Por Erik Encinas Ortega
Son tiempos difíciles para la libertad de prensa en España, la vuelta de una censura previa y la manipulación brutal provocada por este Gobierno socialcomunista sin duda lo demuestra. Por ello, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) lo confirma al asegurar que la libertad de prensa en España se encuentra “en serio riesgo”. Prueba de ello, es que el año 2019 ha terminado con la exclusión de los periodistas al acto de firma del acuerdo de coalición entre el PSOE y Podemos en el Congreso, apoyado por los separatistas que ha sido “el último grillete” para la FAPE. Ya empezaba así una legislatura despreciando al periodismo libre y favoreciendo la opacidad.
Es muy preocupante observar como existen vetos a los periodistas y a los medios de comunicación para excluirlos como testigos de los hechos. Ya no hablemos de las purgas soviéticas que se han producido en los medios en un plan antidemocrático que afecta de manera directa a derechos constitucionales de los periodistas y de los demás ciudadanos, quienes también sufren un claro deterioro de las libertades en comparación a años anteriores, tan solo hay que ver como ante una rueda de prensa el general Santiago Marín de la Guardia Civil reconoció públicamente que se perseguían los bulos y se minimizaban las críticas al ejecutivo español. En otras declaraciones, el propio Ministro del Interior, Grande-Marlaska, aseguró que monitorizaban las redes sociales, donde por cierto se están censurando muchas cuentas de Twitter y por supuesto no es casualidad. Pero el gobierno ha ido un paso más allá, no solo apagando las críticas de manera intolerable, ya que han añadido hasta perfiles falsos para que defiendan al Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
Es por ello que se están produciendo toda una serie ataques antidemocráticos sin precedentes recientes, que son dignos de un régimen autoritario, precisamente por estas razones de peso la democracia española ha quedado notablemente en cuestión desde la llegada del socialista Pedro Sánchez al poder, tras la moción de censura al expresidente del gobierno Mariano Rajoy.
Sin embargo, la pandemia del Coronavirus ha sido para el Gobierno socialcomunista la excusa perfecta para ampliar estos superpoderes descabellados del proyecto socialista y que amenazan a la libertad de todos.
Pero hay que recordarle al Gobierno de la nación que sin periodismo no hay democracia, porque los ciudadanos tienen derecho a saber lo que está ocurriendo en el país con realismo e independencia. Precisamente, la FAPE destaca que estos desprecios incuestionables no tienen otro objetivo que “convertir en irrelevante” el papel del periodismo y de los periodistas. “Se trata de impedir que los periodistas cumplan su misión primordial de ejercer un control independiente del poder y de proporcionar a los ciudadanos la información veraz, verificada y contrastada que necesitan para tomar sus decisiones libremente”, explican a través de una nota que ciertamente nos alerta de la grave situación política, social y económica en la que se encuentra España.
Frente a esta asombrosa y esperpéntica represión, lógicamente debe haber una respuesta contundente que ponga fin a este gran escándalo sin medias tintas ni más bulos de este Gobierno, o algo me dice que el futuro será muy negro y la gran inestabilidad llevará a España a un escenario verdaderamente conflictivo y donde la única verdad será la de la izquierda española. Algo que no puede ocurrir, porque la realidad es mucho más plural, y no tan solo puede verse desde una visión determinada, porque ese camino nos conduce a una dictadura como la de Venezuela, Cuba o Corea del Norte. No hay que olvidar que el actual vicepresidente del ejecutivo, Pablo Iglesias, fue asesor de Hugo Chávez.
Es importante recordar que España vivió algo similar en la oscura Segunda República Española, momento en el que se pudieron observar portadas del diario ABC censuradas y también de otros medios de comunicación que apostaban por la prensa libre. La historia hoy se vuelve a repetir para mal.
Erik Encinas Ortega es graduado en Periodismo por la Universidad Pompeu Fabra. Miembro del Colegio de Periodistas de Cataluña. Colaborador en diferentes medios de comunicación, entre ellos, Radio Rubí, Mediterráneo Digital, VAVEL deportes y Radio Las Palmas.