Madrid, 11 oct (EFE). – El ministro español de Exteriores, Josep Borrell, aseguró que los datos sobre la muerte del concejal opositor venezolano Fernando Albán “nos traen recuerdos de otros tiempos, como los últimos tiempos del franquismo”, cuando las personas interrogadas “caían por las ventanas”.
Borrell hizo esta apreciación durante una rueda de prensa conjunta en Madrid con su homólogo brasileño, Aloysio Nunes, en la que analizaron la situación en Venezuela y la necesidad de dar una solución a la crisis política y social de ese país.
El ministro precisó que no pretendía “establecer ninguna clase de comparación”, sino tan sólo explicar la sensibilidad española.
“No tenemos nada contra la actuación de la Fiscalía venezolana, pero creemos que este caso en particular necesita una investigación de carácter independiente”, subrayó Borrell, tras recordar que España llamó a consultas al embajador venezolano para que explicase las circunstancias de la muerte de Albán.
El ministro español de Exteriores dijo que está a la espera de las informaciones que pueda aportar el embajador de Venezuela en Madrid ya que “Venezuela tiene que dar explicaciones al mundo porque normalmente la gente no se tira por las ventanas”.
Explicó que el secretario de Estado de Cooperación y para Iberoamérica de España, Juan Pablo de Laiglesia, se encuentra en Venezuela estos días estableciendo una “toma de contacto y exploración” con parte de la oposición que está en el país.
De Laiglesia también está hablando con el gobierno venezolano y con los empresarios españoles con intereses en Venezuela como parte de un viaje que “está siendo tan intenso que incluso retrasa su regreso”, señaló el ministro.
Reclaman investigación independiente
También durante la rueda de prensa, los ministros del exterior de España y Brasil coincidieron este jueves en reclamar una investigación independiente, clara y transparente” sobre la muerte Albán mientras estaba detenido.
“Creo que puede ser de interés de todos una investigación independiente y realizada de la manera más clara y transparente para el mundo, también para Venezuela”, afirmó Nunes.
Preguntados por que ni España ni Brasil se hayan sumado a la denuncia interpuesta ante el Tribunal Penal Internacional, ambos coincidieron en que ya existe una investigación que se vería entorpecida, que la base jurídica sobre la que se establece la denuncia es “poco nítida”, y que el proceso “entorpecería” el diálogo político.
Por su parte, Nunes explicó que Brasil defiende una “solución pacífica de los problemas venezolanos entre los venezolanos”, por lo que no está a favor de la intervención extranjera, aunque consideró que si finalmente el candidato derechista Jair Bolsonaro gana las elecciones presidenciales brasileñas, “mantendrá una postura más dura con Venezuela”.
Brasil, que tiene más de 2.200 kilómetros de frontera con Venezuela, ha recibido en los últimos tres años la llegada de 150.000 venezolanos en busca de asilo, una inmigración que ha sido rápidamente asimilada, señaló Nunes.
Ambos países mantienen un diálogo fluido sobre temas bilaterales como el control de fronteras, la lucha contra el crimen transfronterizo o problemas sanitarios comunes, que no se ha visto entorpecido por la situación política de Venezuela.