Ginebra, 30 jul (EFE).- El fiscal federal extraordinario de Suiza, Stefan Keller, abrió este jueves una investigación penal contra el presidente de la FIFA, Giani Infantino, relacionada con una reunión que éste mantuvo con el fiscal general anterior, quien investigaba una trama de corrupción en el fútbol y renunció el pasado viernes.
El exfiscal general, Michael Lauber, había lanzado una extensa investigación sobre corrupción en el fútbol, que involucraba a la FIFA, que tiene sus cuarteles generales en la ciudad suiza de Zúrich.
Keller cree que se pudieron cometer varios delitos, incluidos abuso de poder, violación del secreto al que están obligados los funcionarios públicos, asistencia a infractores e incitación a tales actos.
Lauber e Infantino se reunieron a mediados de 2017 en Berna, pero ambos dijeron posteriormente que no recordaban esa conversación.
Una corte federal respaldó el pasado viernes una acusación de falsedad contra Lauber, que poco después anunciaba su renuncia.
Keller también solicitó hoy al Parlamento que levante la inmunidad de Lauber para investigarlo de la misma forma que al resto de implicados.
El expresidente de la FIFA, Sepp Blater, y de la UEFA, Michel Platini, también forman parte de las investigaciones sobre corrupción en el fútbol que empezaron en 2014.
La entidad que supervisa la Oficina del fiscal general de Suiza recordó que en todos los casos se aplica la presunción de inocencia.
FIFA e Infantino colaborarán en nueva investigación abierta
La FIFA por su parte aseguró que tanto la organización como su presidente, Gianni Infantino, permanece a disposición de las autoridades suizas y que colaborará con la investigación abierta por el fiscal federal especial de este país sobre las reuniones que mantuvo con el fiscal general del mismo, Michael Lauber.
En un comunicado, la FIFA afirma que “cooperará plenamente con esta investigación, como siempre ha hecho”, y su presidente, Gianni Infantino, añade que “la gente recuerda muy bien dónde estaba la FIFA como institución en 2015, y cuánta intervención judicial fue realmente necesaria para ayudar a restaurar la credibilidad de la organización”.
“Como presidente de la FIFA, mi objetivo desde el primer día ha sido, y sigue siendo, ayudar a las autoridades a investigar las irregularidades del pasado en la FIFA. Los funcionarios de la FIFA se han reunido con fiscales de otras jurisdicciones en todo el mundo con este propósito exactamente”, afirmó el mandatario, que llegó al cargo en febrero de 2016.
Para Infantino, “gracias a la cooperación de la FIFA, se ha condenado y sentenciado a personas, especialmente en Estados Unidos, donde nuestra cooperación ha dado lugar a más de 40 condenas penales”.
“Por lo tanto, sigo apoyando plenamente el proceso judicial, y la FIFA sigue estando dispuesta a cooperar plenamente con las autoridades suizas para estos fines”, agregó.
En su declaración, la FIFA recordó que cuando Infantino llegó a la presidencia por primera vez figuraba como parte perjudicada en más de 20 procedimientos sólo en Suiza y que éste ya manifestó el 25 de junio pasado, tras la reunión del Consejo, que “reunirse con el Fiscal General de Suiza es perfectamente legítimo y legal”.
“No es una violación de nada. Al contrario, forma parte de los deberes fiduciarios del Presidente de la FIFA. Había una montaña de pregunstas. es legítimo ofrecerse a contribuir con el Fiscal General de Suiza en la aclaración de estos hechos, con la esperanza de que aquellos que han cometido actos criminales y dañado a la FIFA tengan que rendir cuentas por ello”, sostuvo.
A finales de mayo el Comité Judicial del Parlamento suizo aprobó someter al fiscal general de Suiza, Michael Lauber, a un proceso de destitución por presunta negligencia en el manejo de un juicio que involucró a altos cargos de la FIFA y la Federación Alemana de Fútbol.
El proceso se autorizó un mes después de que el Tribunal Penal Federal de Suiza cerrara por prescripción del delito un caso contra tres antiguos dirigentes de la federación alemana de fútbol y uno de la FIFA hasta entonces acusados de presunto fraude en el Mundial de Alemania 2006.
Al cierre y prescripción del caso (al que benefició el hecho de que varias audiencias se cancelaran por las medidas preventivas contra la COVID-19) se unió el hecho de que el fiscal general celebrara durante la investigación varios encuentros no oficiales con el presidente de la FIFA.