Por Sofy Casas
“La debacle de Colombia inició con el ilegítimo acuerdo de paz dando la estocada final con el secuestro del expresidente Álvaro Uribe”. Cuyas circunstancias no logran alcanzar las de un preso político: Álvaro Uribe es un secuestrado político. Se pueden sacar varias conclusiones del nefasto operar de la Corte Suprema Justicia, pero lo más evidente es que al atar cabos se llega a la maléfica unión de Iván Cepeda con esta corte y con los peores enemigos que haya tenido Álvaro Uribe —todo pactado en un proceso de paz con el grupo narcoterrorista que él más combatió siendo presidente— del cual se desprende una corte diseñada por los mismos bandidos para poder llevarlo a ella ante el desespero que puede ocurrirle al verse secuestrado y sin salida alguna, para legitimar la Justicia Especial para La paz (JEP) y evitar así la reforma a la justicia vía constituyente.
La Corte Suprema de Justicia impone una temeraria medida de aseguramiento ambientada por filtraciones selectivas, y una opinión pública desinformada, todo justificado en una prosa condenatoria de 1 554 páginas —sin equilibrio frente a la contraparte— que pareciera dirigir la sinfónica de este atropello. Impiden la defensa en libertad de Uribe, y la primera extorsión de ese secuestro es el infame sacrificio de las garantías para todos los colombianos. Entre el 2006 y 2009 iniciaron las visitas del senador Iván Cepeda y Piedad Córdoba a paramilitares presos en cárceles Federales de EE. UU. (caso Tuso Sierra y Mancuso), el cual ya ha confesado en varias ocasiones que los visitaron para ofrecerles dádivas, beneficios judiciales, económicos para ellos y sus familias, y la no exclusión del programa de justicia y paz a cambio de que testificaran en contra de los hermanos Uribe Vélez. El Tuso Sierra en entrevista con Vicky Dávila, confirmó que la CSJ coincidicialmente lo citó a declaración 24 horas antes —a la misma fecha y hora de una audiencia que él ya tenía programada con la Fiscalía— solicitándole así a la Corte reprogramación. ¿Por qué la Corte Suprema de Justicia no reprogramó la cita a declaración del Tuso Sierra?
Los testimonios entregados por los exparamilitares alias el Tuso Sierra, Ramiro Henao, Salvatore Mancuso, entre otros, todos coinciden y llevan al mismo punto —han sido testimonios que la Corte Suprema de Justicia manejada por el magistrado Barceló (enemigo de Uribe Vélez), el cual ha sido acusado por el Tuso Sierra de ofrecerle también beneficios a cambio de declaraciones en contra de Uribe— declaraciones que no han sido tomadas en cuenta, y esta corte declara que Cepeda es inocente, que nada tiene que ver con el cártel de falsos testigos, y terminan volteando el caso difamando y acusando a Uribe de falsos testimonios. ¿Por qué la Corte Suprema de Justicia se ha negado a escuchar estos testimonios? ¿Por qué el magistrado Barceló hizo ofrecimientos al Tuso Sierra a cambio de que presentara falsos testimonios en contra de Álvaro Uribe y no avanza la denuncia en la Comisión de Acusaciones?
La magistrada Cristina Lombana cuestionó la participación del magistrado César Reyes en casos donde Iván Cepeda fuera sujeto procesal, revelando un vínculo personal de amistad con la esposa del mismo. ¿Por qué el magistrado Reyes no se declaró impedido ante esto, pero sí inicia una persecución voraz en contra de Cristina Lombana recusándola y descalificándola para marginarla de todo proceso que involucre a Uribe?
El Lunes 10 de Agosto de 2020 sale un audio de interrogatorio a Cepeda donde los abogados de Uribe le preguntan si destruyó el chat que tuvo con Juan Guillermo Monslave (testigo contra Uribe y que Cepeda ha visitado más de 21 veces) donde el magistrado César Reyes (ponente caso Uribe) descaradamente previene a Iván Cepeda de no autoincriminarse, y este se niega a contestar. ¿Por qué Cepeda nunca aporta el chat? ¿Por qué la Corte nunca le exige mostrar el chat y no le inspeccionaron el celular? Esto de Iván Cepeda es una muestra pequeñita de que en esos interrogatorios todos los que informaron dijeron que Cepeda los buscaba para que la Corte terminara investigándolos a ellos y no a él.
Los narcoterroristas FARC, amigos personales de lucha de Cepeda, y hoy amangualados con una justicia politizada, pasaron de secuestrar en la ilegalidad a secuestrar en la “legalidad” con ayuda de una Corte Suprema de Justicia que es controlada por unos intereses políticos del neochavismo en Colombia.
El 20 de Julio del 2014 el presidente Álvaro Uribe antes de salir de su casa contó al grupo de su bancada que al despedirse de su esposa le dijo: “Lina, salgo para el Congreso no sé si regreso o si termine en una cárcel”. Uribe compró un tiquete sin regreso, sin saber que su secuestro iniciaba ese 20 de Julio del 2014, cuando salió a convertirse en ese muro de contención que evitaría la llegada del socialismo del XXI a nuestro país.
Sofy Casas activista política y columnista de opinión. @SofyCasas_