
El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, advirtió este fin de semana a los líderes del Congreso de los EE. UU. que la isla se encuentra al borde de un desastre fiscal a la par de los desastres humanitarios a causa del huracán María.
El gobernador puertorriqueño le dijo al presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, y al líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, por medio de una carta, que la mayoría de los negocios cerraron después del paso del fenómeno metereológico, y además indicó que se está poniendo aún más presión a la ya fiscalmente inestable situación.
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“Además de la destrucción física, la economía de Puerto Rico está a punto de pararse”, escribió Rosselló en la carta, en la que también describió que “muy pocos negocios” se encuentran en operaciones.
“Los daños financieros de esta magnitud someterán al Gobierno central de Puerto Rico, a sus instrumentalidades y gobiernos municipales a una crisis insostenible de efectivo”, dijo Rosselló, quien también agregó: “Como resultado, además de la inmediata crisis humanitaria, Puerto Rico está al borde de una crisis de liquidez masiva que se intensificará en el futuro inmediato”.
Rosselló pidió a Ryan, así como a McConnell, otros USD $4.600 millones para ayudar a la isla, en su mayoría en forma de más becas comunitarias del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano.
“La devastación sin precedentes en toda la isla de Puerto Rico ha llevado a evaluaciones de daños independientes en el rango de USD $95.000 millones, aproximadamente el 150 % del Producto Interno Bruto (PIB) de Puerto Rico”, detalló Rosselló en la misiva.
Fuentes: Washington Examiner, El Financiero.