En el expediente de anulación del matrimonio eclesiástico de la ahora esposa del Presidente de México, Angélica Rivera y su exesposo, Alberto Castro, se confirma la participación del cardenal Norberto Rivera Carrera, quien queda en evidencia como presunto cómplice tanto de la anulación fraudulenta del primer matrimonio eclesiástico de la hoy primera dama, así como de la posterior y cuestionada boda de Peña Nieto con la exactriz.
Según el exsacerdote y defensor de los derechos humanos Alberto Athié, lo hecho por el cardenal Rivera Carrera “se trata de una clara complicidad para liberar a la señora Angélica Rivera del sacramento del matrimonio y poder contraer matrimonio con Enrique Peña Nieto”
Athié fue entrevistado por la revista Proceso, la que también publicó el polémico reportaje que devela la “fraudulenta” boda del presidente de México con la actriz Angélica Rivera. En esta entrevista, el exsacerdote señaló que, a diferencia de otros expedientes polémicos sobre cuestionadas acciones del cardenal Rivera —como la protección al pederasta Marcial Maciel—, en este caso, el arzobispo Primado de la Ciudad de México “ordenó llevar a cabo un procedimiento totalmente en contra del derecho canónico” destacó Athié.
La necesidad de agilizar la anulación del matrimonio religioso entre Rivera y Castro habría provocado que supuestamente al sacerdote José Luis Salinas Aranda (quien los casó) le fueran anuladas las potestades de su ministerio sacerdotal, acusándolo de celebrar una boda falsa, con lo cuál se logró la anulación de la boda religiosa y Rivera quedó libre para contraer de nuevo matrimonio, esta vez, con Peña Nieto.
En cuanto a los alcances que las denuncias del sacerdote Salinas Aranda han tenido en la Santa Sede, Athié dijo que estas han llegado a la Rota Romana, tribunal de la Iglesia Católica para discutir cuestiones de última instancia en asuntos tan delicados como el sacramento del matrimonio. Esto dado a que el sacerdote Salinas Aranda no tuvo acceso a un proceso legítimo en los tribunales eclesiásticos, controlados por el cardenal Rivera.
Por otra parte, la Arquidiócesis ha señalado en su respuesta que el Cardenal en cuestión no está ligado a este proceso, pero según Athié es importante destacar que los tribunales elesiásticos de la arquidiócesis de Rivera Carrera están bajo su control.
Athié abundó que la Rota Romana investigó el caso y debió haberle pedido a la Arquidiócesis de México sus pruebas en contra del padre Salinas Aranda.
“Si no presentaron pruebas, estamos ante una acusación totalmente sin fundamento. ¿Quién construyó el concepto del delito contra el padre Salinas? No cualquiera se avienta a armar un delito tan complejo como en este caso”, explicó Athié.
El especialista también subrayó que la Rota Romana le dio la razón al padre Salinas “no sólo por la falta de un debido proceso” sino por estar relacionado al caso de la anulación del matrimonio Rivera-Castro.
Al cuestionarle si hay responsabilidad directa del Cardenal Rivera Carrera ante las sospechas de validez del matrimonio Peña Nieto-Rivera, Athié respondió que sí, ya que el religioso debió haber notificado al presidente de la República y a su esposa que había un litigio del padre Salinas y, por lo mismo, tenían derecho a preguntar si su matrimonio era válido.
Además agregó: “Aquí tenemos un agravio no sólo al sacerdote sino también al Presidente de la república y a ella”.
“El papa Francisco debe pronunciarse”
El Papa Francisco llegará a suelo mexicano el próximo viernes 12 de febrero, lo que ha avivado aún más el reclamo y la expectativa sobre una declaración del máximo jerarca sobre este caso que ya ha llegado a altas instancias en el Vaticano.
Al respecto Athié sentenció: “El Papa tiene que responder públicamente a la carta que le envió el padre Salinas. Tiene que distinguir entre agraviados y cómplices de este caso. El principal agraviado es el pueblo mexicano porque en nombre de estos delitos se castigó injustamente a un sacerdote”.