Tegucigalpa, 15 ene (EFE). – Las fuerzas de seguridad de Honduras detuvieron este martes a un supuesto organizador de la nueva caravana de migrantes, formada por más de 1.000 hondureños, que comenzó su viaje este lunes desde San Pedro Sula, norte del país.
El subdirector de la Policía de Fronteras de Honduras, Miguel Pérez, confirmó a periodistas la detención del supuesto promotor de la caravana, cuyo nombre no reveló.
“Identificamos que una de las personas que formaba parte del grupo que salió en horas de la noche (de este lunes) fue requerido por tener una orden de captura por el delito de violación”, explicó Pérez.
El hombre fue detenido en el sector de Cofradía, departamento de Cortés, norte del país, señaló el subdirector de Policía de Fronteras.
“No descartamos que es una de las personas coordinadoras de la caravana. Además, estaba viajando con un documento (de identificación) que no le corresponde”, enfatizó.
Pérez indicó que, según investigaciones, el detenido ya había sido requerido en la caravana que salió el 13 de octubre de 2018 desde San Pedro Sula con rumbo a Estados Unidos.
Entre este lunes y hoy más de 1.000 migrantes hondureños siguen movilizándose hacia el occidente del país con la idea de cruzar Guatemala y llegar a Estados Unidos, pese a las advertencias de las autoridades sobre los riesgos del viaje.
Los inmigrantes, entre ellos niños, mujeres y adultos mayores, abandonan Honduras aduciendo la falta de trabajo e inseguridad en su país.
Pese a que estaba previsto que salieran este martes, los migrantes hondureños decidieron salir este mismo lunes desde la ciudad de San Pedro Sula, norte del país, con rumbo hacia la frontera con Guatemala, pudo constatar Efe.
La nueva caravana pretende cruzar Guatemala hasta llegar a la frontera entre México y Estados Unidos, indicó a periodistas Rosa Hernández, una de los integrantes de la caminata, que dijo que viajaba con un hijo y una amiga.
La hondureña Rosa Yolanda López dijo a Efe que decidió sumarse a la caravana por la pobreza y la falta de empleo en Honduras.
“Es una decisión difícil”, subrayó López, una madre soltera que viaja acompañada de uno de sus siete hijos y dijo que se enteró de la caravana a través de las redes sociales.
Miroslava Cerpas, del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos en Honduras (CIPRODEH), afirmó a Efe que otro pequeño grupo de migrantes permanece en la Gran Central Metropolitana, la principal terminal de autobuses de San Pedro Sula, donde esperan que otras personas se sumen a la caminata.
“A pesar de toda la campaña de criminalización que ha promovido el Gobierno (hondureño) en torno a la salida de los migrantes, la necesidad y el miedo de la gente ha sido mucho mayor”, subrayó la defensora de derechos humanos que acompaña la caminata.
Expresó su preocupación por la presencia de militares y policías en el camino que llevan los migrantes hondureños, y dijo que espera que el Gobierno hondureño “respete el derecho a la migración” de los compatriotas que han decidido salir del país.
Cerpas lamentó “la campaña promovida por el Gobierno de Estados Unidos” para disuadir a los hondureños a no emigrar, y denunció que al menos 300 nacionales abandonan el país a diario.
Destacó que los indocumentados hondureños durante la travesía están expuestos a robos, extorsiones, secuestros e incluso asesinatos por parte de bandas criminales.
La defensora de derechos humanos indicó que los hondureños están saliendo del país por “el miedo de seguir viviendo en Honduras y el hambre”.
La vicecanciller hondureña, Nelly Jerez, instó este lunes a los ciudadanos a no emigrar, porque, aunque es un derecho, son “muchos los riesgos” que enfrentan en el camino.
Un total de once hondureños de la primera caravana que salió de Honduras el 13 de octubre de 2018 han muerto en su intento por llegar a Estados Unidos.