Este jueves la ley que contiene sanciones para el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua conocida como Nica Act avanzó en el sistema legislativo estadounidense, ya que el Comité de Relaciones Exteriores del Congreso la aprobó de forma unánime, con lo que esta legislación pasa al pleno del Congreso en donde se espera sea finalmente aprobada entre los meses de septiembre u octubre.
Con la Nica Act el gobierno de Estados Unidos estará en potestad de vetar los financiamientos que el régimen de Nicaragua solicite a organismos financieros como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), lo que ha puesto en alerta no solo a Daniel Ortega, sino también a los empresarios del país centroamericano.
Por ello, varios empresarios representados por Roberto Argüello, han comenzado un cabildeo en Washington buscando “suavizar” las sanciones que el gobierno estadounidense podría imponer a Nicaragua.
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Según Arguello, la Nica Act sería un colapso económico para su país, ya que “las posibilidades de éxito son pocas y el trabajo es mucho, pero nosotros estamos dispuestos a luchar contra esa ley”.
Para tener una intervención con mayor efectividad, Argüello contrató a Arturo Estopiñán, exjefe de gabinete de Ileana Ros-Lehtinen, congresista republicana y la principal promotora de la Nica Act. Esta contratación fue con el objetivo de convencer a los legisladores de lo letal que estas sanciones serían para Nicaragua.
“El tema es que cuando nosotros nos involucramos en una misión imposible… para aquellos que juegan beisbol es entrar en último inning 27 a 0 con dos out y dos strikes. Nosotros entramos ahí sabiendo que era un tema muy difícil y el tema que es muy difícil”, dijo el empresario quien también detalló que “USD $400 millones podría dejar de prestar la banca estadounidense al sector privado de Nicaragua si se aprueba en Estados Unidos la Nica Act”.
Por su parte Estopiñán indicó que tratará de convencer a los legisladores que la aprobación de las sanciones significarían un retroceso económico para Nicaragua, y esto no conviene a Estados Unidos, ya que se incrementaría la inmigración y el narcotráfico.
Sin embargo, la postura de Argüello no es la de todos los empresarios nicaragüenses, ya que José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), no considera que la Nica Act sea de gran impacto para la economía de Nicaragua.
“Existe una posibilidad y esa es una opinión que tenemos en el sector privado que se vincula a lo que podría ser el papel que juegue la Organización de Estados Americanos en el contexto, primero de las elecciones municipales y segundo en el programa de los tres años del memorándum de entendimiento. Entonces eso, si corre bien, podría ayudar a que no se pueda ver esa segunda fase implementada. Pero este es un tema que lo tendremos que ver a finales del año o al principio del año que viene”, sostuvo Aguerri.
Para el líder empresarial es más importante que el cabildeo en Washington es el proceso electoral municipal que se desarrollará en noviembre: “Creo que es importante que tengamos un proceso que vaya fluyendo, que vaya acompañado de esa observación que esperamos la OEA le pueda dar al proceso y que eso luego pase a la segunda fase del memorándum de entendimiento, que sería como ir mejorando toda la estructura electoral de cara al proceso del 2021”, indicó.
Fuente: La Prensa