Cartagena (Colombia), 29 mar (EFE). – El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, afirmó este viernes en la Reunión de Medio Año de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que la comunidad internacional no debe descartar ningún mecanismo para resolver la crisis de Venezuela.
“Ningún mecanismo del derecho internacional debe ser descartado, es contrario al derecho, sería inmoral con el sufrimiento de un pueblo, con las graves violaciones a los derechos humanos”, manifestó Almagro en Cartagena (Colombia) al ser preguntado en un panel sobre la opción militar para Venezuela.
El secretario general de la OEA subrayó: “Descartar eso a priori es completamente contrario al derecho, además de inmoral e injusto con el pueblo venezolano”, porque, según explicó, “los instrumentos del derecho internacional deben estar disponibles para estos casos”.
Almagro, uno de los más fuertes críticos en la comunidad internacional del régimen de Nicolás Maduro, dijo que la OEA “tiene características institucionales” para actuar en los países miembros, “pero los mecanismos por los cuales se acababan las dictaduras en el siglo XX no son trasladables al siglo XXI” y por eso no se debe descartar ninguna opción.
Se trata, según dijo, de “abrir los instrumentos del derecho internacional”, como los “que tiene el Consejo de Seguridad de la ONU y que la OEA no tiene”.
Al referirse al régimen de Maduro, Almagro afirmó que es una “dictadura usurpadora” con “costo político cero” en la que por graves que sean las violaciones a los derechos humanos que se cometen, “no pasa nada”.
“Es una dinámica de ‘management’ dictatorial muy cubano, mezclado con el crimen organizado”, expresó en el panel “Venezuela sin chavismo: nueva oportunidad para el hemisferio”, en el que también intervinieron el director ejecutivo de Human Rights Watch (HRW) para las Américas, José Miguel Vivanco; el director del diario caraqueño El Nacional, Miguel Henrique Otero, y el de Migración Colombia, Christian Krüger.
Hoy participé en Colombia en Reunión semestral de la #SIPCartagena2019 recordando que ningún instrumento del derecho internacional, como por ejemplo #R2P, puede ser descartado a priori, sería contrario a derecho además de inmoral e injusto con el pueblo de #Venezuela #OEAconVzla pic.twitter.com/hFPcxQcY3m
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) March 29, 2019
Según dijo Almagro, con la presión diplomática y financiera que la comunidad internacional ejerce sobre el gobierno de Maduro, “en los años 70 u 80 cualquier dictadura hubiera caído en América Latina”.
Por eso añadió: “Una dictadura con esa característica no se va sola, no se va con lógica política y eso es uno de los temas de los que tenemos que ser conscientes al abordar la crisis política venezolana”.
En el panel, previo a la inauguración de la Reunión de Medio Año de la SIP, Almagro recordó que a pesar de las sanciones de países como Estados Unidos o la Unión Europea (UE) el régimen de Maduro sigue “golpeando” a su propio pueblo.
“Se llega a un punto en que se transforman en armas las violaciones a los derechos humanos y la salud de la gente”, expuso en referencia a la crisis humanitaria que vive Venezuela y a la negativa de Maduro a permitir la entrada de ayuda humanitaria a su país.
Por eso, consideró que hasta que no se haga “algo concreto para que Maduro no le siga pegando al pueblo venezolano con la peor crisis de la historia” de ese país, la situación no cambiará.
“Tenemos que pensar en cuál es nuestra responsabilidad de protegerlos” a esos venezolanos que hoy carecen de alimentos, medicinas y servicios públicos, manifestó.
HRW insta a ONU a tomar partido
El director ejecutivo de HRW para las Américas, José Miguel Vivanco, dijo por su parte que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, “debe tomar partido” en la crisis humanitaria de Venezuela para activar los mecanismos de ayuda a la gente de ese país.
Aseguró que esa recomendación se le hará a Guterres en un informe de HRW que será divulgado el próximo 4 de abril en Washington.
*** Rueda de prensa sobre nuevo informe***
El 4 de abril presentaremos un informe conjunto de @hrw_espanol y la escuela de salud pública de John Hopkins University (@JohnsHopkinsIH) sobre la devastadora emergencia humanitaria en Venezuela. @ChrisBeyrer @pbspiegel pic.twitter.com/93GBCoohf7
— José Miguel Vivanco (@JMVivancoHRW) March 28, 2019
“La principal recomendación que estamos haciendo en este informe es que el secretario general de Naciones Unidas debe tomar partido en esta crisis”, afirmó Vivanco en el panel “Venezuela sin chavismo: nueva oportunidad para el hemisferio”.
Vivanco subrayó el compromiso de Almagro con la búsqueda de soluciones al drama humanitario de Venezuela, pero afirmó que no ocurre lo mismo con Guterres.
“Lamentablemente no puedo decir exactamente lo mismo del secretario general de Naciones Unidas, que debe declarar de una vez por todas el caso de Venezuela como de emergencia humanitaria”, expresó.
Según el jefe de HRW, esto “no es una cuestión solamente semántica” pues si el caso de Venezuela no se define “como una crisis humanitaria no es posible activar todos los mecanismos con los que cuenta Naciones Unidas y que no dependen del beneplácito de Maduro”.
Vivanco explicó que la ONU “tiene prácticas, políticas y principios que le permiten reaccionar en materia humanitaria con o sin consentimiento del elemento político que causa la crisis”.
El pasado 23 de febrero el presidente del Parlamento e “interino” de Venezuela, Juan Guaidó, intentó encabezar desde la ciudad colombiana de Cúcuta el ingreso de una caravana de ayuda humanitaria donada por varios países liderados por Estados Unidos, pero la ONU se desmarcó de esa iniciativa.
El intento acabó en un brote de violencia en la frontera de Colombia con Venezuela y disturbios similares, incluso con varios muertos, ocurrieron en los límites del país caribeño con Brasil.
El informe que Human Rights Watch presentará sobre Venezuela fue elaborado por la Universidad Johns Hopkins, de Washington, y en él se examina la crisis humanitaria desde diferentes aspectos, como la falta de alimentos, la desnutrición, la falta de medicinas y vacunas, entre otros, precisó.