Los habitantes de El Salvador, considerado el país más violento del mundo, gastan en compras de armas de fuego más de US$1,5 millones al año, lo que significa que tomando en cuenta sólo las importadas legalmente, en los últimos 10 años, alcanzarían para repartir una por cada 50 habitantes.
Entre 2010 y 2015 los salvadoreños estuvieron registrando armas de fuego a un ritmo de 11 mil por año. Esto supone 30 nuevas armas registradas cada día, según el Registro Nacional de Armas, en un país en el que la gran mayoría de homicidios se comete con armas de fuego. En un mercado que en 2014 alcanzó ventas por casi 2 millones de dólares, cuatro empresas acaparan las importaciones.
La disponibilidad es mucho mayor, porque a las legalizadas hay que agregar las cientos de miles que ya inundaban el país centroamericano a inicios de la década pasada. En 2003 el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo estimaba que había 450 mil armas de fuego entre la población civil, aproximadamente la mitad de ellas ilegales.
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El informe “Delincuencia organizada transnacional en Centroamérica y el Caribe”, de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) publicado en 2013, recogía la estimación de que en El Salvador unas 360 mil armas de tipo militar no fueron entregadas al final de la guerra civil, y el mismo documento reseñaba que para 2011 en El Salvador había 600 mil armas de fuego, pero que sólo 100 mil de ellas eran propiedad del Estado. Del restante medio millón, aproximadamente la mitad no estaban registradas.
Las cifras que tiene el Estado sobre armas de fuego están dispersas en instituciones como el Ministerio de Hacienda, el Ministerio de la Defensa, la Policía Nacional Civil y la Fiscalía General, que no elaboran documentos consolidados sobre el mercado y sobre el uso de las armas de fuego.
Aun así, de los datos sobre pago de impuestos por armas de fuego vendidas en las tiendas locales, puede inferirse algunos números. Por ejemplo, que solo entre 2009 y 2014 los salvadoreños gastaron US$ 9,18 millones en comprar armas, con un pico en el último año del que se tiene información disponible. Ese mismo año, el 2014, 76,8 % de los homicidios se cometieron con arma de fuego.
Fuente: El Faro