Hace 10 años el expresidente de México Felipe Calderón le declaró la guerra a las drogas, acción que una década después ha dejado al país azteca más de 186 mil muertos, 28 mil desaparecidos y otros tantos miles de desplazados. El objetivo inicial de esta operación era proteger la salud y la tranquilidad de la sociedad mexicana utilizando el lema “Que la droga no llegue a tus hijos”.
Sin embargo, lo conseguido por el enfrentamiento contra la delincuencia que genera el tráfico ilegal de drogas es que México sea visto “como un país inseguro” y no como “vanguardista” ante el mundo, ya que, si bien es cierto que se han capturado capos de la droga, los cárteles se han fragmentado y el consumo de estupefacientes ha aumentado.
“El peor escenario posible para México era que Estados Unidos transitara hacia la legalización y México endureciera la prohibición. Eso es exactamente el escenario en el que estamos, y eso hará que la marihuana mexicana que llegaba a Estados Unidos sea desplazada por la legal, de ahí que entonces tenga que ubicarse en el mercado nacional. Vamos a tener aquí más marihuana y más barata. Pero además de eso, el mercado interno ilegal va a ser más peleado y crecerá más la violencia” expresó Alejandro Madrazo, especialista del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
Incremento importante en consumidores
La droga ilegal más consumida en México ha sido la marihuana, esta tendencia se mantiene desde los años 90, y su uso diario ha incrementado con el pasar de los años, ya que de 1,4 % subió a 10,6 % en jóvenes de primaria, secundaria y bachillerato.
Por su parte la cocaína se encuentra con mayor facilidad, por lo que su consumo ha incrementado de manera importante en jóvenes de edad escolar y que cursan estudios secundarios. El crack también ha tenido un surgimiento significativo en este fragmento de la población, así como las metanfetaminas, estos datos se desprenden de una encuesta realizada por la Agencia de Mercadotecnia en Línea ENCODE.
Esta encuesta revela también que 1 millón 789 mil jóvenes mexicanos de primaria, secundaria y bachillerato han consumido sustancias prohibidas, siendo 7 de cada 10 consumidores quienes lo hacen de manera experimental, lo que significa que consumieron drogas entre una y cinco veces.
Los hombres siguen dominando la tendencia de consumo, sin embargo la brecha con las mujeres es cada vez menor, ya que por cada seis consumidoras, hay siete hombres que reportan consumo.
“Estamos en guerra contra nuestra propia población”
“La batalla contra el crimen organizado apenas comienza y será una lucha que nos llevará tiempo” advirtió hace diez años el entonces secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, sin embargo, en este discurso no se señalaron las consecuencias que esa incipiente guerra contra las drogas traería para México.
“El saldo final de esta guerra contra las drogas no es precisamente el mejor resultado. Tiene otros efectos colaterales: la inseguridad y ha manifestado la corrupción que ya estaba” señaló Enrique Graue, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) quien también agregó: “no es posible que sigamos viendo a los consumidores como criminales y sigamos persiguiendo a los campesinos que no son culpables de la pobreza en la que viven”.
Por su parte Alejandro Madrazo del CIDE explica la necesidad de que en México haya un mercado regulado: “Estamos en medio de una guerra contra nuestra propia población que está saliendo muy mal y que nos está costando muy caro. Una medida eficiente sería pasar a los mercados regulados de drogas. Nuestra capacidad de perseguir, prevenir y castigar delitos nunca va a ser suficiente mientras desperdiciemos recursos en meter a la cárcel a poseedores de marihuana”.
Fuente: Sin Embargo