Taipéi, 11 ago (EFE).- El ministro taiwanés de Asuntos Exteriores, Joseph Wu, denunció hoy que “China quiere convertir a Taiwán en el próximo Hong Kong” al reunirse con el secretario de Sanidad y Servicios Sociales de EEUU, Alex Azar, el funcionario de mayor rango de ese país en llevar a cabo una visita oficial a Taiwán desde 1979.
“China sigue presionando a Taiwán para que aceptemos sus condiciones políticas, unas condiciones que harían de Taiwán el próximo Hong Kong. Sin embargo, tenemos la suerte de tener buenos amigos como EEUU”, dijo Wu ante Azar, cuya visita ha provocado fuertes protestas por parte de Pekín.
Wu añadió que “no se trata sólo del estatus de Taiwán, sino de sustentar la democracia frente a las agresiones autoritarias. Taiwán debe ganar esta batalla para que la democracia prevalezca”.
La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, inició en mayo de este año su segundo mandato al frente del país y recalcó que no aceptará que la isla forme parte de China bajo la fórmula de “un país, dos sistemas” a semejanza de Hong Kong.
Las autoridades de la isla recelan de este principio, especialmente desde la aprobación de la Ley de Seguridad Nacional china para Hong Kong que, a sus ojos, está socavando las libertades en la excolonia británica y la autonomía de la que gozaba.
Azar se reunió ayer con Tsai, a quien transmitió el “mensaje de firme apoyo a Taiwán” del jefe de Estado de la nación norteamericana, Donald Trump.
Al dar la bienvenida al encargado de la sanidad estadounidense, Tsai aseguró que el viaje “representa un gran paso adelante en la cooperación entre nuestros países contra la pandemia”.
Asimismo, la presidenta isleña le recordó a Azar que el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, defendió que Taiwán debería formar parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) mientras que “China se opone”, algo que calificó de “muy lamentable” y de “violación del derecho internacional a la salud”.
La controvertida visita no ha sido bien recibida en Pekín, que reclama la soberanía de la isla, y apenas una hora antes de que comenzase el encuentro entre Azar y Tsai, cazas chinos cruzaron la línea imaginaria que divide el estrecho de Taiwán en una maniobra que se podría interpretar como parte de la protesta de Pekín ante la visita.
Además, la visita se produce en un momento de alta tensión entre China y Estados Unidos en varios frentes, entre ellos comercial y tecnológico, y Taiwán constituye uno de los asuntos más delicados para Pekín, que ha declarado en varias ocasiones su intención de recuperar el territorio por la fuerza si fuera necesario.
China considera a Taiwán una provincia rebelde que ha de volver a su soberanía, mientras que la isla funciona de manera autónoma desde 1949.
Aunque EEUU rompió las relaciones diplomáticas oficiales con Taipéi en 1979 y las cambió por Pekín, Washington ha seguido manteniendo intercambios con Taiwán.