El gobierno de México presentó este lunes el Nuevo Modelo Educativo con el que se promete mejorar la calidad de la educación en ese país. Dentro de las prioridades señaladas, se encuentra el eliminar uno de los rezagos que históricamente ha impactado directamente a los alumnos y se trata de las deplorables condiciones de infraestructura de las escuelas mexicanas.
Para poder cubrir el objetivo mencionado, se han puesto en marcha dos programas desde el inicio del gobierno de Enrique Peña Nieto y son Escuelas Dignas, así como Escuelas al Cien, sin embargo hay pocos avances.
En el año 2015 fueron 3.382 escuelas las que recibieron un promedio de un millón de pesos (USD $50.000) para hacer mejoras en su infraestructura, lo que significa un 30 % más que en el 2014 cuando lo que recibieron fue 744 mil pesos (USD $37.200) pero solo un 14,6 % (494 escuelas) fueron certificadas como Escuela Digna, lo que significa que cumplen con los parámetros del programa que fue lanzado por el presidente Peña Nieto al inicio de su gobierno para atender la infraestructura de escuelas.
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El primer programa que se implementó por el gobierno de Peña Nieto para mejorar la infraestructura de las escuelas de México fue “Escuelas Dignas” pero no estuvo bien planeado desde el diseño de los lineamientos.
Según una auditoría el Instituto Nacional de Infraestructura de Educación (INIFED), no especificó la claridad el objetivo general de dicho programa y tampoco sus objetivos específicos para la ejecución de los siete componentes establecidos y no focalizó su ámbito de atención y no puntualizó las etapas y plazos para la instrumentación.
En el año 2015 se atendieron 3.382 escuelas con el programa Escuelas Dignas, sin embargo los recursos no se aplicaron a las necesidades, un ejemplo de ello es que aunque 2.941 planteles urgían mejoras o instalaciones hidrosanitarias, solo 67,1 % de los casos, que equivalen a 1.972 instalaciones, se atendió la carencia y aunque estas acciones necesitan ser evaluadas, solo se contaron con 63 evaluadores en todo el territorio mexicano.
Fuente: Animal Político