El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió este viernes con la comunidad cubana en la ciudad de Miami, Florida, en donde firmó un documento informativo en el que se detallan los cambios que su administración hará respecto al acuerdo que había alcanzado la administración del expresidente Barack Obama con la dictadura que impera en Cuba.
En su alocución desarrollada en el teatro Manuel Artime localizado en la emblemática zona de “La Pequeña Habana”, Trump aseguró que “pronto se va a lograr una Cuba libre” y calificó de “brutal” a la dictadura castrista.
Trump expuso las líneas maestras de la revisión que ha decidido hacer en la política de normalización de relaciones con la isla iniciada por su antecesor Barack Obama y agradeció al exilio cubano por ser la “voz de los que no la tienen”, y dijo que, con ello, hacen la diferencia en la lucha para acabar con la persecución y como una “ideología depravada” como la que hay en Cuba.
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“No levantaremos las sanciones a Cuba hasta que todos los prisioneros políticos sean libres, todos los partidos políticos estén legalizados y se programen elecciones libres y supervisadas internacionalmente”, dijo el mandatario estadounidense quien se hizo acompañar del vicepresidente Mike Pence y de representantes republicanos como Marco Rubio y Mario Díaz-Balart.
En el documento se especifican cuatro objetivos que esperan ser alcanzados con los ajustes realizados a las relaciones entre Washington y La Habana, sin embargo, estos cambios no serán efectivos hasta que el Departamento del Tesoro y de Comercio no hayan afinado en su totalidad las nuevas medidas lo que podría tomar varios meses.
El primero de los objetivos trazados por la administración Trump es el “mejorar el cumplimiento de la legislación de Estados Unidos, en particular las disposiciones que rigen el embargo de Cuba y la prohibición de turismo”, en segundo lugar se proponen “mantener al régimen cubano responsable de la opresión y los abusos de los derechos humanos ignorados bajo la política de Obama”.
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En tercer lugar se proponen preservar “los intereses de seguridad nacional y de política exterior de Estados Unidos y los del pueblo cubano” y por último: “Establecer las bases para empoderar al pueblo cubano para desarrollar una mayor libertad económica y política”.
“Cuando los cubanos den pasos concretos, estaremos listos, preparados y capaces de volver a la mesa para negociar ese acuerdo, que será mucho mejor”, aseguró Trump quien también detalló: “Nuestra embajada permanece abierta con la esperanza de que nuestros países puedan forjar un camino mucho mejor”.
En cuanto al financiamiento que su país deriva a Cuba, Trump indicó: “Debemos asegurarnos de que los fondos de Estados Unidos no se canalizan hacia un régimen que no ha cumplido con los requisitos más básicos de una sociedad libre y justa”.
El punto más importante de esta revisión al acuerdo entre Estados Unidos y Cuba, expertos como Carlos Alberto Montaner indican que los estadounidenses no podrían hacer ningún tipo de transacción con ninguna de las empresas pertenecientes al conglomerado empresarial del Ejército, el Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA), el cual se calcula que controla un aproximado del 60 % de la economía cubana, lo que significaría un duro golpe para las arcas castristas.
Fuente: Cibercuba