El Gobierno de Bolivia tiene previsto inaugurar el próximo 9 de agosto su nueva sede, un edificio de 29 plantas en el centro de La Paz, denominado Casa Grande del Pueblo, informó hoy una fuente oficial.
“La Casa Grande del Pueblo será inaugurada el 9 de agosto, unos días después de la festividad patria y justamente en homenaje a la patria”, explicó el ministro de la Presidencia, Alfredo Rada, en conferencia de prensa.
El aniversario de Bolivia se conmemora cada 6 de agosto.
Este nuevo edificio se construyó detrás del conocido popularmente como Palacio Quemado, sede el Ejecutivo boliviano desde mediados del siglo XIX.
Rada señaló que hace unas semanas el edificio fue entregado por la empresa constructora de manera provisional y que la entrega definitiva debe cumplirse 180 días después de la recepción.
“Estamos en el momento del traslado de varias dependencias de Gobierno a la Casa Grande del Pueblo”, manifestó Rada.
El ministro sostuvo que en la edificación trabajarán cinco ministerios, que ahora funcionan en inmuebles alquilados, como son los de Presidencia, Comunicación, Medio Ambiente y Aguas, y Energía.
“Ustedes saben que uno de los criterios ha sido ahorrar esos alquileres, haciendo que esos ministerios pasen a funcionar en un edificio propio del Estado”, remarcó Rada.
Anunció que después de su inauguración el edificio estará abierto a la ciudadanía, sectores sociales y turistas ya que tiene una “hermosa vista de la ciudad”.
La construcción de la Casa Grande del Pueblo comenzó en 2014 y requirió una inversión de unos 34,6 millones de dólares.
La torre tiene 29 pisos, incluido un helipuerto en la cima, con una superficie construida de casi 31.800 metros cuadrados, donde antes estuvo una casa patrimonial, y está decorado con motivos andinos tihuanacotas, una cultura prehispánica.
La oposición y expertos en urbanismo han cuestionado la construcción, ya que irrumpe en el centro histórico de La Paz sobresaliendo junto a edificios como la catedral, y han denunciado su coste y la inclusión de espacios como gimnasio y sauna.
El Gobierno mantiene que el centenario Palacio Quemado, estrenado en 1853 como sede del Ejecutivo, se quedó pequeño y perdió funcionalidad, además de conservar reminiscencias de época colonial.