Este miércoles las 11:00 am hora local, tres miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado de Cuba llegaron a la Biblioteca Libertaria Benjamin Franklin situada en La Habana, que también es la sede del Partido Libertario Cubano, en donde amenazaron y acusaron de desorden público a los miembros de la institución política que ahí se encontraban.
“Nos amenazaron y nos acusaron de desorden público, lo cual es falso desde una perspectiva estricta, porque estábamos dentro de la casa, completamente en silencio y estábamos dentro de nuestra propiedad privada. Dijeron que no podíamos salir de la casa ni dejar entrar a nadie. Estábamos rodeados” detalló a PanAm Post Nelson Rodriguez Chartrand, portavoz del Partido Libertario Cubano.
- Lea más: Para Aznar, Obama y Cuba son el origen de las grandes crisis de América Latina
- Lea más: Normalización de relaciones entre EE.UU. y Cuba con los días contados: Trump revertiría histórico acuerdo Obama-Castro
Aproximadamente 45 minutos más tarde, un grupo de 15 agentes especializados de la brigada especial “entraron violentamente en nuestro cuartel y nos atacaron mientras violaban la casa” detalló Rodríguez Chartrand, quien también denunció que Caridad Ramirez Utria, presidente del mencionado partido, Heriberto Pons Ruiz, vicepresidente y Eduardo Ramos, miembro del partido, fueron trasladados a Vivac Detención mientras que él y otro miembro del partido -Miguel López- que junto a Nelson están en huelga en hambre en solidaridad con los presos políticos libertarios detenidos, fueron enviados al Centro de Detención Cotorro.
A cada uno de los detenidos les emitieron advertencias escritas por “asociación ilícita”, que es un delito según el código penal de Cuba a pesar de que las autoridades saben que los imputados forman parte de un partido político, pero según explica Rodríguez Chartrand “en Cuba sólo el Partido Comunista es legal”.
“Caridad, Miguel y yo nos vimos obligados a irnos descalzos. Después de numerosas amenazas, nos liberaron a las 2:00 am”, indica Rodriguez Chartrand, quien detalló que tanto él, como su compañero Miguel, fueron liberados a 30 kilómetros de la biblioteca donde fueron capturados y desde donde tuvieron que regresar a la sede del partido descalzos.