La violencia originada por los grupos del narcotráfico no da tregua en México, y ha dejado una estela de muerte por todo el país, sin embargo, hay una región que ha sido más golpeada por dicho flagelo debido a su ubicación estratégica en la frontera con Estados Unidos. Se trata del noreste del país azteca, donde Los Zetas, uno de los cárteles más sanguinarios, se apodera cada vez más de la zona.
Sin embargo, Los Zetas no se encuentran solos en la búsqueda del dominio del mencionado territorio, ya que el Cártel del Golfo es su rival número uno, lo cual ha incrementado la violencia por la disputa y rivalidad entre ambos grupos criminales.
El estado en donde mantienen su centro de operaciones ambos grupos criminales es Tamaulipas, donde la Marina Armada de México ha hecho especial presión para desarticular estas redes de narcotráfico. No obstante, sus esfuerzos no han dado los resultados esperados, ya que la capacidad bélica de los cárteles supera a la de las fuerzas del orden del país azteca.
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Dos ciudades de Tamaulipas son vitales para los grupos del narcotráfico, se trata de Reynosa y Nuevo Laredo, ya que son fundamentales para el trasiego de estupefacientes hacia Estados Unidos. Según un informe publicado por el diario mexicano Milenio el pasado mes de mayo, actualmente son siete células del Cártel del Golfo contra tres de Los Zetas las que se encuentran en pugna por el dominio de la entidad federativa mencionada.
Otro territorio que Los Zetas han dominado históricamente es el estado de Veracruz, que es fronterizo con Tamaulipas, sin embargo en recientes años el Cártel del Golfo y el cada vez más poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación ha incrementado los índices de violencia.
Y es que el número de homicidios en Veracruz pasó de 487 en 2014 a 1.258 en 2016, y la cifra está por superar los 1.600 este 2017, lo que significaría un aumento de más del 300 % en solo tres años.
Este incremento tan importante en la violencia en Veracruz se le atribuye a la conexión que había entre Los Zetas y el Gobierno del exgobernador Javier Duarte, quien no no combatió al narcotráfico, por lo que este grupo pudo operar sin restricción alguna.
Este cambio de poder en el estado mencionado prevé que los homicidios y la violencia en general pueda incrementar, debido a que los grupos delictivos ya no cuentan con el respaldo de las autoridades estatales.
La proliferación de los cárteles de la droga en México es innegable como también es innegable que el país azteca atraviesa por el que organismos han calificado como el año más violento en la historia de ese país, misma que es atribuida en gran medida a los grupos del crimen organizado vinculados al narcotráfico. Corrupción, impunidad y colución de autoridades en el hecho ilícito son el origen de la violencia sin tregua que padecen los mexicanos actualmente.
Fuentes: Insight Crime, Chicago Tribune