EnglishEn el segundo día del proceso de exhumación en las fosas clandestinas que mantenía la Fiscalía de Morelos, ubicadas en Tetelcingo, México, fueron desenterrados apenas cuatro cadáveres, debido a que continúan las acciones dilatorias por parte de las autoridades.
No obstante, a partir de las 12:23 del mediodía del martes los trabajos parecieron adquirir fluidez, tomando algo así como 45 minutos para la recuperación de cada uno de los restos, desde el momento en que el tractor desenterraba las partes de los cadáveres con su mano mecánica, en la que fue atada una camilla forense.
Para las 4:30 de la tarde, el cuarto cadáver había sido subido a la camioneta del Servicio Médico Forense de la Fiscalía, que los llevaría al panteón privado Jardines del Recuerdo, ubicado a unos 15 kilómetros, en la autopista a Oaxaca, también en Cuautla.
A las 4:50 pm la camioneta arrancó con dirección al panteón privado. Pocos minutos después llegó al cementerio y comenzó la colocación de los cuatro cadáveres en las gavetas del panteón Jardines del Recuerdo, localizado en la colonia Ixtaccíhuatl.
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María Concepción y Amalia Hernández, madre y tía de Oliver Wenceslao, acompañaron y atestiguaron la inhumación de los cuerpos, lo mismo que el fiscal Javier Pérez Durón.
En Tetelcingo, en rueda de prensa, Juan Valdivia y Abimelec Morales, del equipo forense de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), rindieron un informe a las 5:15 pm, donde informaron de lo ocurrido en el día.
Valdivia informó que fueron cuatro cadáveres los exhumados, confirmó que se estuvieron extrayendo restos de guantes, cubrebocas, botellas y trajes Tyvek, de los utilizados por los peritos.
Abimelec Morales destacó que de los restos exhumados, de uno de ellos no se contaban con carpeta de investigación ni con ningún número de identificación ni nada, por lo que consideran que sería una “seria irregularidad”.
También sostuvo que eran cadáveres “necropsiados, articulados”, y que la manera de embalarlos “deja mucho que desear, sólo era un plástico negro, no se apegaba a los protocolos”, dijo el funcionario.
“Me atrevo a decir que el lugar (las fosas) fue alterado porque no hubo el procedimiento correcto de no contaminar la escena. Desde el respeto a la dignidad del cadáver y no ir arrojando lo que va quedando. No sabemos si quedaron así en la primera inhumación (28 de marzo de 2014) o en la segunda (9 de diciembre de 2014)”, sostuvo.
También señaló que no es confiable decir a simple vista si los cuerpos corresponden a hombres o mujeres, pues esto debe ser corroborado por las pruebas genéticas. “Fue una actividad sin cuidado ni protocolo, y deja mucho qué desear”, acusó el experto.
En tanto, el fiscal afirmó en entrevista que no se tiene información de una tercera fosa en Tetelcingo. A pregunta expresa, respecto de la necesidad de que sea explorado un terreno mayor en el predio El Maguey, para determinar si existen más fosas o no, Pérez Durón dijo que hay disposición de la Fiscalía: “En caso de ser necesario, lo haremos”.
Los cadáveres de la primera fosa, la que corresponde a la zona oriente de Morelos, fueron encontrados sin ningún acomodo. Tranquilina Hernández, mamá de una joven desaparecida en 2014, y quien logró que un juez le ordenara a la Fiscalía la apertura de las fosas, dijo con amargura al mediodía: “La verdad es que los cuerpos estaban acomodados sin ningún orden, a la buena de Dios, como basura”, deploró.
Fuente: El Universal.