En el año 2008 un informe del Army War College reveló que “la violencia civil generalizada dentro de Estados Unidos obligaría al las fuerzas de seguridad del Estado a reorientar las prioridades para defender el orden interno y la seguridad de los ciudadanos”. Las causas de los disturbios a los que se hace referencia en dicho reporte, podrían llevar a un nuevo ataque terrorista, también a un “colapso económico imprevisto, pérdida del orden político y legar, resistencia o insurgencia doméstica, emergencias generalizadas de salud pública y catástrofes naturales y humanas catastróficas” indica el reporte.
En 2009, surgieron informes del departamento de Seguridad Nacional sobre activistas de derecha y de izquierda así como veteranos militares que son calificados como “extremistas” por lo que el ente federal, pidió al gobierno que sometiera a los individuos señalados a una vigilancia que pudiera prevenir cualquier acción criminal. Ahora casi una década después, y luego de gastar miles de millónes de dólares para compatir el terrorismo, el departamento de Seguridad Nacional llegó a la conclusión de que la mayor amenaza no es ISIS, sino el extremisno de derecha dentro de Estados Unidos.
- Lea más: Estados Unidos estudia pedir contraseñas de redes sociales a quienes solicitan visa
- Lea más: Viajeros pierden vuelos por la seguridad aeroportuaria en EE.UU.
En este tiempo, indica Tyler Durden en su columna publicada en Zero Hedge: “el gobierno de Estados Unidos ha estado acumulando un arsenal de armas militares para uso doméstico y entrenando a sus tropas para la guerra. Incluso organismos gubernamentales con funciones en gran parte administrativas como la Administración de Alimentos y Medicamentos, el Departamento de Asuntos de Veteranos, han estado adquiriendo armamentos, cascos y escudos antidisturbios, lanzadores de cañones y armas de agentes federales armados que portan quienes tienen las facultades de arrestar ciudadanos” indica Durden.
Sumado a este armamento, dice Durden que el gobierno de Estados Unidos está fortaleciendo el aspecto tecnológico para ocuparse de la vigilancia de los potenciales “enemigos” internos.
Durden aclara que cuando se refiera a gobierno no está hablando de “la burocracia altamente partidista, de dos partidos de los republicanos y de los demócratas. Me refiero al Estado que está profundamente arraigado que no se ve afectado por las elecciones, inalterado por los movimientos populistas y se ha colocado fuera del alcance de la ley”.
“Me refiero a la burocracia corporizada, militarizada y atrincherada que está totalmente operativa y con personal de funcionarios no electos que, en esencia, están dirigiedo al país y llamando a los disparos en Washington D.C. sin importar quien se sienta en la Casa Blanca” amplía Durden en su texto.
Según el columnista “durante años, el gobierno ha estado advirtiendo sobre los peligros del terrorismo interno, levantando sistemas de vigilancia para monitorear a sus propios ciudadanos, creando sistemas de clasificación para etiquetar cualquier punto de vista que desafíe el ‘estatus quo’ como extremista“.
Fuente: Zero Hedge