, afirmó que el Estado de bienestar fue lo que llevó a Suecia a la crisis, y explicó la forma en que la parcial liberalización de la educación y la salud llevó a que ambos servicios mejoraran.
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¿Qué llevó a Suecia a ser un país rico?
Un grupo de liberales clásicos implementaron reformas entre 1840 y 1870 abriendo a Suecia a los negocios y al libre comercio. El resultado fue que pudo florecer todo ese potencial que estaba en la población, pero que era frenado por las regulaciones. Comenzamos a exportar madera y acero, mecanizamos los trabajos y creamos nuevas e innovadoras compañías. Entre 1870 y 1970 Suecia tuvo, después de Japón, el crecimiento más rápido del mundo, y eso pudo darse gracias a que su economía era una de las más abiertas del planeta; los impuestos eran más bajos que en otros países europeos y que en Estados Unidos.
¿Cuándo sufrió Suecia la peor situación económica y cómo logró recuperarse?
Precisamente en 1970, cuando Suecia ya era uno de los países más ricos del mundo, los políticos decidieron aplicar la política de redistribución del dinero y construir el Estado de bienestar. Fue en ese momento cuando nos empezó a ir peor que a otros países y todo terminó en la crisis de los años noventa. Luego las autoridades comenzaron a liberar la economía en varios aspectos, y desde entonces fuimos mejorando.
Mucha gente alrededor del mundo, especialmente en países del tercer mund0, aseguran que debemos imitar el sistema socialista nórdico. ¿Es Suecia un país socialista?
No, no lo es, porque el gobierno no posee los medios de producción. En Suecia rige una economía de libre comercio y libre mercado con una importante competencia entre empresas privadas. Por otro lado, pagamos altos impuestos para financiar los servicios gubernamentales, como salud, educación, etc.
¿Cuánto dinero pagan en impuestos?
Alrededor del 45 % del PBI. Menos que en Francia, pero sigue siendo uno de los países con los impuestos más altos del planeta. Curiosamente, pagamos un 25 % de IVA, que a pesar de ser regresivo, compone una gran parte de la recaudación tributaria total. No hay suficiente gente rica para financiar un gran Estado de bienestar, por lo que el pobre tiene que pagar.
Hay gente que asegura que debido a los altos impuestos Suecia es un ejemplo de que el “socialismo funciona”, pero que en países como Cuba y Venezuela no rige el “verdadero socialismo”. ¿Cuál es su opinión respecto a esta afirmación?
Es obvio que las economías de Cuba y Venezuela son socialistas, y de hecho eso es lo que decían los mismos socialistas antes de que, como era de esperarse, todo explotara y las poblaciones de esos países resultaran gravemente dañadas por esas políticas. Suecia es una de las economías más abiertas y más orientadas a la competencia del mundo. Los altos impuestos no cambian esta realidad.
¿Cómo es la educación en Suecia? ¿El sistema del voucher escolar que allí se aplica funciona?
Sí. El voucher financia al alumno, no a las instituciones educativas, y de este modo se le da a las familias la libertad de elegir la educación para los jóvenes, y a su vez obliga a las escuelas a mejorar. Hemos tenido problemas con la educación sueca por varias décadas, en parte por la mala preparación de los maestros por parte del gobierno. Los colegios privados siempre han tenido mejores resultados.
¿Qué me puede decir del sistema de salud?
En este aspecto se ha llevado a cabo una transición similar a la que hemos visto en la educación. Se abrió el mercado a proveedores privados de servicios de salud con el fin de introducir libertad para elegir, y así generar competencia. Uno de los hospitales más grandes de Estocolmo fue privatizado. Si bien está financiado en gran parte por el Estado, los pacientes también deben pagar una tarifa con el fin de que solo se use cuando es necesario y el gasto no se dispare.
¿Qué opinión le merece el gobierno actual?
Estoy decepcionado con el Bloque Roji-Verde (la coalición compuesta por los socialdemócratas, los Verdes y el Partido de la Izquierda) que hoy gobierna porque no ha realizado ninguna reforma importante, sino que solo está tratando de hacer lo que los políticos sin visión suelen hacer; subir los impuestos un poco más para financiar proyectos que le gustan al gobierno, pero que son irrelevantes para la sociedad. Esta falta de acción para llevar a cabo reformas importantes es riesgosa, pero hasta ahora no han podido socavar los fundamentos del modelo sueco.
*Leandro Fleischer es argentino y columnista regular del periódico español Libertad Digital.