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Fue profanada la tumba de Argelio Rosabal Fonseca, el primer adventista cubano que arriesgó su vida por salvar la de un grupo de expedicionarios del Yate Granma. La emblemática embarcacion transportaba a combatientes de la revolución de los Castro que fueron dispersados durante el combate de Alegría de Pío, incluyendo a los Comandantes Ernesto Che Guevara, Ramiro Valdés y Juan Almeida Bosque. El sepulcro violentado se encuentra en el Cementerio Nuevo de Pilón, municipio de la oriental provincia de Granma.
“Nos dimos cuenta de éste agravio cuando fui a visitar la tumba de mi padre. No se imaginan el dolor que recibí al verla destruida, vejada. La cruz y un libro de mármol fueron hechos pedazos”, explica Onésimo Rosabal Sotomayor, hijo del pastor.
Por un acto caritativo, este hombre al servicio de Dios descubrió en vida lo que dice el refrán que “mal paga el diablo a quien bien le sirve”. Luego lo vivieron también sus hijos, nietos, y ahora sus restos mortales.
Como ya se mencionó previamente en este espacio, la ayuda brindada en los tiempos de la revolución, hizo a la familia Rosábal Sotomayor, cuya madre fue cocinera de Fidel en la Sierra Maestra, acreedora de una casa que hoy se dedica al turismo, casa que el régimen ahora pretende expropiar.
Para lograrlo, dos de los hijos del pastor, los que quedan en Cuba, han sido acusados de crímenes que no cometieron. De ese modo, tras el abandono de la vivienda, de acuerdo a las leyes vigentes -guiadas por principios socialistas- permiten la expropiación de la vivienda para su posterior proceso de socialización.
Los hermanos Omar y Onésimo Rosabal Sotomayor, fueron condenados, pese a las pruebas de su inocencia a ocho y un año de privación de libertad por los delitos de proxenetismo y coacción, respectivamente. Esto ha convertido a esta familia, desde hace ya más de dos años, en una punta de lanza contra los gobernantes cubanos, denunciando, sin temor alguno, las injusticias que se cometen en Cuba, desenmascarando, de esta manera la naturaleza criminal del régimen y los gobernantes de la isla.
Eso no es todo, las señoritas -acusadas de ser las prostitutas regenteadas por Rosabal- que confesaron haber sido presionadas por la seguridad del Estado para testificar en su contra , ahora están privadas de su libertad por declarar la inocencia de quien ahora está en prisión.
“Unos tres meses antes de la detención de mi hermano Omar, el gobierno y el partido del municipio le comunicaron, después de más de diez años de haber fallecido nuestro padre, que habían determinado trasladar la lápida que construimos con mucho amor, con la irrespetuosa justificación de que la misma le quitaba vista al panteón de los combatientes internacionalistas del municipio que se encuentra cerca del lugar donde yacen los restos de nuestro padre. !Hasta dónde quieren llevar a nuestra familia! “, dijo Onésimo Rosabal.
¿De qué humanismo hablan los longevos dictadores cubanos? ¿De qué respeto a los derechos humanos hablan?
¿Qué habrá detrás de todo esto? Amenazan a la familia con trasladar la tumba del Pastor, poco tiempo después detienen a los hermanos Omar y Onésimo, seguidamente les celebran un juicio burdamente manipulado y son condenados a privación de libertad. Han sido amenazados con quitarles la vivienda, lo que ha llevado a cuatro intentos de suicidio y a múltiples ingresos por psiquiatría a Yanetcita, hija de Omar, con tan sólo 13 años de edad, y no les basta con ésto y arremeten ahora profanando la tumba del Pastor a pesar de que la misma, como ya se dijo, se encuentra cerca del panteón de los combatientes internacionalistas, el cual se encuentra custodiado las 24 horas del día.
Es decir, esto sucedió a sabiendas del régimen. Pues los alrededores de la tumba están constantemente vigiladas por las fuerzas del Estado.
Como ven, la mejor herramienta del régimen para lograr la obediencia y así seguir en el poder es el terror. Cuando el régimen persigue a un ciudadano, también persigue a toda su familia, no solo a lo largo de toda su vida, sino incluso hasta después de la muerte.
Mamela Fiallo Flor colaboró en la redacción de esta nota.